Bajo la lluvia

Capítulo dos

La noche cubría el cielo de nubes esperando desahogarse. Al igual que la joven que acababa de ser abandonada por el que esperaba, se convirtiera en su prometido esa misma noche. El mismo hombre que había roto a la pobre chica de cabello castaño claro en varios pedazos.

Aunque Camila sabía que iba a ser un poco de frío, ya que había buscado el pronóstico en su teléfono celular. A la hora de elegir su vestimenta se había puesto un vestido y sandalias altas; sabía que le costaría caminar. A ella no le importó, puesto que estaba segura de que su novio la llevaría de nuevo a casa en el coche. Normalmente, odiaba llevar tacos altos, más aún sabiendo que era un requisito de su trabajo. Por ese motivo ya tenía los pies llenos de callosidades y en otro momento habría evitado salir así vestida, pero por su cabeza no había pasado ni un instante la posibilidad de que la noche terminara de esa manera.

Mientras que las nubes propiciaban lluvia. El viento se encargó de hacerle la vida imposible, levantándole la falda varias veces. ¿A caso todos estaban de acuerdo en hacer esa noche una mierda para ella? Camila trató de bajar su falda luchando contra el viento para que no se le vieran las bragas. Cuando de repente sintió cómo su cuerpo era empujado contra la pared en la esquina de una calle. Dos maleantes estaban a punto de asaltarla.

Ella no llevaba más que su móvil y su pequeña cartera de mano. Por lo que el episodio fue corto. La habían despojado de sus pertenencias y la habían terminado de humillar. Nada podía hacer que este día fuera peor, pensó para sus adentros. Sin embargo, la noche era joven, y mientras ella repasaba la discusión que había tenido a lo largo de estos cinco años con Cristian, comenzó a llover.

Maldecir en voz alta no era suficiente para descargar el malestar que había en su interior. Golpear a los maleantes tan vez la habría reconfortado, pero todo pasó tan rápido que no tuvo la oportunidad de hacerlo. Además, eran dos, si ella hacía algo seguro hubiera terminado peor la situación. Vivía en una ciudad que era considerada muy peligrosa. Solo podía compararse con ciudad gótica. Ella ahora se daba cuenta de que había tenido que pedirle más dinero prestado a su amiga para así tomarse un taxi. ¿Pero quién podría culpar a Camila por su reacción después de lo que estaba viviendo? Quienquiera que lo hiciera solo sería más ruin que; su ahora exnovio Cristian.

El mal nacido varias veces le había dicho que quería que tuvieran mayor intimidad, pero la familia de Camila era muy conservadora. Y ella había querido respetar a sus padres y el esfuerzo que estos habían hecho para mandarla a la universidad. Si quedaba embarazada antes de recibirse, no solo sería una decepción para ellos, sino que sus padres tendrían que soportar a los chismosos del pueblo. Por lo que ella había limitado la intimidad de ambos a jugueteo. Algo que él no había podido cambiar en estos cinco años por más que lo había intentado.

—¡Carajo! Me robaron. ¿Qué más me puede pasar esta maldita noche? —dijo llena de rabia, tratando de liberar un poco su malestar, pero sin éxito.

Había bebido de golpe el trago que Cristian había dejado en la mesa al irse. Algo a lo que no estaba acostumbrada, por lo que empezaba a marearse. Ella no era de las personas que bebían con frecuencia. No sabía cómo iba a hacer para comunicarse con Guadalupe. Su casa quedaba lejos de donde estaba y aunque tomara un taxi podía ser que ella estuviera durmiendo. Y ya que era un complejo de edificios, era muy probable que no pudiera comunicarse con ella ni accediendo al portero eléctrico. Por lo que tenía que buscar otra manera de llegar.

Recordó que tenía una compañera de la facultad que vivía más cerca de ahí, por lo que emprendió el viaje bajo la lluvia en su dirección. Cada vez llovía más fuerte, por lo que Camila maldijo una vez más en voz alta. Trató de caminar más rápido, pero no podía. Esos tacos no la dejaban hacerlo. En este momento ella ya había empezado a cuestionar la manera en la que había procedido no solo ese día, sino durante el tiempo que había salido con ese maldito.

