Capítulo 11: La noche

Capítulo 11: La noche

Las tropas mercenarias se prepararon en silencio.

Tanto los Lirios Negros, como los Saqueadores Musculosos, alistaron sus cosas para marchar a primera hora.

—¿Está tu armadura lista, cariño? —En la comodidad de su hogar improvisado, Isolde yacía revisando las cosas de su esposo. Primero recogió su peto y le dio un vistazo rápido, luego, pulió el yelmo cerrado, las hombreras, grebas y guanteletes. Era una mujer muy metódica en lo que respecta al cuidado de las armas.

—Sí, todo está en orden. —Sir Balian le dio unas cuantas palmaditas suaves en su cabeza, Isolde, como cualquier esposa enamorada, se dejó acariciar y después le sonrió —. Una batalla más para la cuenta.

—¿Estás nerviosa?

—Sí, lo estoy, ¿y tú? —Isolde rodeó a Sir Balian con sus delgados brazos.

Para la joven elfa, una batalla siempre significaba la terrible posibilidad de morir, o perder para siempre a su persona amada. Ella no era una loca por el combate, como todos los mortales, la simple idea de morir le aterraba más de lo que podía admitir en voz alta.

—Yo también, pero es un paso necesario para cumplir nuestro sueño, tenemos que ser valientes. —A pesar de sus palabras, Sir Balian abrazó a su preciada esposa lo más suave que pudo, el chico sintió su respiración cerca, su calor, sus emociones, cada parte de ella le parecía fascinante y al mismo tiempo, un tesoro hermoso que valía la pena proteger.

Sobre todo, por su sonrisa.

—Lo sé…

Roma y Trevor estaban en el otro cuarto.

El niño dormía la siesta de la tarde y Roma decidió dejar a la pareja en solitario. Incluso ella conocía la gravedad de las noticias recientes, un ejército de salvajes los esperaba a pocos kilómetros y era deber de los mercenarios de Cross enfrentarlos cara a cara.

“Espero que Sir Balian y la señorita Isolde vuelvan sanos y salvos”

Para la pequeña Roma, el mundo era un lugar oscuro, peligroso y hostil.

Su única esperanza en un sitio tan lleno de mierda, era la joven pareja que siempre veló por su seguridad. Roma les estaba eternamente agradecida, pues sabía muy bien que sin ellos, su vida habría terminado hace 4 años, en aquella aldea quemada y masacrada desde la raíz.

Intentaba no pensar en ello, pero las imágenes volvían de vez en cuando, como un recordatorio desagradable de lo frágil que podía ser la vida humana. De un momento a otro, pasó de recoger flores en los campos, a correr por su vida para no ser asesinada por los temibles monstruos del ejército celestial.

—Si mi señor y señora mueren, probablemente yo también…

Isolde se dejó abrazar un rato más, luego, soltó a su esposo y caminó a la otra habitación. En ella, vio a Trevor durmiendo inocentemente y a Roma sentada en la esquina del lugar, la niña intentaba calmar sus nervios con respiraciones prolongadas, pero Isolde ya conocía bien ese comportamiento.

—Tranquila, Roma, todo saldrá bien.

—¿E-En serio? —murmuró.

—Sí. —La voz confiada y segura de Sir Balian se escuchó desde la puerta.

El caballero mercenario entró a la habitación también, sus pasos calmados y sonrisa tranquila, redujeron las posibilidades de un ataque de hiperventilación.

—¿Señor?

—Cuida de Trevor mientras no estamos, volveremos después de la batalla.

—S-Sí, señor, lo haré.

—Excelente, buena actitud. —Ese lado suave y amable de Sir Balian solamente lo veían Isolde, Trevor y Roma, el resto, debía tratar con su fachada de capitán implacable y calculador.

Al principio, Roma le tenía miedo a Sir Balian, le veía como un matón agresivo que solo ganaba respeto mediante la fuerza bruta. Sin embargo, fue conociéndolo mejor, poco a poco, entendió que su carácter era necesario para controlar a los mercenarios y lejos de las armas, podía ser un hombre familiar y confiable.

