Cómo era de esperarse la culpa la tuve yo. Lo cual no es del todo mentira, siendo sincero mi decisión fue demasiado apresurada.
Bueno, si Valentino no hubiera tenido sexo esa noche con Sofía, y yo no los hubiera visto, no me hubiera caído mal, y al no caerme mal Maledón, mi sombra, estaría dentro de mí collar sin molestar. La culpa es de Valentino, y si no lo creen así, no me importa, yo tengo razón de igual manera.
Cómo también era de esperarse Valentino descargó toda su furia sobre mi humilde y amable persona. Ignoren lo de humilde, antes muerto que sencillo.
Me encontraba en el patio, haciendo un ritual para expulsar de mí las malas energías. Ya saben, una fogata, quemar incienso y pedirle a los dioses que me den la paz para no matar a nadie. Creo que oyeron mis súplicas, Valentino salió intacto luego de nuestra pelea.
-¡¡ TODO ES TU CULPA!!- di un paso hacia atrás por la impresión-¡¡ LO PLANEASTE TODO!!, ¡ESTOY SEGURO!.
- ¿QUE YO LO PLANEÉ?- me sorprendió su acusación, jamás lo creí que me viera así, pensé que él me veía como alguien bueno. Ya que me uso dos veces. - ¡no me mientas!- dijo más calmado- ¡ya deja de jugar conmigo!.
- ¡no estoy jugando contigo!- intenté sonar calmado, mi sombra estaba a punto de salir a matarlo.
-¡ PLANEASTE que se la llevaran!- me miró acusador. No les voy a negar, su mirada me dolió un poco- ella era tan buena, ¡no sé lo merecía Maledón!, ¡no se lo merecía!- comenzó a llorar.
- ¡me das asco!- escupí con desprecio, medio que se sorprendió- después de susurra en mi oído que te obligaban a estar con ella... Después de decirme sobre cómo te ataba el deber... ¡Sos un mentiroso!... ¡un falluto!. ¡Venís a culparme a mí!, ¡A mí!, ¡Vos ni siquiera sabías por donde empezar!, El famoso detective Quiroga- agregué con sarcasmo- ¡no sabe ni buscar una pista competente!... ¡Das pena!.
-¡ella no se merecía esto!- repitió sin oírme. Las verdades nunca salen de los labios porque saben que van a ser ignoradas, yo se las dije, pero no me escucho.
- ¡SANTA SOFIA!- lo corté antes de escucharlo describir las mil cualidades de la zorra- ¡era un perra!, No hace falta ser Einstein para saber cómo trataba a Rosita por ser gorda y no tener carácter. No hace falta tener una vida política para saber que su cargo de magistrada lo tuvo por herencia y no por voto, ¡que le importa una pija la sociedad!, ¡solo quiere aparentar ser perfecta!. En mi opinión, el mundo está mejor sin ella.
Lo último fue la gota que llenó el vaso, me tiró un puñetazo, apenas lo logré esquivar, cuando el segundo me dio de lleno en la cara. Caí al suelo y él se me tiró encima a hacerme pedazos. Mi orgullo no dejaba contarte esto, pero Lucas se lo merece. Entró a la habitación y me lo saco de encima. Con magia puedo ser poderoso pero cuerpo a cuerpo no, soy muy escuálido y delicado para defenderme a las piñas, el otro, siempre tiene las de ganar.
Lucas lo sacó de la habitación jurando que si me volvía a tocar lo mataba. Fue muy tierno verlo así, él siempre me fue leal, por eso es mi único amigo. Rosita en cambio estaba indecisa, no sabía si ir con su jefe o curarme las heridas a mí, optó por lo último.
Una vez tranquilo dije a los chicos que fueran hacer sus cosas de novios, que no se preocuparan por mí. Obedecieron la indirecta y me dejaron en paz.
Tenía ganas de unos buenos tragos, así que decidí visitar el bar de Piedras Negras. El cantinero me debía una trago por salvarle el culo. Ahora que me doy cuenta, no sé qué fue de los Aquelarres. Supongo que Sofía se encargó de eso.
El bar estaba lleno, no sé que día era, pero la gente bailaba y tomaba como si el mundo se acabará mañana. En vez de un whisky pedí un licor de Molles, eso sí que era fuerte. Tomé junto a la barra en silencio, dejando que mis pensamientos me atormentará con las palabras de Valentino.
- esto es patético- me dije a mi mismo- hace menos de un año no me importaba nada. Ahora soy todo llantos.
- ¿que hace un chico tan lindo con su culo pegado en la silla, qué no baila?- preguntó alguien detrás de mí. Me di la vuelta y me encontré con un chico bastante atractivo. Era moreno y alto, llevaba un poncho de lana de llama, aunque estábamos en primavera. Era el típico chico malo con el que cualquiera desearía pasar la noche.
