—Suéltame — protesté—me iré a casa.
Este se rio a carcajadas.
—De aquí no vas a salir hasta que amanezca —informó—Creo que no te lo dijeron ¿verdad?
Ahora sí que me sentía en un limbo.
—¿Qué está pasando? ¡Esto está muy raro! —
—¿Raro? ¡Oh entiendo! Jamás has estado en fiestas como estas —dijo con voz sarcástica.
—¡No! Me quiero ir, esto es asqueroso —comenté.
De repente él se aproximó a tal punto que su respiración se hacía latente.
—Como puedes expresarte de esa manera, si tu cabeza está llena de asquerosidades como estas —
Me sorprendió el hecho de que opinara como si pudiera leer mis pensamientos.
—No sé dé que hablas ¿Estás borracho? —
—¿No sabes de qué hablo? —repitió—Sabes bien, que muy en el fondo sueñas con estar cogiendo conmigo.
Trague grueso, me sentía intimidada. No podía creer como las palabras obscenas salieran tan fáciles de su boca.
—Yo puedo cumplir ese sueño Sam —aseguró acercando su boca a la mía.
Cada vez estaba más cerca, me sentía en un frenesí incontrolable. ¿Tendría razón? ¿En verdad lo deseaba con tanto fervor?
—Puedo cumplir tus más íntimas fantasías —recalcó — Puedo hacer que te sientas en el paraíso. Solo di que si y entra a mi mundo.
Cada palabra de su grave voz carcomía mi interior, sentía como el calor recorría cada parte y se volvían palpitaciones en mi zona íntima.
— Sientes esas palpitaciones allá abajo, sientes como te humedeces poco a poco. Tu cuerpo me llama y tú lo estás evitando —dijo susurrándome al oído—Deja que pruebe un poco de eso.
De pronto percibí su tacto por encima de mi pantalón junto entre mi entrepierna.
Justo en ese instante, perdí el control y lo besé a lo que correspondió de inmediato. Me cargo y me llevó a un viejo roble que estaba a nuestra izquierda. Enrolle mis piernas alrededor de su cintura y su bulto dio justo en mi intimidad.
A continuación comenzó a frotarse contra mí, como si me estuviese penetrando. Lo que me hizo soltar varios gemidos. Su roce y movimientos que cada vez se hacían más intensos causaron que un líquido tibio saliera de mi zona.
Este gimió y me miró con lujuria.
—La primera venida de Samantha Walas —
¿Cómo rayos lo sabía sin siquiera palparme?
—Ya ves lo que puedo hacer —dijo orgulloso—Solo di que quieres que te folle y haré mucho más que eso.
Quería si, pero no aquí, no ahora. Se trataba de mi virginidad, algo muy preciado en la vida de una chica. Además, Max solo me usaría para pasar el rato y luego me desecharía.
—No, lo siento, pero no voy a perder mi virginidad en un sitio como este y así —recalque.
Esté al terminar de decir eso, me bajó y se distanció.
—Excusas... Pues, vete a la mierda Sam —dijo con arrogancia.
Encendió un cigarrillo y comenzó a andar hacia la nada.
—¿A dónde vas? —
Me sentí estúpida porque a pesar de lo que pasó, seguía detrás de su sombra, lo que llevaba a que su gran ego se elevará.
Solo me miró, y justamente pasaba una chica de aspecto gótico como él. Este la agarro de la cintura le dijo algo en el oído y se besaron.
—Iré a tener sexo. Feliz madrugada —concluyó.
El enojo me envolvió al verlos como se alejaban. Quería matarlo no solamente a él, también a ella por zorra.
¡Maldito! Max simplemente se definía como el rey de los desgraciados. ¡Lo odiaba y mucho!
Decidí volver a la realidad y dejar lo que ocurrió a un lado. Aunque todavía la decepción y la irritabilidad seguían en mí. ¡Esto definitivamente no me volvería a pasar!
Di de nuevo marcha para salir de ese oscuro bosque. Mi teléfono no tenía señal, sin duda alguna este sitio no lo frecuentaba nadie.
A pesar de todo, la suerte me sonreía, a lo lejos divisé la carretera y seguí su curso cuando llegue a la misma.
Esto realmente parecía un desierto, sin un alma que se apiadara de esta tonta ingenua. El frío golpeaba ferozmente y me ponía la piel de gallina; sin embargo, en una parte del camino, la calidez se hizo presente y me quedé allí intentando calentarme.
De repente una ola de calor cubrió como si una gran brasa estuviera cerca. Entonces en medio de la nada vi un resplandor, así que me acerque sin dejar de vista la carretera.
Mientras más cortaba la distancia, más subía la temperatura y si no fuese porque tropecé casi caigo a un gran agujero en medio de algunos matorrales que lo cubrían.
Dicho agujero emanaba un olor peculiar y al parecer no tenía fin, ya que la luz emergía de lo más profundo como si fuese un volcán.
Me quité porque ya el calor se me hacía insoportable.
A continuación tomé la determinación de regresar, no obstante una voz me detuvo, o muchas voces de hecho y eso no era todo todas las tonalidades de habla provenían de ese agujero.
—¿Qué está sucediendo? —dije aproximándome; sin embargo, el temor fue más fuerte y me aleje dando grandes zancadas para retornar.
Ya de nuevo en la ruta, recobre el aliento poco a poco. La noche se hizo larga, y presencie el amanecer llegar.
A lo lejos vi una pequeña cafetería en donde aproveche de pedir un café y una llamada.
—¿Estás bien? ¿Te ves cansada? —dijo la mesera que atendía la barra.
—Vengo de muy lejos caminando —dije tomando un sorbo de mi capuchino.
—¿En serio? De qué parte —
—La verdad no lo sé —confesé—Pero vi el agujero luminiscente que está de camino acá. Es muy peligroso parece tener lava en su interior.
La mesera al parecer se sorprendió con lo que le acababa de revelar.
—En toda mi vida viviendo aquí jamás supe sobre ese agujero —reflexionó—Tal vez es recién.
—O tal vez es otra cosa —dijo una anciana sentándose a mi lado— Helen mi niña, todo tiene una explicación.
La mire atentamente y la señorita hizo lo mismo, mientras se expresaba libremente.
—Lo que vio la jovencita... Fue la entrada al infierno—
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Comments
Ido Rojas
/Slight//Slight//Slight//Slight//Slight//Slight//Slight/
2024-08-17
0
geo
oh qué horrible tengo miedo jajaja
2024-07-17
0
💖Elismar💋
yo creo que esos chicos vienen de ese agujero xq como Max va a saber los pensamientos de Sam. Son demonios
2023-10-20
4