Después de todo, si una buena chica como Isolde lo eligió como pareja, entonces buenas cualidades debía tener.

—Gracias, señor y señorita, me sentía un poco nerviosa porque mañana marchan al combate. Pero ya estoy mejor… ¡Ustedes no pueden perder contra esos salvajes! —Roma volvió a sonreír, ver a sus dos figuras adultas tan confiadas del resultado, le hizo sentir segura. Ella era una chica muy asustadiza, que dependía de los demás para determinar su estado de ánimo.

Todo producto de un trauma emocional que, probablemente, jamás superará.

—Obviamente, soy el mejor capitán mercenario de todos —alardeó Sir Balian.

—Mi esposo es invencible. —Isolde hizo una pose graciosa, llevó su mano diestra a su cadera y la zurda, a su frente.

—Ya lo dijiste, Isolde. —Sir Balian la imitó también —. ¿Por qué no comes unos dulces?, agárralos en la cocina, todavía falta para cenar.

—¿Puedo? —murmuró Roma, con ojitos brillantes y sin ansiedad.

—Claro, las buenas chicas pueden comer dulces. —Isolde volvió a darle palmaditas en la cabeza, de inmediato, Roma salió de la habitación con una sonrisa de oreja a oreja.

Y en cuanto se fue, ambos dejaron el acto.

—Cariño…

—¿Qué sucede? —dijo Sir Balian.

—Prométeme lo de siempre… ¿Regresarás con vida, cierto?

—Claro que sí, tú también debes prometérmelo. Regresa con vida y a salvo, que sin ti mi vida sería un desastre. —Sir Balian tomó a su esposa de la mano y juntos se quedaron viendo al pequeño Trevor durmiendo.

Aquel inocente y tierno niño era el fruto de su amor.

Un híbrido humano/elfo cuya vida podía ser una pesadilla si sus padres llegasen a morir.

—Lo hacemos por ti…

Llegó la noche antes de la campaña.

Sir Balian, Isolde, Roma y Trevor compartieron una última cena, comieron un trozo de carne roja, con arroz y verduras lavadas por la mismísima Roma. Fue un platillo delicioso, definitivamente la niña tenía un gran talento para la cocina y de proponérselo, podría conseguir trabajo como chef en alguna casa noble.

Por primera vez en muchos meses, nadie habló del trabajo, ni la guerra o los contratos. Platicaron cosas al azar, comentarios graciosos, chistes y curiosidades que les hizo olvidar los problemas por un rato. Sir Balian sonreía seguido e Isolde no dejaba de lanzar comentarios lindos acerca del cabello de Roma, o lo mucho que amaba a Trevor y Sir Balian.

El niño igual formó parte de la conversación, a su manera.

Dijo que quería crecer rápido para volverse un guerrero y que le gustaba la comida de Roma.

Hace apenas un año, Trevor no podía pronunciar muchas palabras, pero ahora ya nadie lo callaba. Crecía tan rápido, que Isolde no podía estar más feliz por tener a un hijo sano, sobre todo, por el triste índice de mortalidad infantil.

Y finalmente, se fueron a dormir.

Roma se acostó temprano, como la niña diligente que era.

Trevor estuvo activo un rato más, pero también cayó rendido al cabo de unos minutos.

En cuanto a la pareja…

Los dos se tomaron de las manos y durmieron juntos, pues mañana podría ser la última vez que estuviesen juntos. Así eran las guerras, llenas de crueldad e incertidumbre por el mañana.

