Un coctel caliente

Capítulo once

Camila y Nicolás se entretuvieron un rato hablando, mientras que el Dr. Cuartuco hacía sociales. Después se dedicaron a hacer lo que él les había pedido y conversaron con varios empresarios y otras personas que les había marcado. A Camila empezaba a gustarle sentirse parte del mundo judicial. Lo que le había dicho Nicolás la había ayudado a entender muchas cosas.

Cuando pusieron música, Nicolás le pidió que descansara un rato y bailara un poco con él. Camila pareció aliviada, ya que había dos hombres que no la dejaban en paz. Nicolás era unos cuantos años mayor que ella, pero había entrado en el bufete de la misma manera.

—Gracias por la ayuda —le dijo ella un poco avergonzada.

—Tranquila. Es normal que vean sangre fresca y quieran hincarte los dientes. La mayoría se creen los dioses del olimpo —le dijo entre risas.

A Camila le causó gracia lo que su compañero le dijo por lo que sonrió también. Ya que estaban hablando en confianza, aprovechó la situación y le preguntó un poco sobre su vida. Nicolás le contó que estaba soltero y que se dedicaba a trabajar, por lo que no tenía mucho tiempo libre para hacer las cosas que alguna vez le habían gustado.

—No es que me queje. El doctor Cuartuco es una inspiración para mí. Me ayudó mucho con la tesis para poder sacar mi doctorado. No solo me hizo el favor de leerla, sino que también me mostró recursos que podía usar y fui unos de los primeros de mi grupo en conseguirla—dijo orgulloso.

—Eso es increíble. Me parece que tú solo, también hubieras podido. Se nota que tienes muchos recursos —le dijo ella con toda sinceridad.

—No es tan así. Ahora tal vez, pero cuando me recibí era como todos. Un idealista que no podía ver más allá de la verdad. Sé que él parece un hombre frío y calculador, pero siempre ayuda mucho a los que están comenzando. A mí me habían rechazado varios antes de llegar a él, porque no tenía las mejores notas. Sin embargo, cuando hice mi exposición frente al doctor Cuartuco poco le importó eso —dijo Nicolás, haciendo que Camila sintiera más curiosidad por él.

—¿Y qué sabes de él? —le preguntó Camila—. Se la pasa trabajando por lo que su esposa debe estar todo el tiempo enfadada —dijo ella esperando la respuesta de Nicolás.

—En realidad se divorció hace unos cuantos años, su exesposa se llevó a su hija del país. Aunque él no quería le firmó el permiso —comentó Nicolás.

Parecía que Camila le había hecho decir cosas que se suponía no debía mencionar. Ella se sorprendió al escuchar eso. No pensaba que pudiera tener hijos.

Nicolás le ofreció traerle una copa de champán y Camila la aceptó. El vestido era bastante ajustado, por lo que había comido solo un par de canapés para que en su esbelta figura no se marcara su abdomen. Necesitaba esa copa, ya que se estaba deshidratando, hacía mucho calor ahí adentro rodeada de tantas personas.

Camila observó a las personas a su alrededor. La mayoría eran hombres, aunque había unas cuantas mujeres abogadas o juezas. Suponer en la posibilidad de ser una de ellas en algún momento la hacía tener algo de esperanza.

—Disculpe ¿Nos conocemos? —dijo un hombre joven de cabello oscuro y ojos almendra que se acercó a ella.

—Usted es el doctor Méndez, según tengo entendido —dijo Camila, ya que era una de las personas que tenía en su lista con la que debía hablar.

—¿Y usted, señorita? —le preguntó este porque era obvio que no la conocía y solo trataba de hablar con ella para ver si conseguía su número de teléfono.

—Soy la secretaria del doctor Cuartuco. Mi jefe espera que se comunique con él —le dijo ella y el rostro del muchacho pareció mostrar algo de incomodidad.

—Licenciado. Espero no este perturbando la tranquilidad de mi compañera —dijo Nicolás al acercarse a ellos.

—Claro que no, Nicolás. El doctor Méndez me decía que estaba encantado con la invitación que nuestro jefe le ha hecho —dijo Camila, sabiendo que este aún no le había contestado. Pero a la vez esperaba ponerle más presión.