Siempre tan sumisa y responsable, haciendo lo que él quería que fuera. Mostrándose como la chica perfecta, siendo que él no era un buen novio. Ahora se daba cuenta de que él no volvía porque estaba con otra. ¿Cuántas veces la habría engañado? ¿Con cuántas mujeres? Por qué seguramente no era la primera chica con la que la engañaba.

Camila se sentía tan tonta y desdichada, tan impotente. Si uno de sus compañeros apareciera se acostaría con él. Solo para dejar de ser virgen. Para poder dejar por un instante a la estúpida en la que se había convertido esos cinco años.

Un automóvil se detuvo al lado de Camila y ella pensó que tal vez sería uno de sus compañeros de trabajo o algún conocido. Su suerte por fin estaba cambiando, creyó, pero no. El tipo del automóvil era un desconocido que la confundió con una prostituta.

—Lo que me faltaba —dijo ella molesta con la situación—. Por qué no me haces el favor y te vas a la mierda.

Al decir eso, el automóvil siguió de largo. Por suerte para ella el tipo no había sido insistente. Tal vez la cara de endemoniada que llevaba Camila, cuando le preguntó cuánto cobraba, lo había espantado. Aunque unas cuadras más adelante, otro automóvil bajó la velocidad y se puso cerca de ella como el anterior. Camila estaba cansada, le dolían los pies y tenía frío. Por lo que ni siquiera se volteó a verlo cuando bajaba la ventanilla del lado del pasajero.

—Ya terminé de trabajar por hoy. Así que vas a tener que buscarte a otra puta barata —dijo ella con ironía y sin más siguió caminando.

No iba a darle explicaciones a un maldito desgraciado que no era capaz de conquistar a una mujer de la manera habitual y tenía que acudir a una prostituta. Seguramente era un maldito, al igual que Cristián. Había muchos de esos por la calle. Tipos que engañaban a sus novias o a sus esposas con prostitutas. ¿Por qué? Porque seguramente eran tan poco hombre que solo se sentían a gusto pagando por eso. Ya que una prostituta jamás le diría lo horrible que eran en la cama. Como Cristian, que ni siquiera sabía cómo hacerla llegar con su boca. Un hombre así no se merecía su virginidad, ni su cuerpo. Por un instante se sintió feliz de no haber tenido relaciones con ese maldito. Puesto que era probable que en la cama fuera un desastre. Cinco años y ni un maldito orgasm* le había dado. ¿Qué sabia él de hacer feliz a una mujer? Camila salió de su burbuja al darse cuenta de que el maldito del automóvil todavía la seguía. Esperó unos metros más y terminó estallando de ira.

—¿A caso no puedo estar caminando sola bajo la lluvia sin que quieran romperme las malditas pelotas? —dijo ella susurrando, pero, aun así, el automóvil no se alejó de ella­—. ¡Maldita sea! ¿Una mujer no puede caminar sola en la calle sin que se la quieran meter? ¡No soy prostituta, déjeme en paz!

Después de decir eso miró furiosa en dirección al vehículo. ¿Podía ser este el peor día de su vida? Sí, claro que lo era. El hombre que estaba dentro del automóvil era ni más ni menos que su jefe. No era su supervisor, ni su coordinador. Era el jefe, del jefe, de su jefe. El dueño del bufete donde ella estaba haciendo la pasantía. Pensó que iba a desmayarse del impacto que esto les provocó a sus emociones. Esta noche definitivamente se había convertido en la peor de su corta vida y probablemente arruinaría su futuro como abogada.

Creyó en declararse incompetente, pero él sabría que sería solo una mentira. Ya que el doctor Cuartuco era experto en el tema. ¿Quién era mejor abogado que ese hombre al que le había gritado como una desquiciada? ¿A caso la despediría? ¿Qué haría ella si la dejaba sin trabajo antes de terminar su pasantía? ¿De dónde sacaría un nuevo bufete para poder concluir con su tesis? ¿Quién sería tan estúpido como para ir en contra de este hombre? En el país era uno de los mejores y todo el que estuviera en su contra tenía que tener con qué. Él la aplastaría como a una cucaracha, y no como esas que intentas aplastar y salen vivas. Si no como esas que quedan completamente despedazadas, esas a las que sientes crujir debajo de tu pie. Asquerosamente aplastada por el pie del hombre más intimidante de toda la ciudad.

