atrapante

Después de aquel encuentro tan extraño pero al mismo tiempo Fascinante, mí corazón saltaba como un tambor, indescriptiblemente al cerrar la puerta de la entrada, sonreí levemente por el momento más adrenalinico, y encantador que pasé en toda mí vida.

Lourice quién estaba hace tiempo en el sillón esperándome en vela, se reveló desde las sombras prendiendo la lámpara del living.

— Te ví, sonreiste.

Al verla, toda felicidad en mí rostros se borró.

— No, no es lo que piensas — negué rotundamente— solo me alegra que no haya pasado a mayores— le afirmé, con un rostro serio y me apresuré a subir las escaleras de delante mío.

Pero ella no se convenció — uhmmm,— murmuró dudosa cruzada de brazos y me siguió por detrás.

" Estoy segura que pasó algo, y no me lo quieres contar".

Insistió, pero yo reulli a su interrogatorio, queriendo no hablar sobre está noche. Mientas menos lo pensará, sería mejor. Por supuesto que Lourice no me dejó en paz hasta que finalmente le tuve que resumir lo sucedido, estando en su habitación, con el pijama puesto y algunas almohadas a nuestro alrededor. Como si fuese un pijama party.

— La verdad, no creí que sería tan amable, no me obligó a costarme con él, solo me ofreció una bebida y se pusó a hablar de cosas sin importancia toda la noche —. Le comenté con timidez, hablar de un hombre me ponía en vergüenza.

— ¡Entonces no fue tan malo cómo yo pensaba!.— Exclamó Lourice sobresaltandome por su exabrupto, pero cuando empezó a sacudirme yo pensé en lo que dijo, " No fue tan malo cómo yo pensaba", al ver mí expresión de desconcierto ella se apartó.

Una vez más había hablado de más...

— Digo,... cómo tu, como tú pensabas — tartamudeo— Olvídalo, es que estaba preocupada por tí, esos tipos soy muy rudos ¿ En verdad no te lastimó?.— preguntó y yo olvidé lo que dijo, al recordar de nuevo a aquél sujeto.

— No — negué y sonreí por la estupidez del señor Maquiavélo, al intentar seducirme— Solo intentaba hacerme hablar, intentando encontrar una abertura en mí fortaleza.

Pero Lourice no entendío mí eufonismo para no decir que estaba siendo galante para abrirme de piernas.

— ¿ ah? .— Dijo ella con una expresión de confusión.

— No lo entenderías.— Respondí y me levanté para ir hasta la puerta.

— ¿ intentaba buscar una abertura en ti ?, ¿ Acaso eres una caja fuerte ?. — Me preguntaba mirándome abrir la puerta de su habitación.

Yo reí por su ingenuidad y caminé hacia afuera.

— Lourice, ya te dije lo que querías saber. Ahora, sí no te molesta iré a descansar.

Fue lo último que le dije antes de irme, no quería hablar demasiado de las cosas que me contó, de seguro que las "buddies" no podían hablar de las citas con su señor. Debía mantener esa conversación en secreto, sobretodo lo de las rosas rojas.

Al irme al sofá, me puse a pensar en esa noche con más tranquilidad mientras intentaba dormir. Y de nuevo esas sensaciones me invadieron, adrenalina y éxtasis. Me recorrieron como corrientes eléctricas.

Veía los ojos seductores de Maquiavélo mirándome con una sonrisa . Algo había en su mirada, qué me hacía sentir cosquillas, aunque era un idiota que intentaba darme charla para bajar mis defensas, aún así no podía evitar sonreír, ¿ Su hechizo había funcionado?.

" Si claro, tendrá que hacer algo mejor que éso" Bufé.

No importaba que herramientas empleará ése experto cazador, no me tendría en su buffett.

Al otro día~. ••• ~

Maquiavélo llamó a la agencia temprano por la mañana. Al oir su inconfundible voz la recepciónista creyó que quería hablar con su jefa.