Capítulos
1 Introducción
2 Capítulo 1: Contrato
3 Capítulo 2: Familia
4 Capítulo 3: Guerra del Cielo Rojo
5 Capítulo 4: Negociación
6 Capítulo 5: Vientos nuevos
7 Capítulo 6: Entrenamiento físico.
8 Capítulo 7: Entrenamiento marcial
9 Capítulo 8: Malas noticias
10 Capítulo 9: Advertencia
11 Capítulo 10: Antesala
12 Capítulo 11: La noche
13 Capítulo 12: La Batalla de los Mercenarios, preludio.
14 Capítulo 13: La Batalla de los Mercenarios, contendientes.
15 Capítulo 14: La Batalla de los Mercenarios
16 Capítulo 15: La Batalla de los Mercenarios, consecuencias.
17 Capítulo 16: El chico
18 Capítulo 17: Caballero Negro
19 Capítulo 18: Miedo
20 Capítulo 19: Daños
21 Capítulo 20: Sueños
22 Capítulo 21: Vida en el campamento militar
23 Capítulo 22: Un día con Isolde
24 Capítulo 23: Un día con Sir Balian
25 Capítulo 24: Refuerzos Imperiales
26 Capítulo 25: La otra cara de la moneda
27 Capítulo 26: Tensión aliada
28 Capítulo 27: Comunicación
29 Capítulo 28: Motivos y curiosidades
30 Capítulo 29: Capitán
31 Capítulo 30: Torneo
32 Capítulo 31: Caballero vs Mercenario
33 Capítulo 32: Orden Blanca
34 Capítulo 33: Información no clasificada.
35 Capítulo 34: Nobles
36 Capítulo 35: Paraíso perdido
37 Capítulo 36: Escape desesperado
38 Capítulo 37: Futuro
39 Capítulo 38: La Orden del Ala Rota
40 Capítulo 39: El corazón de Temujin
41 Capítulo 40: Partida
42 Capítulo 41: La Batalla del Infierno Sangriento/preludio.
43 Capítulo 42: La Batalla del Infierno Sangriento/Contendientes.
44 Capítulo 43: La Batalla del Infierno Sangriento/Vanguardia
45 Capítulo 44: La Batalla del Infierno Sangriento/Falange imperial
46 Capítulo 45: La Batalla del Infierno Sangriento/Contraataque
47 Capítulo 46: La Batalla del Infierno Sangriento/ Al límite
48 Capítulo 47: La Batalla del Infierno Sangriento/Héroes Bajo Fuego
49 Capítulo 48: La Batalla del Infierno Sangriento/Conclusión
50 Capítulo 49: La Batalla del Infierno Sangriento/Consecuencias
51 Capítulo 50: Heridas imborrables
52 Capítulo 51: Ascenso forzado
53 Capítulo 52: Otra cara
54 Capítulo 53: Viejos pecados
55 Capítulo 54: Primera cita
56 Capítulo 55: Mercenarios negociando
57 Capítulo 56: CAOS
58 Capítulo 57: Muerte inminente
59 Capítulo 58: Asedio, resentimiento y silencio
60 Capítulo 59: Ironía
61 Capítulo 60: Estrategia celestial
62 Capítulo 61: Las semillas de un conquistador
63 Capítulo 62: Camino sangriento
64 Capítulo 63: Alzamiento definitivo
65 Capítulo 64: Paz futura
66 Capítulo 65: Sueño cumplido
67 Capítulo 66: La última sonrisa
68 Capítulo 67: La elección más importante
69 Capítulo 68: Conocer los riesgos no es lo mismo que aceptarlos
70 Capítulo 69: Estrategia de batalla
71 Capítulo 70: La Batalla de la Carga Definitiva/Preludio
72 Capítulo 71: La Batalla de la Carga Definitiva/Contendientes
73 Capítulo 72: La Batalla de la Carga Definitiva/Asalto Final
74 Capítulo 73: La Batalla de la Carga Definitiva/Duelo de Ingenio
75 Capítulo 74: La Batalla de la Carga Definitiva/Avanzar o morir
76 Capítulo 75: La Batalla de la Carga Definitiva/Duelos a muerte
77 Capítulo 76: La Batalla de la Carga Definitiva/Resolución
78 Capítulo 77: Venganza
79 Capítulo 78: …
80 Capítulo 79: Consecuencias finales
81 Capítulo 80: Derrota y muerte
82 Epílogo: Una vida sin ti
Capítulos