Una nueva idea se cruzó en su mente. Tal vez aún él no la había reconocido, tenía una mínima posibilidad de salir de esta situación ilesa. Tal vez la apariencia de cenicienta pasada por agua podía hacer que él no la reconociera, o tal vez ni siquiera le había puesto atención en el trabajo y no recordaba su rostro o su nombre, tal vez… No. Camila no tenía esa suerte. Ya que su sueño se derrumbó al escuchar la voz del hombre en cuestión.

—Señorita Fernández —dijo él y ella supo que este era su fin—. ¿Se puede saber qué hace en medio de esta lluvia?

Las palabras del hombre parecían más de sorpresa que de enojo. Tenía una voz imponentemente grave y muy sensual para cualquier mujer que lo escuchara. Como si con cada una de sus palabras un pequeño conjunto de serotonina se liberara en la cabeza de la joven. Era tan profunda e imponente que siempre que lo había escuchado en su trabajo había causado que se estremeciera.

El doctor Cuartuco era un hombre de esos que desbordaban elegancia. Muy atractivo teniendo en cuenta que, no parecía tener más de unos cuarenta y tantos. Los cuales llevaba de maravilla. Todas las chicas del bufete estaban locas por él. Y por lo que había escuchado era una persona con un trato muy agradable para ser que era uno de los más feroces en el juzgado.

Hasta cuando caminaba lo hacía con porte y una manera seductora. Parecía de esos modelos de pasarela mezclados con esos tipos de los gimnasios que hacían pesas. Como si su cuerpo le permitiera moverse, pero solo de una manera en la que imponía su porte.

—Doctor. Lamento lo que dije. Es que… Sé que no es una excusa, pero no he tenido una buena noche y… —dijo ella tratando de justificarse, pero fue interrumpida por esa voz grave y sensual a la que no estaba acostumbrada todavía.

—¿Le gustaría que la alcanzara a algún lugar? Aunque no deseo privarla de sus placeres nocturnos, de ir bajo la lluvia insultando a las personas —dijo él con una sonrisa que provocó que Camila se sonrojara —No es que quiera meterme en su vida; sin embargo, si sigue así se va a terminar enfermando.

¿A caso estaba loca o el hombre más conocido y prestigioso en la ciudad acababa de hacerle un chiste? El doctor Cuartuco estaba invitándola a entrar a su coche. Él, que había podido presidir de ayudarla con tan solo seguir de largo.

¿Qué era lo que estaba mal aquí? Se suponía que este debía ser el peor día de su vida, no podía pasar algo bueno. Se decía Camila en su mente. Tenía que haber una trampa, tal vez cuando quisiera subir al automóvil él arrancaría y se burlaría de ella como hacían los malos en las películas antiguas. Era la única respuesta que tenía lógica para la mente perturbada de la joven en ese momento.

Autora: Osaku

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Comments

Luna_Jago

Luna_Jago

💜❤️💜❤️

2024-11-18

1

Haidee González

Haidee González

por favor escritora fotos de los personajes principales, gracias por su atención

2024-09-22

0

Dalia Barco

Dalia Barco

Ay no Camila! con esa nochecita tuya prefiero atrapar clavos calientes con el nulodigas/Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/