—¡ Señor Maquiavélo !— dijo con alegría, encantada por escucharlo y se apresuró a pasar la llamada — ya lo comunico con la Mádame.

Pero cuando estaba por apretar el botón del tablero de comunicación el la interrumpió.

— No, no, Grece..solo llamó para que programes otra cita con la chica de anoche.

Cuándo escuchó éso, Grace la recepciónista se quedó estupefacta.

— ¿ C-Camille?. — tartamudeo, no podía creerlo, el jamás pedía ver a la misma chica.

— Sí, ¿puedes contactarla?.

Grace, se quedó en silencio, le helaba la idea de la reacción de su jefa.

" Ah Mádame Rousette no le va a gustar ésto". Susurró temerosa.

—¿ Por qué dices éso?.— preguntó él curioso con una sonrisa del otro lado.

Al escuchar que la oyó, la recepciónista se puso nerviosa.

— No, no, por nada señor, ehm no tenemos un número de contacto de Camille, ni una dirección.

— ¿ Cómo que no tienen?, ¿ No se supone que es una acompañante?.

— Lo sé s-señor, es solo que ..

Grace no sabía cómo explicarse, ella no sé había preocupado de sacarme un número de dirección ni de teléfono, ni siquiera me había enseñado bien las reglas a seguir, Mádame Rousette no creía que sería útil. Si solo me descartaría luego de que Maquiavélo me usará.

Él asumió qué los celos posesivos de la Mádame quizás le impedían hablar a la recepciónista, así que colgó en un suspiro de agobio.

Llamó a los hombres con los que me escoltó anoche y pidió que les dijeran mí dirección.

En eso Grace después de aquella llamada, torpe y escandalizada no dejaba de tropezar y chocar, caminando con la mayor velocidad que le permitían sus tacones de 10 CM. Estaba apresurada por informar que Maquiavelo quería verme nuevamente.

En cuanto llegó desorientada por haber hecho caer sus lentes, Mádame Rousette presintio que algo no andaba bien al verla tan nerviosa.

— ¿ Qué sucede Grace?, ¿ El FBI?, ¿ Algún cliente está molestó? Dime.— Preguntó preocupada desde su escritorio, estaba tomando una copa de vino antes de que ella llegará.

Grace asentó las manos en su escritorio, exaltada por tanto correr.

— El Señor Maquiavelo, ¡ Quiere ver de nuevo a la chica de ayer!

—¿ Qué?. — Dijo Rousette dejando la copa a un lado levantándose de la silla con la peor cara de indignación. — Cómo puede ser que quiera ver de nuevo a esa ..

La Mádame apretó los dientes, intentando pensar como podía suceder algo así. André jamás había preferido a otra mujer luego de la primera noche, excepto a ella, que era su " Buddie" perfecta además de su socia incondicional.

~>>>>> En la casa<<<<<~

Un paquete llegó con unas flamantes rosas Rojas, al verlas me extrañe de el regalo, al abrir el paquete, me encontré con una nota.

[ Es hora de que me cuentes cómo es que sabes tanto de flores, estás rosas me hacen acordar a tí, pueden lastimar si las tomas del tallo, dicen que las más hermosas son las que tienen mas espinas. Posdata: No eres la única que puede hablar con eufonismos]

Reí, por su sarcasmo, e ironía, parece que entendía la forma en que hablaba, elevé un leve rubor en mis mejillas, así fue como me sonroje por primera vez. Con un hombre rodeado de mucho misterio que me atravesaria a la mitad.

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Comments

Maria Carolina montiel

Maria Carolina montiel

ahora ella sabe como seducir jajajajjajaja en serio peguense ms al personaje

2023-10-10

0

Ruth Diaz Millan

Ruth Diaz Millan

Me encanta ésta novela... me intriga que pasará entre ambos

2022-08-28

2

Liovanyela Peñalver Pereda

Liovanyela Peñalver Pereda

no puede ser algo menor el protagonista 😅

2022-08-19

3

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