– Es muy difícil de decirte madame Rousette no acepta a cualquiera, pero eres hermosa de rostro, tu mirada desafiante y tu figura atraen la mirada de cualquiera —Me dijo acariciando mí mejilla con una sonrisa.
— Pero, Lourice yo soy menor de edad ¿Por qué estás segura que me aceptarían?, ¿ No es acaso eso ilegal?.— Pregunté y Lourice no podía formular una respuesta en concreto.
—Uhmm Bueno...— Decía ella arrugando el rostro, se notaba que está " Compañía de acompañantes. ", no era del todo confiable.
Algo muy turbio estaba detrás si menores podían participar. Mis sentidos se pusieron en alerta, sonaba peligroso, y mis ganas de participar se fueron, todo me decía "Aléjate".
Algo así podría incluir mucha gente poderosa involucrada, políticos corruptos en busca de niñas y entre otras cosas. Eso me llevó a decir que no.
— Lourice haría lo que fuera por mí hermana, incluso soportar la compañía de alguien indeseado por dinero, pero de llegar a involucrarme en algo que podría arriesgar mí vida y la de mí hermana, definitivamente no lo haria.
Le dije y ella sintió vergüenza, ni podía mirarme a los ojos en eso el sonido de la puerta cerrandose con fuerza nos asustó, Vicky acababa de volver de su
" Trabajo". Miró enojada hacia nosotras sentadas en él sillón de la sala y Lourice se alejo de mí.
— Lo siento—. Me susurró y fue al lado de su hermana antes de que está le reclamara.
Se la veía realmente molesta, no sabía qué habíamos conversado mientras ella no estaba, miró a su hermana y le hizo un gesto de subir al cuarto . Ella obedeció sumisa y subió bajando la cabeza.
Ese día me quedé sin respuestas, y así corrieron dos día demás en la que las opciones se me terminaron. Creí que jamás podría escapar del encierro en la que Vicky me tenía sometida, hasta que sucedió aquél inesperado evento...
La necesidad llevó a mí hermana a robar del platillo sobrante de Vicky en la noche, aquél que siempre llenaba hasta el tope de comida, y comía menos de la mitad frente a nosotras y lo guardaba en el refrigerador a al costado de la leche y el yogurt, asegurándose de que lo viéramos.
Becky ya llevaba varios días sin probar la carne, sabía dónde escondía sus sobras y fue hasta el refrigerador tomando lo que dejó sobrando del mediodía, ( Lo que siempre escondía esperando que alguna caíga en la tentación).
Tenía tanta hambre que mí pequeña hermana se lo devoró todo sin masticar, apresurada en que no la atraparan. Justo en ese momento Vicky bajó a buscar un vaso de agua y la observó desde las escaleras.
Al verla comiendo sus sobras, gritó a los cuatro vientos.
— ¡ Lo sabía! , ¡ Son unas ladronas!, ¡ Estan robando nuestra comida !.
Sus gritos despertaron a toda la casa, y nos hizo bajar a Lourice y a mí a toda prisa desde las escaleras. Asustada ella huyó antes de que alguien nuevamente la maltratara el terror de Becky fue tal que salió espantada por la puerta antes de qué pudiese verla.
Yo solamente pude ver sus largos cabellos risados saliendo por la puerta de la casa.
— ¡¿Becky ?! .
— ¡¿Pero que pasó?! —. Preguntó Lourice.
— ¡¡Esa rata ladrona se estaba comiendo nuestra comida!!.— Gritaba Vicky indignada, yo frunci el seño ante ella y salí tras de mí hermanas antes de rebajarme a golpearla.
La seguí cuánto pude. Dios sabe que la llamé muchas veces pero ella no quería volver, tenía mucho miedo de Vicky, en esa persecución llegamos a la autopista y al cruzar por ella, mí corazón se detenía al verla pasar por los autos y desapareció del otro lado de la autopista, sin poder seguirla de vista, se perdió ante la densa niebla de la noche. Los automóviles pasaban a toda velocidad, y por querer pasar uno de ellos me chocó, para mí suerte solo me había rozado un muslo. Pero si me había dejado un dolor indescriptible.