—¿Doctor? Así que por fin terminaste tu tesis del doctorado. Creo que ahora tenemos dos motivos para volver a encontrarnos —dijo Nicolás tomándole el pelo al otro muchacho. Si bien sabía que no era la mejor manera de proceder. Había cierta rivalidad entre ellos desde hacía años.

—Me están llamando, debo dejarlos. Un placer volver a verte Nicolás —le dijo él y se fue.

Camila comenzó a reír mientras tomaba en su mano la copa de champán. Toda esta clase de situaciones hacían que su sangre hirviera.

—Es solo un tonto que piensa que es un pez grande cuando ni siquiera sabe atarse los cordones —dijo Nicolás e hizo reír nuevamente a Camila.

—Doctor. ¿Necesita algo más? —preguntó Nicolás al ver que se acercaba a ellos mientras bebían.

—Opino que la noche de trabajo ya ha terminado, así que pueden disfrutar —dijo él y Camila por fin se pudo relajar para terminar de beber su copa—. ¿Qué le parece si baila conmigo, señorita Fernández?

Nicolás la empujó para animarla a que fuera. Al parecer no estaba al tanto de lo que había pasado entre ellos. Camila aceptó, aunque no deseaba ir con él a la pista precisamente. En parte no quería ilusionarse porque seguramente después de que él la rechazara volvería a sentirse decepcionada.

Camila le entregó su vaso a Nicolás y le hizo una seña de desagrado que provocó una sonrisa en él. Camila iba a disfrutar bailar con su jefe, pero no había razones que Nicolás lo supiera.

Cuando llegaron al centro de la pista pusieron una canción lenta y él la tomó una mano y con la otra se aferró a la cintura de la joven. Acercó su cuerpo al de ella, dejando su rostro pegado a la oreja de Camila.

—Estás exquisita, Camila —dijo él y un calor atravesó todo el cuerpo de la muchacha.

—Pensé que era la señorita Fernández —dijo intentando contener el deseo que sentía por él cuando le hablaba de ese modo.

Su cuerpo rozándola al compás de la melodía, el aroma de su perfume, el calor de sus manos. Todo en él la provocaba. Recordaba esa noche en la que habían estado juntos, en la que él le había mostrado un mundo lleno de lujuria y disfrute que esperaba volver a obtener.

Aun así, seguía su lucha interna de aceptar que él era su jefe y debía mantener distancia si deseaba ser profesional, cosa que por momentos se cuestionaba. Sobre todo, después de lo que él le había dicho. Ella era solo un polvo, uno muy rico, según parecía por cómo él le hablaba en este momento.

Para Camila esto no significaba que lo amara. Para nada, no era tan tonta como para amar a un hombre solo por tomar su virginidad. La cosa era que lo había hecho tan bien que deseaba, anhelaba repetir la experiencia. Su cuerpo se lo recordaba cada instante que ella pasaba cerca de él.

—Yo creí que había quedado claro que ya no estabas en horario laboral —dijo y sin que nadie lo notara besó el cuello de Camila.

—Considero que se está confundiendo conmigo —dijo ella avergonzada por la situación. Tenía miedo que otros los vieran y que pensaran mal de ella.

—No estoy confundido contigo preciosa. Desde que te vi en la puerta de tu departamento he tenido el deseo casi incontrolable de quitarte ese vestido y saborear todo tu cuerpo desnudo —dijo Lisandro, para sorpresa de Camila.

Ella sabía que no debía caer tras dos o tres palabras de seducción. Era una mujer inteligente y no debía dejarse intimidar por este hombre. Sin importar quién fuera o lo que deseara tener de él en la intimidad. Ahora la estaba usando y hasta humillando.

—Si bien puedo reconocer que mi belleza puede impactar a algunos hombres. Esto parece más un acoso laboral. No quiero tener problemas con usted. O mejor dicho que termine teniendo problemas conmigo. Ya que un polvo no debe complicar las cosas en una fiesta donde hay cientos de personas a nuestro alrededor —dijo ella, un poco molesta.

Él sonrió, no pensó que ella lo iba a tratar de ese modo. Hasta ahora había sido tan dócil, que le preocupaba haberse equivocado con ella. Sin embargo, le demostraba que no iba a hacerle fáciles las cosas. Por lo que debía cambiar la estrategia.

