La economía del país iba en baja, en su lugar de trabajo se respiraba el fin de contratos internacionales los cuales a medida se contaban los días iban decayendo, como también la contabilidad anual, comenzaron los despidos por los trabajadores de mayor antigüedad y algunos juicios laborales empezaban a llegar lo que implicaba que Julia reuniera los legajos para presentarlos al abogado de la firma, el aire se inhalaba a tensión, miedo y la espera de lo inevitable a los que iban quedando. Julia, que seguía pasando tiempo con su jefa en la sala de reuniones veía llegar el fin de su trabajo, y aunque Rocío no lo mencionara, sabía cuando llegaría el momento porque si había algo en esa mirada de ojos color miel, era la transparencia de no saber ocultar cuando tenían malas noticias. Julia subió, está vez no para hacerse el amor, Rocío con lágrimas sentada al lado de su contador le entregó con las manos temblorosas el telegrama de despido.
-Considero que dártelo personalmente es justo por todo el trabajo impecable que haces y decirte que confeccioné una carta recomendación para que presentes con tu currículo. - Dijo, sin mirar a los ojos dejando caer sus lágrimas y sonando la nariz. El contador, Juan, notablemente afectado también, quiso consolarla.
Julia tragando amargo, le tomó la mano y le dijo que todo estaba bien, forzando una sonrisa dejando entrever su preocupación por el futuro de la fábrica.
Ese día, al finalizar la jornada no estaban los ánimos como para compartir como solían hacerlo. Llegó a su casa, se encontró sin trabajo, con una pareja recién terminada y se planteó seriamente si seguiría viviendo en esa localidad, ya no había más nada allí que la retenga, ni siquiera Rocío que estaba apabullada con sus temas, empezó a empacar sus cosas para volverse temporalmente a su pueblo natal para retomar fuerzas y volver para reanudar su carrera y enfocarse en conseguir otro trabajo, lo que en realidad no le hubiera costado nada porque tenía buenas referencias y experiencia, pero el hecho de sentarse con su laptop y comenzar una búsqueda le daba tristeza y tenía que recuperarse. Después de todo, el trabajo a veces no es solo trabajo, si no como una segunda casa donde se comparten momentos y situaciones que van más allá de lo laboral, se entablan amistades, diálogos, se entra en confianza con las personas con las si bien cada una cumplía una función, los seres humanos no dejamos nuestra parte humana al compartir un break o un almuerzo, un mate o algún chisme. Claro que la vida sigue, pero para Julia no dejaba de ser un momento cargado de emociones, necesitando distraerse por lo que le pareció irse la mejor opción para volver a empezar.
Tomó el bus de las 19 hs con rumbo a Córdoba, saliendo de la terminal viendo por la ventanilla el Río de la Plata, sintió que su corazón se le rompía en pedazos y no pudo evitar llorar y pensar en la vuelta. Pensar también en que su familia la estaba esperando después de tantos años de distancia, la esperanza de llegar y sentirse reconfortada la calmaba. No estaba muy segura de dónde se quedaría, lo más probable es que llegara a la casa de su padre y luego ver de conseguir un lugar para ella, la idea de convivir con su abuela y su padre no le gustaba mucho, pero se dijo a sí misma no adelantarse a los hechos, hipotetizar era algo que no podía evitar y eso le generaba una ansiedad intensa, no poder lograr sus objetivos o no tener en claro el lugar donde iba a vivir estresaría a cualquiera.
Llegó a Córdoba, habló por teléfono con Rocío para avisarle que se había ido y que si no le había dicho antes era porque no quería despedirse de ella, nunca le gustaron las despedidas, consideraba que cuando uno tenía el corazón roto y encima despedirse era como fragmentarlo más, como la patada final después de una paliza.
Una vez allí, la esperaba su padre y su hermana, también su abuela. Como era de esperar, se quedó en la casa de su hermana y otros días de su padre. Los días pasaban, Julia dormía mucho, casi no se levantaba a almorzar, era verano y solo quería dormir, dormir para no recordar, dormir para no sentir, dormir para no tener que ocuparse de si misma, había vuelto a fumar, buscaba la soledad y la compañía de sus familiares con sus problemas la distraían de su pasar. Pero quería estar en la cama a toda hora. No había motivación ni incentivo a que se levante para hacer algo que la hiciera sentir mejor. Pensó, que estaba algo deprimida, lo que después de todo sería normal y tal vez pasajero, lo fué de hecho. Si había algo que caracterizaba a Julia era la fortaleza interna que emanaba y transmitía, no era ella en esa cama durmiendo. Pero como todos necesitamos reponernos después de varias crisis, a ella se le hacía insoportable estar pasando por eso. Era la primera vez en su vida que no tenía un plan. Se culpó por haberse involucrado con Rocío, miraba hacia adelante pero no había nada que la consolara. Algo tiene que aparecer, algún plan b tengo que tener, se dijo a sí misma tratando de hundirse en sus pensamientos como una computadora buscando resultados, pensó y pensó más aún, cuando algo se asomaba y lo desarrollaba más, desenrollaba como un bollo de lana pero al final no había nada sólido y concreto, que era lo que ella buscaba y a lo que estaba acostumbrada a tener a lo largo de su existencia, en cualquier ámbito de la vida, la solidez le daba seguridad en si misma, era el motor de su potencial, como una casa con buenos cimientos, le permitía a ella crear y modificar su estructura las veces que haga falta o que quisiera dejar al libre albedrío hacer de las suyas. Ahora no podía, el libre albedrío sin la seguridad de tener algo concreto significaba que podían haber malas noticias o un letargo que traía más ansiedad. Malas decisiones, malas compañías, relaciones inestables o complicadas que terminaban en nada o en "todo mal".
¿Qué puedo hacer? Se replicaba, no se encontraba en ese nuevo y conocido lugar. No podía ser ella aunque nunca pudo reprimirse y aunque la tristeza se había apoderado de su esencia, no terminaba todo allí. No lo iba a permitir y tener que tomar decisiones aunque le llevarán más hastío, era la única forma de salir de esa zona de conformismo, que ya los días se habían convertido en meses y las diferencias con su padre y su hermana no tardaron en aparecer.
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Comments
Celeste Medina
Julia necesita alguien que la quiera bien... 🤔
2023-12-18
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