Junio Imagine Dragons – Wrecked

En un mes puede pasar todo, puede que tengas que pagar una deuda en poco días, puede que compraras una casa a las fueras para ir de vacaciones, en un mes puedes incluso comprar un perro porque te siente solo o porque tienes hijos y ellos quieren uno, en un mes podrías beber tanto alcohol que te olvidas realmente lo importante, en un mes podrías haber mucho cosas, podrías haber entrado a la universidad, podrías haber aprobado una materia, podrías… podrías… hacer muchas cosas. Pero no fue el caso mío.

Yo ya no pude parar me había convertido en un camisake fuera de control. Totalmente. Había días en los que bebía demasiado al punto de poner la música, ponerlo a fuerte volumen y gritar. Mis vecinos estarían artos de tanto escandalo. Deben odiarme pero nunca lo dijeron hasta que un día entraron los vecinos de arriba Koen y Simón. Dijeron algo como:

–Ya está bien ¿Cuánto tiempo vas hacer esto? – Dijo Koen.

– Te das cuenta que no es así como le gustaría verte. – Dijo Simón.

Una sonrisa se me formo en la cara, una de medio lado. Koen me miro serio muy serio pregunto que a venia esa sonrisa.

–No te importa largo. – dije. Estaba cansado de que me dijesen que a él no le gustaría verme así, Que él quisiese que siguiera con mi vida, que, que, que… estaba cansado.

–Gael entendemos que no este siendo fácil. Pero no puedes quedarte en casa encerrado todo el día sin salir de aquí. – hablaba Simón acercándose a hacia la escoba y recogedor de basura. – Gael los vecinos están empezando a quejarse con el casero a este paso harás que te echen ¿eso es lo quieres? Preguntaba. Empezando a barrer.

Yo ni me inmute solo me encogí de hombros. – no me importa si quieren hacerlo que lo hagan.

–¡Que no entiendes lo grave de la situación! – grito Koen. – Joder Gael entendemos que te duela, pero no puedes ponerte medio pedo entre semana. Tienes que reaccionar. Dijo más calmado. Tomo aire luego lo expulso.

–¿Has al menos ido a visitarlo? – Dijo Koen

–No. Respondí

–¡Que! – Grito Simón después de haber barrido y botado los botellines de cerveza.

–No puedo hacerlo. – respondí.

–Debes ir. – dijo Koen.

–¿Para que? – Respondí, a ellos no le había dicho que yo lo vi. Que paso frente a mis narices, que dos enfermeros se llevaban su cuerpo sin vida,  que nos habíamos despedido cuando estaba más allá que aquí. Que lloro sobre mi hombro, que él acepto que su tiempo en la tierra había caducado, que él quería vivir.

Por un momento sentí que ya no tenia fuerzas, todo pesaba, absolutamente todo. Como había pasado algo que nunca habíamos pensado, nunca nos ponemos a pensar en ello en la muerte, nunca nos imaginamos que de pronto nuestro día llegaría así de la nada y tengamos que dejar una vida repletos de mañana haré aquello, mañana leeré ese libro, mañana, mañana, todo se resumía en eso en mañana.

Justo como ese día Jack había decidido buscar a sus papás, sacar esa espinita que molestaba día si día también, Jack había decidido que por un tiempo viajaría, Jack había decidido cerrar una etapa de su vida y todo se resumía en un mañana donde ya no estaba aquí, ya no estaba aquí para cumplir todas esas promesas. Pero él ya había encontrado a su familia sin necesitar de mí es solo que en ese momento yo no lo supe.

–Gael debes ir al menos ponerle algunas flores. – decía Simón sacando me de mis pensamientos – Nosotros te acompañaremos sabemos donde está.

–Yo no puedo – respondí.

–Lo sabemos pero debes ser fuerte. – Dijo Koen se acerco y me abrazo. – No te dejaremos solo.

Solo pude aceptar lo que decían. Paso una hora más que se quedaron conmigo luego tuvieron que irse. Y me quede ahí en medio del silencio con varias incógnitas suspendidas en el aire ¿Qué voy hacer?, ¿Cómo puedo buscar a sus papás?, ¿si busco los suyos puedo hacer lo mismo con los míos?, ¿Y si los encuentro podre perdonarlos?, ¿Y si encuentro a los papás de Jack les dolerá saber que su hijo ya no está?...

Demasiadas preguntas que fueron respondiéndose una a una solo que para ser respondidas tuvieron que pesar lo suficiente como para quebrarnos ahora no hablo de mí, hablo de ella Jhell.  

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