—En eso estás equivocada, ya que en este momento eres tú la que tiene el poder de decidir si te vas a tu casa o vienes a la mía. Ahora no soy tu jefe, solo soy un hombre que te desea con todo su ser y que está dispuesto a lo que sea para que aceptes pasar la noche con él —le dijo al oído con la voz ronca.

—¿Así es como se entretiene doctor? ¿Buscando seducir a una pasante en una de estas estúpidas fiestas? Pues está equivocado si supone que eligió un buen momento para seducirme —dijo Camila dispuesta a alejarse de él en ese mismo instante.

—Espera Camila. Aceptaste bailar una canción conmigo. Si te vas ahora incumplirías con tu palabra —dijo él casi como si fuera una orden.

—Déjemelo pensar por un momento —dijo ella y dejó de bailar con él —. Pues ya que no le debo respeto porque no estamos en horario laboral… Pues me importa una mierd*.

La canción terminó y aunque Camila estaba muy molesta, volvieron juntos al lado de Nicolás. Camila no sabía qué creer… El doctor Cuartuco la había dejado experimentando demasiadas sensaciones. Por un lado, quería repetir con él, pero comenzaba a asustarse. Él tenía demasiadas maneras de convencerla. ¿Estaba segura de meterse ahí? Su deseo por este hombre nublaba su juicio. Y por, por otro lado, ¿qué había sido ese intento de dominarla delante de todos? Ella no podía permitirse que alguien la avergonzara de ese modo.

—Voy a irme a mi casa. Ya es tarde y mañana debemos levantarnos temprano —dijo Camila tratando de ocultar el motivo real por el que se estaba yendo.

Nicolás le ofreció llevarla hasta su casa. Ella deseaba decirle que no y anhelaba que fuera Lisandro quien la llevara, pero al no ofrecerse delante de Nicolás no le quedó otra opción que aceptar. Saludaron a su jefe y salieron del hotel. Mientras esperaban que les trajeran el automóvil de Nicolás, este recibió una llamada. Camila lo miró con sorpresa.

—Entiendo. Sí, sí, no hay problema —dijo y cortó—. Camila, me vas a querer matar, pero tengo que volver a la fiesta. Acaba de llegar un concejal con el que debo hablar sí o sí.

—No te hagas problema. Puedo tomar un Taxi. Que te vaya bien. Y suerte con él —le dijo ella y se despidió de Nicolás con un pequeño beso en la mejilla.

Cuando Nicolás entró al hotel, Camila fue a la puerta principal para buscar una parada de taxi. Le sorprendió ver el automóvil de su jefe frente a ella. Se acercó y abrió la puerta del acompañante. Ahora entendía todo. Él no quería que los vieran salir juntos debido a los reporteros. Sin embargo, en la fiesta la había besado en el cuello. Maldito desgraciado.

—¿Lo hiciste a propósito? —preguntó ella y él le dijo que no sabía de qué le estaba hablando—. ¿Le pediste a Nicolás que vuelva a la fiesta para hablar con un concejal?

Él evadió la pregunta y le pidió que subiera, ya que estaban en un lugar que estaba prohibido estacionar. Camila sabía que no debía hacerlo, sin embargo, no pudo evitar satisfacer su curiosidad. Ya dentro del vehículo se colocó el cinturón de seguridad para que él pudiera arrancar el coche.

Lisandro no pudo evitar ver como el vestido marcaba la silueta de la joven y mostraba sus hermosas curvas. Estas que esperaba volver a poseer esa misma noche. Siendo un hombre que había perdido muy pocos juicios, sobre todo en su juventud y con casi nada de experiencia. Estaba seguro de que encontraría la manera de convencer a Camila para que esa noche se quedara junto a él, y de ser posible le permitiera permanecer dentro de ella la mayor cantidad de tiempo posible.

Autora: Osaku

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Comments

Mary Cabrera

Mary Cabrera

ese hombre esta prendado y ella ni se diga, pero el control quien lo tiene?