- la verdad, no tengo ganas- reí algo borracho- está noche no busco bailar, busco algo más... ¿Movido?.
- yo te puedo ayudar con eso- me dijo seductor- ¡se moverme muy bien!.
- ¡eso dicen todos!- lo molesté- pero después ni muu.
- si querés te muestro, soy un maestro, no sé si vos estás listo para comer tan bien.
- conmigo conocerás el cielo o el infierno, vos decidís. Tengo una habitación en la posada de la otra esquina, si querés vamos allí y te llevo a dónde quieras- que Valentino se cague por pajero.
Salimos del bar apresurados y no metimos de lleno a mi habitación, hacia mucho no tenía sexo casual con alguien. A decir verdad no me gustaba mucho, pero ahora prefería eso a sentir ese maldito dolor en el pecho.
Me besó apasionadamente y me tocó como pocos saben hacerlo. Me hizo de todo, fue tan salvaje que me olvidé de Lucio y de Valentino, para ver las estrellas nacer en mi techo. Aquí entre nos, la tenía bien grande.
Les juro que dormir en su pecho fue algo muy reconfortante, no sé porque muchos dicen que el sexo casual no es una solución. En una noche me solucionó, por un rato, la mayoría de mis problemas.
Y me trajo otra pelea con Valentino.
Valentino entró a mi habitación a disculparse y me encontró plácidamente dormido en los brazos de Federico. No sé imaginan su cara, era todo un drama.
- ¡¿que está pasando aquí?!- gritó- ¿quién es él?.
- un polvo casual, ¿no lo ves?- respondí despertándome, no tenía ganas de pelear, tenía resaca.
- che,¡ vos!- le habló al chico- ¡raja de acá porque te meto en cana!- lo amenazó, el chico era un potro en la cama pero un miedoso en todo lo demás, se disculpó por haberse acostado conmigo y salió volando de la cama.
-¡no sabía que tenías novio!- me dijo algo acusador.
- no es mi novio- aclaré- solo un idiota que se da aires. Y no sientas lo de anoche, a mi me encantó, ¡lo volveremos a repetir!.
Una vez el chico salió de la habitación Valentino descargó por segunda vez sus frustraciones conmigo.
- lo volveremos a repetir- me imitó con vos afinada- ¡no podías aguantarte un poco!, ¡tenés que coger con quién se te cruce!.
-¡ eso no es tu problema!- dije seco- ahora bien, me dices que me quieres, me pegas y te vas, que no tengo ganas de andar con tanto dramatismo.
- ¡dramatismo!,¡ Acabo de verte dormir en los brazos de otro!, ¿Cómo quieres que esté?.
-¿ llorando por el desafortunado destino de tu prometida?- pregunté ácido- recordando cuando la amas.
- no me merezco esto- declaró- yo venía a hacer las pases, pero tú, quieres la guerra.
- mira mi ojo- señalé el moretón- ¿Quien hace la paz y quién la guerra?.
-¡ fue un error!, no volverá a pasar, lo prometo.
- así dicen, y luego siguen y siguen, conozco a muchas chicas que le han dicho lo mismo. A diferencia de ellas yo sé que la gente no cambia.
- no sé que me pasó... ¡Entendeme!, La federación me pide respuestas a los casos, mi madre me exige casarme, mi novia a desaparecido por mi culpa y luego estás vos, poniendo mi mundo patas para arriba.
- ¡no te hagas la víctima!- lo corté, cosa que odio es que me hagan la novela- ¿sabes que lo tengo yo encima para tener que soportar tus cosas?. Tengo una fucking maldición encima, una que me infringí para salvar a un pibe, ¡no te imaginas lo que tengo que soportar!, ¡me tuve que dividir en dos, para que no matarme por completo!.
-¿ qué maldición?- me tomó de los brazos y me hizo míralo a los ojos- ¡decime qué maldición!.
- cuando salvamos a una manada de Runa Uturunco de un circo, casi mató a un chico, ¡a un niño!, la oscuridad me reinaba, yo me maldije para que fuera libre. Si en sesenta lunas el amor no me protege, seré un ser incapaz de amar y tener empatía por nadie. Y seamos sinceros, la maldición no la tiene muy difícil, soy una mala pieza.
- por eso buscas a ese chico... Lucio.
-¿ cómo lo sabés?.
- soy detective, lo investigué. Lo vieron contigo y ahora desapareció.
- pensé que era mi única esperanza hasta que llegaste... Además si me vuelvo mi sombra serviré a Charles y eso jamás lo permitiré.
- no permitiré que nada te suceda, lo prometo- me besó la frente, sentí mi joya vibrar un poco.
- ojalá las promesas no fueran solo mentiras piadosas- me lamenté.
No estaba en manos de Valentino salvar a nadie, estaba en mis manos, eso lo sabía y me asustaba.
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Updated 27 Episodes
Comments
Zaki.Z
mi pobre Alvaro bb 😔
2022-09-16
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