Recibí muchos gritos del conductor por querer pasar como toda una loca, pero lo único que me interesaba era mí hermana. Me levanté, y proseguí hacia adelante, a pesar de la gente que me impedía el paso y los autos que frenaban para " Ayudar " en la situación me lo querían impedir.
Pude ignorarlos y ellos a mí, tenían una vida más importante en la cual ocuparse, que andar detrás de una adolescente que no quería respondía ni una sola palabra. De todas maneras tenía que irme antes de que llamarán a la policía.
Caminé por horas, casi hasta hacerse de madrugada, el dolor de mí pierna me rogaba por descansar, y en eso pensé que quizás mí hermana había vuelto a la casa. Pero cuando regresé solo estaban Lourice y Vicky esperando en el living.
— ¿ Y que pasó, pudiste Hayar a tu hermana ?—. Me preguntó Lourice, su hermana no me dijo nada, no le importaba en lo absoluto, ni siquiera me miraba a los ojos. Desinterésada y con los brazos cruzados no mostraba indicios de arrepentimiento. Luego notó mí mirada de desaprobación que la juzgaban desde lejos.
— A mí no me mires de ese modo, si no encontraste a tu hermana, ella tiene la culpa por comerse la comida que no es suya — Me dijo al notar mí evidente disgusto.
Su petulancia me tenía arta, parada allí, como si no tuviese parte en todo ésto. Me pareció tan denigrante que quise demostrarle que mí hermana solo había comido sus sobrantes, el que de todas formas tiraba a la basura. Conocía a Becky, ella no comería lo que ellas tenían de reserva, si no las sobras que dejaban en el refrigerador.
Al abrir el refrigerador, demostré ante ellas que Becky solo se comió sus sobras y no había tocado el resto.
—Te dije que si teníamos la comida Vicky, ¿ Lo ves?— Le aclaró Lourice, anteriormente ella tenía la misma hipótesis que la mía.
Vicky hizo una mueca altanera y solo se bufo. — De todas maneras, quien la manda a tocar lo que no es suyo.
Quería golpearla pero me tragué mí dolor en lo que mordía mis labios hasta sangrar, la odiaba, en verdad la detestaba. Por su culpa mí hermana escapó, y ella solo nos acusaba de robarnos la comida que mí hermana nunca tocó.
Cerré la puerta de su refrigerador y quise volver a salir, pero Lourice al notar como cogía por mí golpe en la pierna me lo impidió.
— ¡Camille!, ¿ Que fue lo que te pasó?.
Intentó tocar mí pierna y al sentir sus dedos inspeccionar, chille de dolor.
— ¡ No!, ¡ No me toques!, ¡ Lo empeoraras!.
Ella hizo caso omiso, al notar la hinchazón y me dirigió al sillón en contra de mí voluntad.
— ¡ Estás lastimada!, ¡ Al menos déjame curarte antes de volver a salir!.
No quise obedecerla, yo quería ir por mí hermana, pero al levantarme del sillón en que me colocó, mí pierna ya no me permitió pararme, tal y como lo predije que me tocará dónde me lastime lo empeoraría.
Dolía tanto, que solo podía gritar, Lourice me decía " ¡ Te lo dije!" mientras me regañaba a un costado mío.
— ¡Te vas a quedar aquí hasta que baje la hinchazón!.
Me replicó, y fue a por el botiquín de primeros auxilios mientras que Vicky solo se hizo la desentendida y subió arriba para atender sus asuntos.
Lourice cortó el pantalón de mí pijama a la mitad para ver mí pierna a la luz, al ver se sorprendió del inmenso moretón cubriendo toda mí zona muscular. Solo podía esperar hasta que terminara.
Al fin, cuándo acabó, se hizo de mañana, pero seguía sin poder moverme. Tuve que esperar hasta el mediodía para poder salir...
—¡ Espera!, ¡ no puedes salir así!.
Me gritaba Lourice quien tenía los restos de mí pantalón pijama en su mano.
— ¡ Espera al menos a cambiarte!
Me sugirió, pero ya no quería esperar, mí hermana llevaba 12 horas desaparecida, desde lo último que comió debía tener hambre, ella era lo último que me quedaba de mamá, ¡Tenía que ir por ella!.
Y así, sin pantalón, o uno cortado en la pierna, exponiendome a las miradas ajenas, con el estómago vacío y unas ojeras hasta no más poder, recorrí nuevamente todo el vecindario.
