Enseguida me arrastraron como utensillo de cocina a una ensalada de mujeres que se juntaban en una habitación, " Ve a cambiarte junto a ellas" y al entrar el montón de mujeres se me quedó mirando como un par de fieras al entrar un ratón.
Me sentí atrapada, mayormente jamás llamó tanto la atención y ésto se sentía muy incómodo para mí.
Ellas debían saber de qué de trataba todo ésto, yo no tenía ni la menor idea de que sucedería, pero antes de que pudiese algo romper aquel ambiente tan pesado, un hombre con ropa ajustada y peinado de colores nos abrió la puerta trasera.
" Vamos muchachas se hace tarde "
Dijo con su voz de pito, y no me quedo otra más que seguir el rebaño. El nos llevó hasta un salón con varios armarios, con todo tipo de vestimentas para cuando quise preguntar que es lo que estaba ocurriendo y por qué todas se apresuraban a vestirse. Aquel tipo sólo me apresuró a elegir accesorios que estuvieran acorde con la vestimenta a usar. Cómo si fuese un mal chiste.
" ¿ Acaso tenemos prueba de vestimenta o algo así? "
— Vamos chicas rápido, el vestido que ustedes eligan debe ser de tonos oscuros y no de fuertes tonos, para atraer la mirada de un simpatizante.
Dijo, parecía el diseñador que se encargaba de vestirnos . Me miró de reojo, por qué no hacía más que quedarme quieta sin saber que tomar hace caso 15 minutos.
—¿ Eres la nueva verdad?.
Me preguntó y yo asentí con extrañes.
— Sí, no entiendo que.
— Bien, ven — me tomó del brazo — vamos a ver qué te podemos hallar, para que salgas ahí afuera como una mujer decente y dejes atrás a la cenicienta.
— ¿ Acaso es una reunión o algo parecido ?.
— Sí, sí, pero, ¡ Apresurarte que vamos tarde!.
Me jalo y me llevo a un vestidor privado para que me pruebe la ropa
— Eres un 6 o un 4.
— Soy talla 6 sí. ¿ Pero y eso que tiene que ..
— También eres un 90 de pechos.
Me remarcó observando mí busto, algo de lo que no sabía si reír o sentirme más incómoda.
Esperé por casi media hora hasta que me trajo una montaña de vestidos y otra media hora para traerme los accesorios y zapatos que convincen con estos.
Después de ver varios vestidos de tonos oscuros, verdes y algunos rojizos, mi mente no podía no estar agotandose. Esos vestidos eran muy hermosos aunque demasiados reveladores y ajustados al cuerpo como para algo que yo usaría. Pero mí opinión no importaba en ese momento aquel afeminado me tenía a raya y no me dejaba quejarme.
Después de tenerme por una hora y media probandome lo que me trajo, el dió su negativa al ver qué muchos me apretaban el pecho, y otro me revelaban demasiado la cola, no me quería dejar ninguno me daba mucha vergüenza los odiaba con todo mí ser, jamás fue mí estilo y prefería morir antes de usarlos y el me decía " No puedes estar tapándote todo el tiempo", me regañaba y yo no captaba por qué tanto alborotó en que salga vestida como una prostituta. Hasta que en eso que me cambiaba recordé que esta era una supuesta agencia de modelos.
"¡ ¿Vamos a desfilar ?! "
Me pregunte y cuando salí con el último vestido negro con piedras destellantes y un escote en la espalda, aquel hombre dió su autorización.
— Esperé, no me diga que estamos por salir a
— ¡ Éste te queda precioso! a ver déjame verte .
No me dejó hablar, solo daba vueltas a mí alrededor mirando cada detalle del vestido.
— uhmm, vamos a intentar ver qué podemos hacer con ese horrible cabello.
Fue lo que dijo con lástima como si cola de caballo fuera tan mala. Me hecho un poco de crema haciendo unas ondas improvisadas y me rocio con un espray que por poco me deja ciega por el ardor en los ojos.
Al estar lista, me dio unos zapatos de tono oscuro con unos tacos de 10 CM, tendría que hacer malabares para no matarme con ellos y cuando al fin pude preguntarle a dónde íbamos al terminar de arreglarme el me envió de regreso a dónde estaban las otras, sin mediar más palabras.
