No fui capas de reaccionar por que todo paso demasiado rápido, una llamada, una simple llamada cambiaría todo lo que conocía, todo a mi alrededor. Cuando Rai me dejo en las puertas de mi oficina solo dijo:
–Te amo lo entiendes.
Yo solo Sonreí respondiendo con un yo también. Cuando lo vi volverse a la carretera yendo a su oficina parecía cualquier día. Solo que esa mañana había sido demasiado intensa. Demasiadas promesas por prometer, silencios que fueron haciendo suyas cada rincón.
Eran las 12:30 del medio día, las mane sillas del reloj giraban, cada minuto con su tic – tac, sin detenerse. Kael entro a mi oficina, era pequeña muy diminuta, los colores a veces iban de un celeste opaco a uno asciendente a azul.
–Jhell hora de ir a comer.
–¿Ya es medio día?.
–Si,¿ Rai no llego aún?.
–No… – Revise el móvil por si tenia alguna llamada perdida, pero nada cero no había señales de Rai. – No me llamo, pero debe estar de camino.
–Seguramente quieres que vayamos al pasillo y así sirve que lo esperamos mientras voy a recoger unas cosas de mi oficina y nos vamos a juntos al parqueo a esperarlo.
–Claro.
Recogí los documentos que tenia extendidos en mi escritorio, comencé a ordenarlos. Salí de mi oficina para ir al pasillo a esperar a Rai. Mire la hora por el celular 12:45… 12:45… por un momento hubiese querido que el tiempo se detuviese, que dejase de seguir corriendo, que parara, nunca nadie está listo para que cambie su vida así, de la nada, de pronto sin anestesia.
Mi celular vibro entre mis dedos, conteste.
–Buenas tardes, estamos buscando a los familiares de Rai Handerson, ¿Qué es usted de él?.
–¿Qué por qué?, es mi novio. – un frío denso recorrió mi cuerpo. Pedía que no haya ocurrido nada, que él este bien.
–Llamamos para informarle que el joven acaba de tener un accidente automovilístico.
–¡¿qué pero como está él!?, ¿Dónde esta?.
–Lamentamos informarle que el joven falleció en el acto. Le llamamos para que recoja su cuerpo de la morgue…
El silencio… nunca sintieron ese tipo de silencio que va acompañado de dolor, un dolor que te oprime el pecho, que te cierra el estomago, de pronto siente que no puedes respirar, que se hace un nudo y no puede tragarlo por la falta de aire, sientes que la boca seca, y no sabes a quien culpar, a quien decirle fuiste tú, el celular cayo de mi manos.
–Hola, sigue ahí, señorita necesitamos que venga al hospital a recoger su cuerpo…
Y lo único que oyes es ecos, voces que van perdiéndose, quedándose lejos, muy lejos, entonces no sabes que hacer te quedas ahí parada como estatua, los dedos empiezan a congelarse, sientes frío. No se como ocurrió todo solo se que estaba en el piso sentada, con las manos alrededor de mi piernas, la cabeza escondida entre mis brazos, muy en el fondo quería creer que no era real, que era un sueños del que alguien, quien sea me despertaría y dijese Jhell es un sueño, es una broma.
–¿Jhell que pasa? – Sentí la presencia de Kael pero no podía hablar, no podía decirle que a unos kilómetros de aquí, se estaban llevando el cuerpo de la persona que mas amo se lo llevaban a la morgue. – Jhell reacciona, ¿Por qué no contestas el celular?. – Tomo mi teléfono se lo llevo a la oreja.
– ¿si?, no ella esta indispuesta en este momento ¿Qué pasa?. – supe que ya lo sabia cuando sentí su brazo alrededor mío lo apretaba con fuerza, yo no podía moverme. –Descuide ahora venimos. Gracias.
–Jhell tenemos que ir al hospital. – Decía con la voz quebrada. –Jhell… – Tomo mi teléfono empezó a manejarlo. Fue a su oficina trajo consigo un vaso de agua. – Jhell tienes que tomarla, toma está pastilla, deja de moverte así. Tú mamá vendrá en cualquier momento. No se despego de mi, en ningún momento. Se quedo ahí, mis compañeros empezaron llegar pero Kael les decía que estaba enferma.
Yo decía que estaba rota, que algo en mi no funcionaba bien por que se suponía que debía sentir algo, pero dentro solo había silencio, un dolor en blanco, que no expresa nada. Solo se apodera de ti, de tu cuerpo de todo a su alrededor.
Escuche las puertas abrirse, escuche los pasos de los tacones de mamá se acerco, me abrazo. No paraba de repetir.
–Lo siento tanto Jhell, Mi pequeña todo va estar bien. – sollozaba entre cada palabra. Se dirigió hacia Kael –¿Cuánto tiempo es que está así?
–Desde que se entero hace mas de una hora, no habla, no me responde. Solo se queda así.
–Debemos llevarla a casa. Nos ayudarías por favor.
–Claro.
Mamá desapareció. Rumbo a mi oficina, cuando volvió vino con mis pertenencias. Sentí las manos de Kael en mi cuerpo. Sentí que alzo entre sus brazos, no podía levantarme, no sentía nada. Todo se quedaba así en blanco.
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Comments
Adoración del Carmen Martinez sonni
muy triste noticia le dieron 🥺
2024-09-22
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