Acá estoy

A Julia no le gustaba el rol de víctima, mucho menos el panorama, el hecho de ser espectadora de los problemas familiares ya agotaban la ínfima gota de paciencia. En esas idas y venidas con Debh, de sus viajes a Buenos Aires y las ganas de volver, su mejor amigo Alejo se había convertido en su sostén después de la partida repentina de Caro. Las noches se convirtieron en largas charlas que le devolvían a su memoria obnubilada, la vida y sus andanzas por la ciudad. Con ajedrez de por medio, música y cerveza, le hacían a Julia la oscuridad más corta , en las que se refugiaba para no pensar y dormirse en el más profundo sueño donde no existía más que la nada misma aportándole una pizca de paz.

Visitó por última vez a Debh, ya sabiendo las intenciones de Alejo y sus sentimientos mezclados por ese hombre con el que compartía sus más grandes deseos.

El encuentro fue grato, al llegar a la ciudad se le hizo un nudo en la garganta como si supiera que que no iba a volver.

-¿Te pasa algo? -

-No.

Le pasaba todo, le pasaban las ganas de vivir una vida estable emocionalmente pero como podría si aún si no se veía a sí misma si no como al resto que demandaba y dejaba a un lado su existencia y sus deseos, dejándose avasallar por la necesidad de pertenecer, nunca sintió pertenecer en ningún lado ni con nadie y cuando lo hizo se tuvo que ir.

Alejo reflejaba en Julia la imagen de lo anhelado, lo que "estaba bien", las charlas nocturnas eran interminables y en él encontró algo de estabilidad y un apoyo emocional que en su familia no encontraba.

Se habían conocido unos años antes en un taller de baile, alejo no bailaba precisamente bien, su diagnóstico con síndrome de asperger lo hacía unico en su ser. Sensible, pero seguro de si mismo, sin importarle las cosas materiales dado que también venía de una familia adinerada, a él le pasaban de largo las cosas mundanas y consumistas. Se vestía como quería, no se peinaba, pero sí tenía una bella sonrisa y buen porte cuando quería. No le hacían las burlas, al ser 'extraño' recibía algo de rechazo por algunos compañeros. Era fiel a su pensamiento y a su estudio, muchos decían que se había vuelto loco por tanto estudiar, pero Julia creía que era más bien auténtico y desinteresado. Tenía la facilidad de incomodar a muchos sin hacer escándalo, sólo con expresarse libremente sin tapujos ni tabúes.

Julia pensaba que era uno en un millón. Conociéndolo más le empezó a gustar su forma de ser tan controversial. Una noche, él la pasó a buscar para dar unas vueltas en autos y charlar un rato, tenía puesta una camisa bien planchada y un Jean, se había cortado el pelo y estaba afeitado. Lucía en sus brazos largos un reloj con eslabones dorados. Alto, con una voz inconfundible, pasaron un rato largo escuchando música, Julia con su infaltable cigarrillo y comenzó a llover, estaba pronosticado tormenta eléctrica, a Julia eso la asustaba si bien estaban en el pueblo se venía fea, con mucho viento y relámpagos. Seguían dando vueltas y fueron al campo a ver el cielo tronar. Ya las calles empezaban a inundarse y Julia quiso irse a su casa. La alcanzo y subió el auto a la vereda para que no se moje, con una seguridad que no olvidaría nunca la tomó de la mano y la miró fijamente y le dijo : - Te quiero, pero no como amigos...

Yo también, respondió ella y lo invitó a pasar a su casa, la casa de su padre donde vivía sola y ya su papá la había echado.

Puso la pava para tomar café. Alejo se levantó y la besó. Julia aún seguía aterrorizada por la tormenta y de pronto se cortó la luz. Tomaron el café a oscuras.

Julia prendió algunas velas y en su cama hicieron el amor. Alejo se quedó a dormir, era la primera vez en años que no dormía con alguien. Sintió alivio y también un poco de confusión.

Lo de Alejo con Julia iba en serio y el quería que sea su novia, aunque Julia dudaba, había sucedido todo tan rápido que no había tenido tiempo de asumirlo, tampoco había cortado tu relación definitivamente con Debh y eso le generaba mucho estrés. Era algo de lo que se encargaría luego.

Mientras tanto Debh quería que Julia viaje a Buenos Aires nuevamente, ella no estaba tan segura de ir porque los sentimientos con Alejo cada vez eran más fuertes.