2024-09-15

1

Total
Capítulos
1 Por qué rompes mi corazón?
2 Bajo la lluvia
3 Un ángel
4 Tutéame
5 ¿Está bien preguntar?
6 Necesito tu consentimiento
7 ¿Por qué te vas?
8 Maldita sensación
9 Renuncia
10 Atracción y arrepentimiento
11 Un coctel caliente
12 Como hielo
13 ¿Qué tanto miran?
14 Tu reputación
15 No lo seguiré soportando
16 Lisandro
17 Déjame besarte
18 Yo también quiero
19 No puedo más
20 Deja de ser tan...
21 Un gran dolor
22 No me dejas opción
23 Un caso perdido
24 Tutéame
25 Celos irracionales
26 Tóxico
27 Algo más que tú
28 Complicaciones
29 Ya no eres el mismo
30 ¿He sido engañada?
31 Vete a la mierd*
32 Mía por siempre
33 Cristian, de nuevo
34 La fiesta de fin de año
35 Las verdades de Lisandro
36 Ella por sobre todas las cosas
37 Me preocupo por ti
38 Necesito cuidarte
39 Los puntos sobre las ies (Parte I)
40 Los puntos sobre las ies (Parte II)
41 Una mirada distinta
42 Leonel
43 Lo que oculta Leonel
44 No voy a caer
45 El fin de Camila y Lisandro
46 Lleguemos a un acuerdo
47 Voy a matarlo
48 No soy un peón
49 Le gustas, date cuenta
50 Sé buena
51 ¿Por qué desapareces?
52 No me dejes
53 Un secreto inesperado
54 Dura como piedra
55 Una promesa por cumplir
56 Un rescate traumático
57 El pasado de Lisandro
58 ¿Y ahora qué?
59 Un secreto doloroso
60 Es tuyo
61 Un caos
62 Su secreto mas oscuro
63 Lo lamento
64 El secreto de Leonel
65 La trágica noticia
66 Entre familia
67 Un rayo de luz
68 La prometida de Leonel
69 Emboscada
70 Una decisión difícil
71 El resultado
72 El secreto de Lisa
73 Mi herencia
74 Justicia humana
75 Un año después
76 Por siempre y para siempre
77 Bibliografía 2020 – 2022
78 Bibliografía 2023 - Primera parte
79 Bibliografía 2023 - Segunda parte - Nuevas historias
Capítulos

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1
Por qué rompes mi corazón?
2
Bajo la lluvia
3
Un ángel
4
Tutéame
5
¿Está bien preguntar?
6
Necesito tu consentimiento
7
¿Por qué te vas?
8
Maldita sensación
9
Renuncia
10
Atracción y arrepentimiento
11
Un coctel caliente
12
Como hielo
13
¿Qué tanto miran?
14
Tu reputación
15
No lo seguiré soportando
16
Lisandro
17
Déjame besarte
18
Yo también quiero
19
No puedo más
20
Deja de ser tan...
21
Un gran dolor
22
No me dejas opción
23
Un caso perdido
24
Tutéame
25
Celos irracionales
26
Tóxico
27
Algo más que tú
28
Complicaciones
29
Ya no eres el mismo
30
¿He sido engañada?
31
Vete a la mierd*
32
Mía por siempre
33
Cristian, de nuevo
34
La fiesta de fin de año
35
Las verdades de Lisandro
36
Ella por sobre todas las cosas
37
Me preocupo por ti
38
Necesito cuidarte
39
Los puntos sobre las ies (Parte I)
40
Los puntos sobre las ies (Parte II)
41
Una mirada distinta
42
Leonel
43
Lo que oculta Leonel
44
No voy a caer
45
El fin de Camila y Lisandro
46
Lleguemos a un acuerdo
47
Voy a matarlo
48
No soy un peón
49
Le gustas, date cuenta
50
Sé buena
51
¿Por qué desapareces?
52
No me dejes
53
Un secreto inesperado
54
Dura como piedra
55
Una promesa por cumplir
56
Un rescate traumático
57
El pasado de Lisandro
58
¿Y ahora qué?
59
Un secreto doloroso
60
Es tuyo
61
Un caos
62
Su secreto mas oscuro
63
Lo lamento
64
El secreto de Leonel
65
La trágica noticia
66
Entre familia
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Un rayo de luz
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La prometida de Leonel
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Emboscada
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Una decisión difícil
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El resultado
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El secreto de Lisa
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Mi herencia
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Justicia humana
75
Un año después
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Por siempre y para siempre
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Bibliografía 2023 - Primera parte
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Bibliografía 2023 - Segunda parte - Nuevas historias

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