Kevin – Colapso

Pi, pi, pi, pi…

–Doctor debemos llame a sus familiares.

–Enfermera vaya y busque algún familiar para avisar el fallecimiento de Gael.

¿Estoy muerto?, ¿Qué hago aquí?, todo era vacío. Negro, pero fue como si me hubiesen oprimido el pecho para no respirar. Solo podía ver la silueta de alguien, ¿era una chica?, Gael ven decía, comencé a seguirla.

Pi…

–Doctor el paciente está respirando.

Pi, pi, pi…

–Doctor el paciente.

La chica comenzaba a llamarme decía ¿Gael a donde vas?.

–No lo se ¿A donde debo ir?.

– Pues a esa puerta no vayas aún.

–¿por qué?

–Por que si pasas esa puerta morirás. Y tú tienes una promesa que cumplir ¿recuerdas?.

–¿Cómo sabes tu eso?.

–Digamos que soy como tu ángel. Pero no lo soy del todo como un guardián.

–No creí que tenia uno. Hace mucho que deje creer en ellos.

–Tú dejaste de creer en muchas cosas. Diste paso al dolor. Y eso te nublo por completo.

–Si… supongo que sí. ¿A dónde me llevas?.

–A dónde esta tu vida. Los medico te dieron por muerto. Pero al parecer tu corazón volvió a latir.

–Ya… como si fuese un milagro eso es posible.

–Pues ya ves existen las segundas oportunidades. Deberías estar feliz de tener una.

–No tengo por que mi amigo se quedo aquí. Y me voy sin él.

–Si… pero debes entender que ese fue su momento, el punto en el que debe dejar su vida allá.

–¿Pero por qué?.

–Por que todo tiene un límite, Gael. A todos nos llegan nuestra hora de una u otra forma, puede que estemos listos para despedirnos de nuestras personas queridas como también puede ser justo lo contrario. Además Jack estará bien. Te lo prometo.

–No hagas promesas. Pero por que yo, por que no fue él

–Jack había vivido su vida hasta donde así lo quiso el destino. no podemos ir en contra de ello.

–Vale…–respondí sin nada mas que decir. El lugar a donde íbamos parecía conocido como también desconocido. – ¿Dónde estamos?.

–En las puertas donde esta tu cuerpo. – Era verdad habíamos vuelto al mismo lugar, el mismo enfermo que hace unos minutos se llevaba el cuerpo de Jack, llevaba otro, tenia el pelo castaño, el rostro con gotas de sangre, vestía un traje negro oscuro, camisa celeste, manchada de sangre.

–Gael… tienes que entrar.

–Si… – cuando entre el doctor hablaba con las enfermeras.

–Pónganle el oxigeno, y revísenlo constantemente.

–Claro doctor.

–Llamen a un familiar suyo. ¿ya llamaron a los familiares del otro paciente que falleció en el acto?.

–Entonces es una segunda oportunidad.

–Si. Aprovéchala. Estarás bien.

Ella se acercaba a la puerta a punto de salir.

–¿Ya te vas?.

–Si. Debo irme.

–¿Espera aún no me dijiste como te llamas?.

Sonrió una curva entre sus labios se formaron

– Me llamo Jhell un gusto conocerte Gael. Adiós.

Entonces salió de la habitación. Sin mirar atrás. Yo me quede ahí, estático sin poder hacer nada, Jack ya no estaba conmigo, ya no volvería a verlo nunca más, una segunda oportunidad tenia decían… yo no me lo creí, por que en el fondo sentía que no lo merecía. Él sí, él tenia algo que cumplir. Yo no…

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