Capítulo diecisiete
Por primera vez en mucho tiempo se sentía como un desgraciado. ¿Su madre lo habría tirado de la cuna y recién estaba empezando a ver efectos de las secuelas? ¿Por qué le había dicho eso a Camila? Tenía ganas de golpear a alguien, estaba muy frustrado. Salió de la oficina hecho trizas.
Nunca pensó que una niñita como ella pudiera sacarlo de esta forma. Siempre cuidó los modales y trató de estar calmado, cuando salía con alguna de sus empleadas. Aun así, no sabía por qué no pudo soportar verla coquetear con uno de sus empleados.
Se pasó toda la semana pensando para llamarla y finalmente lo iba hecho. Como era de esperarse, no lo atendió. Seguramente estaba muy ofendida, y con razón, ya que había sido un desgraciado.
El trabajo no le bastaba para distraerse, así que esa noche invitó a Ámbar y su amiga Ángela a su departamento. Después de pasar un momento de placer descontrolado con ellas, le pidió que se fueran. Uso el trabajo de excusa para estar solo.
—Debes dejar de trabajar y conseguir a una chica que te mime un poco más y terminaras enfermando —le dijo Ámbar.
—Sabes que no puedo —dijo él mientras la besaba en los labios.
—Tal vez nos llamaste porque hay una pequeña picando en tu cabeza. Sabemos de esas cosas —dijo Ángela, amiga de Ámbar.
Ámbar había hecho su pasantía con él en su bufete como lo estaba haciendo Camila, pero eran muy distintas. A Ámbar le encantaba dejarse llevar y nunca le había hecho ningún tipo de problema. Incluso había sido ella la que le había propuesto invitar a su amiga Ángela a sus encuentros.
—Déjalo Ángela, no necesita de tus comentarios —le advirtió Ámbar a su amiga.
Cuando las chicas abandonaron el departamento volvió al trabajo. Miró unas hojas que tenía que revisar y notó la letra de Camila en ellas. Había corregido un pedido de liberación para uno de sus clientes. Su forma de redactar parecía subjetivamente compasiva. No solo era hermosa e inteligente, a veces lo dejaba deslumbrado.
Al darse cuenta de que no iba a poder concentrarse, ya que no podía dejar de pensar en ella, llamó a un amigo para que la siguiera. Una semana más tarde le llega el informe. Al parecer rápidamente consiguió otro bufete para trabajar y terminó su tesis. Ella no necesitaba de él, y esto lo frustraba, puesto que deseaba que si lo hiciera. Se recostó en su cama reflexionando sobre la forma de hacer que vuelva, pero no sabía qué hacer.
Cada noche tuvo relaciones carnales e intensas con alguna que otra mujer, pero no terminó de gustarle. Ellas no son Camila, por lo que no tenía sentido para él.
Se sentó en el sillón donde estuvo con ella y tuvo un deseo imperioso de volver a tenerla encima de él. Al día siguiente, ya no podía esperar más y va hasta su nuevo trabajo. Esperaba a que saliera. Lo que primero iban a ser unos cuantos minutos se vuelven media hora. No le importaba con tal de volver a verla. Cuando por fin sale la ve hablar con sus nuevos compañeros. Verla con ellos hizo que se irritara.
¿Cómo podía sentirse tan celoso?
Por fin la dejaron en paz, y se despidieron. Eso le dio el valor suficiente para acercarse a ella con el automóvil. Sin poder evitar pensar en que pasaría y cuáles serían sus opciones si ella decidiera tratarlo mal o ignorarlo. Sabía que debía terminar con eso, ya que lo estaba enfermando. Pero aún no podía hacerlo.
—Hola, Camila —dijo sintiendo miedo de que lo mandara a la mierd*.
—Doctor. Qué sorpresa encontrarlo en la puerta de mi trabajo —dijo ella con ironía. Él sabía que se lo merecía.
—Necesito hablar contigo. ¿Podrías hacerme el favor de subir? —dijo de la forma más amable que le salió.
Ella parecía tensa. Pese a eso subió sin cuestionarlo. A Lisandro le gustaba cuando le daba un respiro y no lo contradecía. En el momento de intimidad solía ser muy dócil. Era una de las cosas que más le calentaban de ella. Aceptaba lo que le propusiera sin importar lo que fuera. Pese a llevar poco tiempo en esto, se notaba que lo disfrutaba de una manera única. Por ahora él era el único con quien ella había llegado a este tipo de intimidad y eso lo alentaba a seguir buscándola. Aunque no la vigilaba todo el tiempo, podía darse cuenta de que seguía siendo el único sobre su cuerpo que había llegado a su interior. Al mismo tiempo le aterraba pensar que conociera a otro, que tuviera intimidad con alguien que no sea él. Sabía que era la conducta de un enfermo posesivo imaginar eso, pero no podía evitarlo. Consideraba que esta era la razón por la que le gustaba tanto. Estar con una mujer que había sido solo suya, era la única explicación que encontraba para verse en la situación de no seguir a lo que su parte racional decía. Seguro de que solo se iba a seguir metiéndose en problemas.
Arrancó el motor del automóvil satisfecho de tenerla a su lado. Se veía hermosa, aunque al parecer seguía molesta con él. Era obvio para cualquiera con solo mirar cómo se comportaba.
—¿De qué se trata todo esto? —le preguntó ella sin modificar su tono acusador. El cual era muy sensual para él. Tanto que deseó besarla, pero se contuvo, ya que no quería espantarla.
—Es que necesito saber —dijo y comenzó el interrogatorio—. ¿Por qué renunciaste al bufete? ¿Por qué te fuiste de mi casa sin avisar la primera vez? ¿A qué estamos jugando? Tengo una reputación que mantener. No puedo estar detrás de niñas que solamente quieren jugar —dijo algo molesto, e inmediatamente se dio cuenta de que no lo había dicho apropiadamente.
No quería que ella pensara que la trató como a una niña. Esperaba que ella comprendiera que necesitaba entenderla. Que no sabía lo que pasaba por su mente y que le importaba.
—Me parece que usted está confundido, doctor. No trato ni traté de conseguir nada de usted. Y sí, no me siento cómoda trabajando para alguien que me ha visto desnuda y que me pide que compre ropa interior para luego desnudar a otras mujeres —dijo ella con la cabeza gacha.
Autora: Osaku
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 79 Episodes
Comments
esterlaveglia
bueno a ver si llegamos a un acuerdo joder que son abogados 🙄🥴😵💫🤣
2024-06-06
2
Elide Rubio
ay que feo ☹️ 😣 😕
2024-02-16
2
Scarleth Montano
Ámbar y Ángela son personajes secundarios en la malquerida¡¡.. son ellas??. las k practican s3xo con varios a la vez???..si es así Lisandro forma part d ese tipo d actividades???🤔🤔
2024-01-17
2