2025-01-12

1

Laura Puente

Laura Puente

este hombre es.... todo ó nada 😈

2024-12-09

1

Luna_Jago

Luna_Jago

❤️💜

2024-11-18

1

Total
Capítulos
1 Por qué rompes mi corazón?
2 Bajo la lluvia
3 Un ángel
4 Tutéame
5 ¿Está bien preguntar?
6 Necesito tu consentimiento
7 ¿Por qué te vas?
8 Maldita sensación
9 Renuncia
10 Atracción y arrepentimiento
11 Un coctel caliente
12 Como hielo
13 ¿Qué tanto miran?
14 Tu reputación
15 No lo seguiré soportando
16 Lisandro
17 Déjame besarte
18 Yo también quiero
19 No puedo más
20 Deja de ser tan...
21 Un gran dolor
22 No me dejas opción
23 Un caso perdido
24 Tutéame
25 Celos irracionales
26 Tóxico
27 Algo más que tú
28 Complicaciones
29 Ya no eres el mismo
30 ¿He sido engañada?
31 Vete a la mierd*
32 Mía por siempre
33 Cristian, de nuevo
34 La fiesta de fin de año
35 Las verdades de Lisandro
36 Ella por sobre todas las cosas
37 Me preocupo por ti
38 Necesito cuidarte
39 Los puntos sobre las ies (Parte I)
40 Los puntos sobre las ies (Parte II)
41 Una mirada distinta
42 Leonel
43 Lo que oculta Leonel
44 No voy a caer
45 El fin de Camila y Lisandro
46 Lleguemos a un acuerdo
47 Voy a matarlo
48 No soy un peón
49 Le gustas, date cuenta
50 Sé buena
51 ¿Por qué desapareces?
52 No me dejes
53 Un secreto inesperado
54 Dura como piedra
55 Una promesa por cumplir
56 Un rescate traumático
57 El pasado de Lisandro
58 ¿Y ahora qué?
59 Un secreto doloroso
60 Es tuyo
61 Un caos
62 Su secreto mas oscuro
63 Lo lamento
64 El secreto de Leonel
65 La trágica noticia
66 Entre familia
67 Un rayo de luz
68 La prometida de Leonel
69 Emboscada
70 Una decisión difícil
71 El resultado
72 El secreto de Lisa
73 Mi herencia
74 Justicia humana
75 Un año después
76 Por siempre y para siempre
77 Bibliografía 2020 – 2022
78 Bibliografía 2023 - Primera parte
79 Bibliografía 2023 - Segunda parte - Nuevas historias
Capítulos

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1
Por qué rompes mi corazón?
2
Bajo la lluvia
3
Un ángel
4
Tutéame
5
¿Está bien preguntar?
6
Necesito tu consentimiento
7
¿Por qué te vas?
8
Maldita sensación
9
Renuncia
10
Atracción y arrepentimiento
11
Un coctel caliente
12
Como hielo
13
¿Qué tanto miran?
14
Tu reputación
15
No lo seguiré soportando
16
Lisandro
17
Déjame besarte
18
Yo también quiero
19
No puedo más
20
Deja de ser tan...
21
Un gran dolor
22
No me dejas opción
23
Un caso perdido
24
Tutéame
25
Celos irracionales
26
Tóxico
27
Algo más que tú
28
Complicaciones
29
Ya no eres el mismo
30
¿He sido engañada?
31
Vete a la mierd*
32
Mía por siempre
33
Cristian, de nuevo
34
La fiesta de fin de año
35
Las verdades de Lisandro
36
Ella por sobre todas las cosas
37
Me preocupo por ti
38
Necesito cuidarte
39
Los puntos sobre las ies (Parte I)
40
Los puntos sobre las ies (Parte II)
41
Una mirada distinta
42
Leonel
43
Lo que oculta Leonel
44
No voy a caer
45
El fin de Camila y Lisandro
46
Lleguemos a un acuerdo
47
Voy a matarlo
48
No soy un peón
49
Le gustas, date cuenta
50
Sé buena
51
¿Por qué desapareces?
52
No me dejes
53
Un secreto inesperado
54
Dura como piedra
55
Una promesa por cumplir
56
Un rescate traumático
57
El pasado de Lisandro
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¿Y ahora qué?
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Un secreto doloroso
60
Es tuyo
61
Un caos
62
Su secreto mas oscuro
63
Lo lamento
64
El secreto de Leonel
65
La trágica noticia
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Entre familia
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Un rayo de luz
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La prometida de Leonel
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Emboscada
70
Una decisión difícil
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El resultado
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El secreto de Lisa
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Mi herencia
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Justicia humana
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Un año después
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Por siempre y para siempre
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