El demonio levanta rápidamente a Nico, quien entre lágrimas deja caer sangre de su nariz. Ludmila, parada en frente de él, le grita con su dedo señalando pero éste no logra escuchar nada. El demonio la mira y le dice -Basta! Tranquilízate nena, espera que reaccione este boludo-.
Ludmila se calma, cierra la puerta, y se para observando con total tranquilidad a los padres de Nico quienes la saludan amablemente.
El demonio limpia el rostro lastimado con un trapo y tira un vaso con agua en él consiguiendo que éste reaccione. Nico mira fijamente a Ludmila y le grita -por que hiciste eso?... Estás loca-.
Ella sin pestañar le contesta -vos causaste todo esto, vos pediste que esto suceda-, se le acerca hasta estar cara a cara y continúa -por vos mis papás están muertos, por vos mi hermano está preso…-, de ella caen algunas lágrimas.
Nico se calma y mirando al suelo exclama -yo no quería esto… no buscaba que tus papás mueran, que los míos sean arañas y se coman a los vecinos, no buscaba nada de esto… solo quería una vida distinta-, luego el levanta la mirada como curioso y pregunta -pero… vos cómo sabes que yo cause esto?-.
Ludmila rápidamente como quien busca una excusa observa a un costado y contesta -uno de esos monstruos me lo contó… me arrinconó y lo escupió todo-.
El demonio con duda dice -pero no te hiso nada a vos?-.
-no… nada… supongo que me tuvo piedad-, exclama ella sin mirarlos.
El demonio se queda pensando como intrigado por su respuesta, quizá intuyendo, olfateando alguna mentira en lo que dijo.
Ludmila rápidamente gira su cabeza y señalando al maligno le dice -y también se que vos no sos un Otaku-.
Éste abre sus ojos espantado y contesta -claro que lo soy!, Estoy disfrasado de Naruto!-.
Ella gestua una mueca de sonrisa y sigue -es Naruto?, Con un pantalón blanco, la cara roja llena de cuernos y una barba mal cortada?... Naruto?-.
Él, sin ponerse nervioso, como controlando la situación contesta -si… Naruto súper Sayajin fase 4-.
Ludmila suelta una carcajada y le habla ironica -aaah ese es el más fuerte de todos!, Y decime… dónde está su mejor amigo Pikachu?, Nico se iba a disfrazar de él?-.
El demonio siguiéndola contesta -y mira… Pikachu en este momento debe estar bailando en la tumba de tus padres…-, ahora adopta un estado de seriedad y continúa -si… no sé nada de anime, no soy Otaku, conozco a algunos pero nunca me interesó su mundo… soy un demonio-, luego se le acerca al oído y le susurra -asi que te recomiendo que no me hagas enojar si no querés conocer la furia del mismísimo infierno en todo tu delgado cuerpo de muñeca-.
Ella también le susurra en la misma sintonía -tranquilo Baquero no sea que te rompas una uña, además, no me gustaría que me tires un kamehameha… Naruto…-, luego ella se aleja satisfecha.
Nico se pone en medio de la escena y se dirige a ambos -no ahí necesidad de pelear… afuera hay problemas mayores que enfrentar… por favor-.
El demonio con cara de asombro y duda se aleja de la escena y toma un poco de agua del mismo vaso que uso para aventarle en la cara a Nico.
Ludmila también demuestra cierta calma y acota -Nico tiene razón, además, tienen que ayudarme a sacar a mi hermano de la cárcel-.
El demonio comienza a reírse descaradamente mientras repite -mira si yo te voy a ayudar a vos a sacar a tu hermano de la cárcel… que buen chiste piba-.
Ella se pone sería, su ojos comienzan a perder su color natural para adoptar un tono totalmente oscuro, los brazos se despegan del cuerpo a dedos abiertos y su pelo se eleva como si una tímida brisa lo hiciera bailar. Nico la observa espantado y retrocede, el demonio sin darse cuenta sigue riendo mientras traga el agua.
Entre la tensión, y sin previo aviso, el vaso que tenía en su mano sale volando por la habitación hasta estrellarse en la pared. Éste gira su cabeza,la contempla enfurecida y exclama -a la mierda…-, lo mira a Nico y le dice -Nico vamos a ayudarla con eso del hermano, ¿tenés algún problema?-.
Nico, petrificado, sin quitarle la mirada de encima a ella contesta -no… ningún problema-.
El demonio choca sus palmas en las rodillas y mientras se levanta de la silla dice -¡perfecto, entonces vámonos!-.
Ludmila, vuelve rápidamente a su estado normal y sonriendo como princesa contesta -excelente muchachos-.
-bueno… entonces por dónde empezamos?, En qué comisaría lo tienen detenido?-, pregunta Nico.
-no está en una comisaría…-, exclama ella y sigue -esta en una cancel de poder…-.
El demonio levanta la mirada como sorprendido -de poder?, Pero… ¿Quién es tu hermano?-.
Ella lo observa y contesta -a mi hermano no lo convirtieron en nada, es como cualquiera… pero están jugando con él en la plaza central-.
El demonio con ciertas dudas la observa fijamente.
Nico exclama -excelente!, Está a unas cinco cuadras de acá, no será problema, pero… ¿que sería una cárcel de poder?-.
-una cárcel de poder es una jaula que te impide usar poderes, te quita fuerza, quedarías algo así como una lechuga-, explica el demonio.
Ludmila abre los ojos sorprendida y le dice -no saliste afuera todavía Nico no?... El mundo cambió mucho-.
El demonio soberbio acota -que puede llegar a pasar…-.
Nico rápidamente abre la puerta y los tres se asoman a observar que los espera del otro lado. A simple vista frente de ellos divisan un enorme monstruo, con cara de perro, durmiendo en la vereda, más allá al fondo el fuego se expande achicharrando todo a su paso, aves del tamaño de un camiónes surcan los cielos expectantes, y mientras el suelo tiembla por momentos.
-bueno… quizá no esté tan fasil como pensaba-, exclama el demonio.
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