Masoquismo

—¡Oh rayos!... Astrid ¡Es él! El chico del que te comente —Susurre en su oído.

—¡En serio! ¡Wow sí que está guapísimo! —comentó—Que tonta eres Sam, yo con un hombre así, hasta el alma le entrego.

—No te dejes llevar por las apariencias, lo que tiene de bonito lo tiene de Idiota —

La competencia comenzó y no nos quedó de otra que esperar a que terminará.

Todas las personas de allí vitoreaban a sus competidores favoritos. En el primer puesto iba Dash seguido de Max; sin embargo, llegó un momento en que los se emparejaron.

A la final Max tomó la delantera, siendo el gran triunfador de la carrera.

Los autos ya habían llegado a la meta y las personas allí se acercaron para celebrar. Al salir Max tomó una botella de champán y la bebió como si no hubiese un mañana.

Nos quedamos distantes, mientas la multitud se abalanzaban sobre los autos.

Dash tomó el parlante de la chica y habló.

—Esto fue fenomenal, sabía que perdería contra el rey de las carreras. Sin embargo, debía intentarlo, hoy habrá una gran celebración. Espero que todos aquí asistan porque va a estar muy bueno. Gracias por su atención —

De inmediato la gente comenzó a aplaudir y a dispersarse. Cuando ya no quedaba casi nadie de la multitud, nos acercamos a Dash. Por otro lado, trataba de localizar a Max, que por arte de magia ya no se hallaba.

— y bien chicas ¿Celebrarán con nosotros también? —Preguntó Dash interesado.

—No creo, Sam ya quiere irse a casa —respondió Astrid.

—¿En serio Sam? Así eres de aburrida —se burló Dash —¡Vamos no seas así! No durará mucho, estarás en casa otra vez en un abrir y cerrar de ojos.

No sé... La verdad todo esto ya me daba mal espina, no obstante algo me decía que Max iba a estar ahí, y bueno... Aprovecharía para tocar el tema de la pulsera. Si es cierto, ya no quería volver a verlo, pero esto ameritaba que cerrará ese ciclo con la entrega de su pulsera.

—Está bien —asentí—Pero no vamos a amanecer por ahí… ¿De acuerdo Astrid?

Esta corrió y me abrazo, sabía que su interés en todo esto era ir a esa absurda celebración.

Sin perder más tiempo, Dash nos llevó en su auto.

La oscuridad no me dejaba ver bien; sin embargo, noté que el destino esperado se hallaba muy lejos. Transcurrido casi dos horas, nos detuvimos.

Nuestro Anfitrión, tenía una sonrisa de oreja a oreja, y no paraba de mirar a Astrid y de besarla con mucha intensidad y entusiasmo.

El seguro se quitó y fui la primera en salir, ya no soportaba más estar allí. No obstante mi sorpresa fue bastante cuando me percate que nos encontrábamos en medio de un bosque.

¡No me lo creo! ¿Es en serio?

Abrí la puerta de Astrid y la saqué como si mi vida dependiera de ello.

—¡Mira donde estamos! —

Ella parecía lucir tranquila, solo me abrazo y dijo:

—Tranquila, si es aquí —

—¿Lo sabías? — protesté.

—Si —dijo encogiéndose de hombros—Dash me lo dijo... Lo siento por no comentarte con detalles.

Las acciones que tomaba Astrid me sorprendían. ¿Quién iba a pensar que fuese tan inventora y manipuladora?

—¿Todo bien? —preguntó Dash saliendo del auto y asegurándolo.

—Por supuesto —respondió Astrid con entusiasmo—¿Nos vamos?

Este asintió y la tomo de la mano, mientras me hacía una mueca para que los siguiera.

No podía quedarme allí, en medio de un bosque tenebroso, corría el riesgo de perderme en él. Así que, como una idiota los seguí.

La caminata fue algo larga y tediosa, aunque no se viera con claridad, se escuchaban murmullos y cuchicheos por todos lados.

Una luz proveniente de una inmensa fogata nos reunió a todos. La mayoría traían bebidas por montón. Otros cargaban música con sus altavoces con luces.

Entre la multitud una chica muy atractiva cuyo vestido color rojo causaba sensación, se posicionó en un lugar accesible para la vista de todos y habló.

—Bienvenidos, hermanos y hermanas a esta majestuosa celebración. Como ya saben hoy es un día especial para todos, es por ello que debemos gozar de este festín con nuestros queridos invitados —

El bullicio de gente aplaudió, aunque muchos otros se quedaron en silencio con cara de entusiasmo.

— ¡Oh! ¡Cuánta energía! ¡Bien que comience! —finalizó la rubia tomando una cerveza para beberla sin respirar.

Un chico la tomó de la mano y se la llevó, entonces todos hicieron lo mismo. Cada uno tomaba su cerveza y se iban alejando de la fogata.

En un momento solo quedábamos Dash, Astrid y yo.

El rubio acercó su vaso a la boca de Astrid y está bebió todo el líquido, luego quiso hacer lo mismo conmigo, pero yo lo evite.

—Era de esperarse —dijo riendo— Quedate aquí. Ya volvemos.

—¡Que! ¡Claro que no! —proteste.

—Deja la ridiculez Samantha ¡Ya venimos! —reclamó Astrid.

¡De nuevo esa actitud! ¿Qué mierda le ocurría?

Sin importarle mi opinión, se marchó con él. Algo muy dentro de mí sabía que ese sujeto la corrompía, jamás en el tiempo que la venía conociendo, se había comportado de esa manera.

Me senté cerca de la fogata, parecía una tonta ahí sola. De vez en cuando me asustaba, se escuchaban ecos de movimientos, no obstante ni siquiera los reflejos leves de la luna me dejaban ver con detalle.

Mire mi reloj, ya había transcurrido media hora y estos aún no volvían. De pronto, una pareja apareció desnuda, la chica se tendió en el suelo abriendo sus piernas mientras que el chico se le colocaba encima.

¡Que falta de pudor!

Me levanté, y me fui de ese lugar. Camine en la misma dirección en la que Dash y Astrid se habían ido.

Encendí la linterna de mi celular y pude ver con más claridad.

Pisaba con cuidado, hasta que por mirar al suelo casi tropiezo con otra pareja que fornicaban frente a un árbol.

Entonces apure el paso, y en cada distancia que abarcaban había más y más parejas teniendo sexo. Esto se empezaba a tornar un poco raro y molesto.

A continuación llegué al punto más profundo del bosque y fue ahí que escuché la voz de Astrid. Parecía quejarse, sin embargo me equivoque, ya que, al conseguirla presencié una escena desagradable.

Ni Dash, ni ella tenían ropa. Él la tenía a horcajadas y se movía muy rápido, pero eso no era todo, alrededor de su acto se encontraban otras personas desnudas observando como si fuese una especie de espectáculo.

Me causó tanta repulsión, Astrid solía llamarse mi amiga, a pesar de eso ya no lo soportaba más.

Corrí de ahí, llevándome al que se me atravesará. Solo quería salir de esas orgías asquerosas.

De improviso alguien tomó mi mano y me tambaleó.

—¿A dónde crees que vas? —

Esa voz la conocía. Al instante nuestras miradas se encontraron y trague grueso en cuanto corrobore de que si se trataba de Max.

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Comments

Ido Rojas

Ido Rojas

son seres sobrenaturales ???

2024-08-17

0

geo

geo

/Awkward/

2024-07-17

1

💖Elismar💋

💖Elismar💋

esa es un locura ya a su amiga se le tosto la mente

2023-10-19

3

Total

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