Todas me miraron de arriba abajo y luego me negaron la mirada saliendo del lugar por donde entre, tuve que seguirlas aunque me sintiese en peligro.
Todas las chicas estaban pasando por una especie de pasarela improvisada, en medio de mucha gente, no había más que una alfombra roja donde ellas caminaban y a lo lejos se veía hombres con smokin, trajes oscuros bebiendo mientras la veían pasar.
" Bien eso ha sido todo, mis señores, está fue la presentación de este año ".
Dijo una voz por el micrófono.
En la oscuridad de las sombras y el humo de cigarro se encontraba un hombre de mirada seria, sonrisa seductora y porte elegante, parecía ser uno más de los hombres que hablaban a sus alrededores riendo haciendo comentarios al azar, mientras que bebian licor pero en su aura algo ocultaba. El era un hombre de cabellos oscuros, semi canosos, con peinado prolijo hacía atrás no parecía de buen humor siquiera había mirado a las modelos que pasaban frente a él.
André Maquiavélo un originario de florencia pero criado en América como un patán, ya estándo en sus cuarenta años,la vida se le hacía aburrida al igual que las mujeres, habiendo probado todo lo que se pudiese comprar con dinero, ya nada le resultaba divertido o desafiante, como un gato que le quitaron su bola de estambre.
— Hoy no hay nada nuevo, ¿ Verdad ?
Comentó frunciendo el seño entre que miraba el clima de afuera, parecía que el tiempo le atraía más la atención que aquellas burdas mujeres con escotes exagerados, miradas seductoras y ansias y de devorar su billetera por una noche.
— Si esto lo aburre mí señor, ¿ Quiere que nos vayamos mejor?
Preguntó uno de sus aliados y guardaespaldas a su derecha.
— No, no — negó mirando la copa de vino con astio — Rousette se molestará conmigo, hace tiempo que no asisto a una presentación de sus modelos, y ella me quiere aquí. No quiero oír por teléfono después sus quejas.
— En algo tienes la razón, Rousette si que puede ser un adversario en contra, puede traerte muchos problemas. ¿ Sabe muchos secretos de tí no es cierto?.
Le decía su aliado como si ella lo tuviese sobre las cuerdas, algo que le dio mucha gracia .
— Recuerda que Mádame Rousette puede ser poderosa,pero solo yo decido hasta donde llega ese poder.
Le dijo formando en su rostro una sonrisa bufona, y el bebió la copa de vino destellando en sus ojos verdes soberbia en lo que yo me animaba a salir de mí escondite justo en ese momento.
Me alivie de no oír música electrónica, que siempre ponían en algún desfile de modas . Eso significa que no era tal como parecía y no tendría que pasar esa humillación frente a estos hombres.
Solo me asustaba no estar viendo a ninguna de ellas en medio de tanta gente hasta que las ví y era por qué ellas ya habían sido escogidas por algún magnates que las invito un trago.
Eso veía , de eso se trataba, tenía que esperar que alguien me escogiera como si fuera un baile donde me invitaran a salir.
De pronto las conversaciones a mí alrededor se detuvieron, todos voltearon a verme no podían sacarme los ojos de encima.Mis mejillas empezaron a arder, este vestido brillaba con las luces del lugar , era imposible pasar desapercibido, ahora que lo veía era la única que vestía así.
El señor Maquiavélo que hace poco se sintió abrumado por lo asfixiante del sitio encontró una nueva adquisición con la que quiso hacerse propietario al verme.
— ¿ Pero qué es esa preciosidad ?.— Preguntó deslumbrado.
— No lo sé, ¿ Vendrá con alguien?. No la vimos pasar con las otras mujeres.
....
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Comments
alexandra toro castillo
porfa no deje la novela a mitad está súper buena le ánimo a seguir escribiendo
2022-08-16
4
alexandra toro castillo
más capitulos
2022-08-15
0
Lucero Vazquez
pero como q esta un poquito mayor no???....le lleva mas de 20 años
2022-08-04
1