Updated 82 Episodes

1
Introducción
2
Capítulo 1: Contrato
3
Capítulo 2: Familia
4
Capítulo 3: Guerra del Cielo Rojo
5
Capítulo 4: Negociación
6
Capítulo 5: Vientos nuevos
7
Capítulo 6: Entrenamiento físico.
8
Capítulo 7: Entrenamiento marcial
9
Capítulo 8: Malas noticias
10
Capítulo 9: Advertencia
11
Capítulo 10: Antesala
12
Capítulo 11: La noche
13
Capítulo 12: La Batalla de los Mercenarios, preludio.
14
Capítulo 13: La Batalla de los Mercenarios, contendientes.
15
Capítulo 14: La Batalla de los Mercenarios
16
Capítulo 15: La Batalla de los Mercenarios, consecuencias.
17
Capítulo 16: El chico
18
Capítulo 17: Caballero Negro
19
Capítulo 18: Miedo
20
Capítulo 19: Daños
21
Capítulo 20: Sueños
22
Capítulo 21: Vida en el campamento militar
23
Capítulo 22: Un día con Isolde
24
Capítulo 23: Un día con Sir Balian
25
Capítulo 24: Refuerzos Imperiales
26
Capítulo 25: La otra cara de la moneda
27
Capítulo 26: Tensión aliada
28
Capítulo 27: Comunicación
29
Capítulo 28: Motivos y curiosidades
30
Capítulo 29: Capitán
31
Capítulo 30: Torneo
32
Capítulo 31: Caballero vs Mercenario
33
Capítulo 32: Orden Blanca
34
Capítulo 33: Información no clasificada.
35
Capítulo 34: Nobles
36
Capítulo 35: Paraíso perdido
37
Capítulo 36: Escape desesperado
38
Capítulo 37: Futuro
39
Capítulo 38: La Orden del Ala Rota
40
Capítulo 39: El corazón de Temujin
41
Capítulo 40: Partida
42
Capítulo 41: La Batalla del Infierno Sangriento/preludio.
43
Capítulo 42: La Batalla del Infierno Sangriento/Contendientes.
44
Capítulo 43: La Batalla del Infierno Sangriento/Vanguardia
45
Capítulo 44: La Batalla del Infierno Sangriento/Falange imperial
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Capítulo 45: La Batalla del Infierno Sangriento/Contraataque
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Capítulo 46: La Batalla del Infierno Sangriento/ Al límite
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Capítulo 47: La Batalla del Infierno Sangriento/Héroes Bajo Fuego
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Capítulo 48: La Batalla del Infierno Sangriento/Conclusión
50
Capítulo 49: La Batalla del Infierno Sangriento/Consecuencias
51
Capítulo 50: Heridas imborrables
52
Capítulo 51: Ascenso forzado
53
Capítulo 52: Otra cara
54
Capítulo 53: Viejos pecados
55
Capítulo 54: Primera cita
56
Capítulo 55: Mercenarios negociando
57
Capítulo 56: CAOS
58
Capítulo 57: Muerte inminente
59
Capítulo 58: Asedio, resentimiento y silencio
60
Capítulo 59: Ironía
61
Capítulo 60: Estrategia celestial
62
Capítulo 61: Las semillas de un conquistador
63
Capítulo 62: Camino sangriento
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Capítulo 63: Alzamiento definitivo
65
Capítulo 64: Paz futura
66
Capítulo 65: Sueño cumplido
67
Capítulo 66: La última sonrisa
68
Capítulo 67: La elección más importante
69
Capítulo 68: Conocer los riesgos no es lo mismo que aceptarlos
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Capítulo 69: Estrategia de batalla
71
Capítulo 70: La Batalla de la Carga Definitiva/Preludio
72
Capítulo 71: La Batalla de la Carga Definitiva/Contendientes
73
Capítulo 72: La Batalla de la Carga Definitiva/Asalto Final
74
Capítulo 73: La Batalla de la Carga Definitiva/Duelo de Ingenio
75
Capítulo 74: La Batalla de la Carga Definitiva/Avanzar o morir
76
Capítulo 75: La Batalla de la Carga Definitiva/Duelos a muerte
77
Capítulo 76: La Batalla de la Carga Definitiva/Resolución
78
Capítulo 77: Venganza
79
Capítulo 78: …
80
Capítulo 79: Consecuencias finales
81
Capítulo 80: Derrota y muerte
82
Epílogo: Una vida sin ti

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