Viejo enemigo

Silvio se encuentra tirado en la entrada de la casa de Nicolas con una daga mortal incrustada en su cuerpo. Éste está agitado esperando el letargo final. Frente a él… jesús, demonio compañero de 

Legion. Éste se da la vuelta mirando a Nico y Ludmila, que  se encuentran a un lado, y les dice -llevenlo adentro-, señalando la casa -recuestenlo en algún lugar. Tengo la medicina que lo pondrá bien-.

-no quiero nada tuyo asqueroso traidor-, repite Silvio enfurecido.

-tranquilo, traje piedra roja-, le responde calmado.

Nico sienta a Ludmila en el pasto y va con Silvio, lo ayuda a pararse, éste último nunca saca la mirada de su ex colega, quien los sigue detrás. Al ingresar lo recuesta en el suelo y corre a traer a Ludmila.

Jesus se acerca a Silvio y de un tirón le saca la daga aferrada a la carne, éste pega un grito aterrador y calla. Luego se le entrega la piedra roja, una medicina única del Inframundo la cual tiene el poder de curar cualquier condición, o hasta regenerar partes del cuerpo, pero se debe ser muy fuerte para consumirla. Silvio muerde un pedazo y se recuesta esperando que la magia de tal objeto surta efecto. 

Jesus la observa a Ludmila y pregunta -vos sos un vampiro cierto?-.

Ella agitando su cabeza contesta positivamente.

-pero… como es que la luz no te daña-, intrigado Jesús.

-por mi mamá… su sangre-, contesta ella.

-ohh ya entiendo… toma-, le da un trozo de piedra roja -esto te va a hacer bien-.

Ludmila la observa, la toma y muerde sin pensarlo. 

Jesus recorre la casa apreciando el desastre que dejó la pelea, también observa las telarañas que decoran el completo del hogar. Camina hasta toparse con madre y padre de Nicolás. Éste los observa y pregunta -ustedes son del reino alfa… cierto?-.

Inés lo observa y contesta -no se que es eso… nosotros dimos humanos, pero nos transformaron en estás criaturas arácnidas-.

-ya veo…-, exclama él, y continúa -deberían conocer ese reino les va a encantar!, Fue uno de los primeros que se concibió, además, allí podrían curar sus heridas-.

Silvio se levanta del suelo, un poco mareado, y le grita a Jesús -que hacés vos acá?, Por qué viniste?, ¿Por qué me ayudaste?-.

Éste se da la vuelta en su dirección y contesta -me entere que necesitabas ayuda… que fuiste juzgado…-

-juzgado?... ¿Juzgado a qué?-, insiste Silvio.

-a la llama eterna Silvio… o acaso pensabas que abrir un portal en la tierra directo al infierno quedaría impune?...-, contesta éste.

Silvio agacha la cabeza… pensando en lo que escucho, cierra los ojos, como asumiendo que se había equivocado, que estaba destinado a algo terrible.

Nico interrumpe y pregunta -qué es la llama eterna?-.

Jesus lo mira y contesta -todos los seres del universo mueren y reaparecen en uno de los reinos preestablecidos por sus genes. Pero al contacto con la llama, el individuo deja de existir en todo plano conocido…-, se vuelve a Silvio y concluye -es el mayor castigo que se le puede dar a alguien-.

Silvio levanta la vista furioso y le grita -y vos viniste a llevarme?, Viniste a reírte en mi cara de mi destino… acaso no te bastó con quedarte con mi lugar en la legión?-.

-¿Tu lugar en la legión?... De qué estás hablando?-, interroga Jesús.

-si… me acusaste con Häel, el señor de las sombras, de relacionarme con su hija…-, contesta Silvio.

-qué estás diciendo?...-, sigue Jesús.

-que el poder te corrompió…-, retruca.

Jesús se llena de odio, de sus ojos comienzan a caer lágrimas, sus puños se comprimen de tal manera que se clava sus propias uñas, éste, se acerca a Silvio y cuando se encuentra cara a cara contesta enfurecido -yo no te acuse con Häel para ocupar tu lugar… lo hice por ella… lo hice por Liliet…-, retrocede, agacha la cabeza recordándola.

Silvio un tanto pensante pregunta -te atraía ella?... ¿Estabas enamorado de ella?-.

Jesus explota contestando -estaba embarazada de mi!!!, en sus entrañas llevaba mi progenitor… llevaba el más poderoso de los demonios que algún día gobernaría el infierno por el simple hecho de ser mi hijo… pero un día… apareciste vos… con tu encantadora sonrisa, tu elocuencia… tu admirable audacia… tu fuerza…-, se sienta en el suelo, como derrotado y continúa -ella se fijó en vos… soñaba con tenerte en una cama… no le importo mi amor, ni el amor de nuestro hijo… ella quería el título de haberse acostado con Silvio! "General de las mil legiones"-.

Silvio lo interrumpe y pregunta -pero… por qué hablas de ella como si no estuviera?-, lo levanta del suelo y sigue -que paso con ella Jesús?-.

Éste, entre lágrimas, contesta -yo no sabía que él fuera capaz de hacerle algo así a su propia hija… no tenía idea-.

-qué le hizo?-, pregunta nervioso Silvio.

-la separó en cinco partes… y las desparramó por el planeta…-, contesta afligido éste.

Silvio abre los ojos sorprendido, no esperaba esa respuesta, entonces de un puñetazo manda a volar a Jesús contra la pared. Nico y Ludmila comienzan a detenerlo ya que tenía las intenciones de machacarlo en ese mismo lugar. Ambos con todas sus fuerzas logran su cometido.

Jesus se levanta, seca sangre de la boca, lo mira sin temblar y le dice -yo perdí todo lo que tenía… todo lo que amaba…-, limpia un poco su atuendo y sigue -cuidate mucho Silvio… seguramente manden demonios por tu cabeza, para llevarte ante Häel-. 

-lo voy a destrozar-, contesta rabioso.

Jesus gestua una mueca de sonrisa y contesta -hasta ese día será mejor que te cuides… yo voy a seguir buscando las partes de Lillet… ya tengo tres..-, agacha la cabeza y continúa el discurso -tengo el deber de darle un digno entierro… a ambos-, luego se da la vuelta, frente a él, se abre un portal de rayos, el cual cruza y desaparece.

Nicolás y Ludmila se apartan de Silvio quien se mantiene en silencio, observando a la nada, pensando la escena, las palabras… las consecuencias de sus actos… Analizando el paso a seguir.

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