Pero no fue hasta ocultarse el sol que la encontré, escondida entre unos tachos de basura, somnolienta y enferma. Había tomado frío al permanecer en plena ola polar sin abrigo y rodeada de humedad.
Apenas si podía hablarme cuando me reconoció. solo susurró mí nombre con una voz débil y seca, al tomarla entre mis brazos estaba fría y no dejaba de temblar. Su frente ardía, y mí miedo por una gripe atemorizaba mí corazón, no teníamos medicamentos y Becky era de tener bajas defensas.
La desesperación me rodeo, no tuve otra opción que pedirle a alguien que llamará a una ambulancia.
Ya no podía hacer más por ella.
Hasta aquí había llegado....
Becky y yo fuimos trasladas al hospital de la zona, a mí solo me dieron calmantes para el golpe en mí pierna, mientras que mí hermana no salía de la sala de emergencias.
Los médicos me ofrecieron alimento, en las horas que esperé.
Fueron las horas más desesperantes de mí vida, en eso se me ocurrió llamar a Lourice, para decirle que había encontrado a Becky, no quería que llamarán a la policía, sabía el número así que lo disque en el teléfono público y le informé lo sucedido.
Ella apareció a los minutos, trayendo ropa, y comida para Becky.Cuando estaba por encontrarse conmigo justo en ese momento salió el médico a dar su parte.
— ¡¿Como está mí hermana?!.— Le pregunté y el me miró imparcialmente.
— Necesito hablar con sus padres, ¿ Donde están?.
— Ellos se fueron de viaje a florida, no vendrán hasta el fin de semana. — Mentí para que me dijera el parte a mí.
— Bien, pero necesito hablar con un mayor.¿ O acaso las dejaron solas?.
— ¡Mí hermana!.— Exclamó Lourice. — Mí hermana las está cuidando, es prima de la familia así que está todo bien con eso.
Dijo ella tratando de cubrirme.
El médico nos miró con dudas, algo sospechoso le decía que estábamos solas desde hace tiempo.
— Voy a creerles por esta vez, pero un mayor tendrá que rellenar ese informé medico y a hablar con servicios sociales. La niña se encuentra en un estado anímico preocupante, pudimos restablecer su temperatura, pero aún así sigue con fiebre, necesita tratamiento por bajas defensas. Su condición no es preocupante, puede salir adelante pero debo informar a las autoridades, ésto es grabé caso de desnutrición.
Fue lo que dijo el doctor antes de irse por el pasillo. Yo me derrumbe en el suelo, mi mundo se derrumbaba, me quitarían lo que juré proteger, y no podría luchar por ello. Lourice al verme se acercó a mí lado.
— " Se que no es el momento pero ... "— susurró a mí costado y me dejó un papel en la mano.
Éste tenía un nombre y un número de teléfono: Madam Rousette ********.
Yo la mire sin entender y ella dijo.
— Piénsalo Camille, tu hermana está en graves condiciónes, y ya no quiero que sufras por Vicky, ésto podría ser una gran oportunidad para ti, lo mejor sería que tomarás está opción. Es lo único que te queda ahora.
Me dijo y me dejó a solas un instante para reflexionar.
Mí mente dijo "No" muchas veces, pero ahora el peligro no podía tocar a Becky por qué estaría lejos de mí, así que estaba libre para hacerlo. Y en pocos meses cumpliría 18, podría tener la custodia legal de mí hermana solo si tenía estabilidad como lo dicta la ley.
Cuando la llevaron a una habitación privada, un oficial la acompañaba, no podía acercarme, tuve que mentirle que en la recepción lo llamaban para poder ver a mí hermana. La miré una última vez atreves de la ventanilla de la puerta con la angustia sofocandome, dejándome sin aire y con todo el pesar de mí corazón, me éscape, con el corazón en pedazos y las esperanzas agotadas.
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Comments
Lorena Angulo
que triste historia 😭😢
2022-11-23
2
LEIDYS JOHANA SANTANA PALACIO
Muy triste la historia
Pero te felicito x tu imaginación es excelente
2022-08-12
6
Heerlani
es muy triste pero yo tomaría el trabajo en su lugar para proteger a mi hermana
2022-08-11
1