La sombra de ruptura parental asomó, la llegada a casa era hostil, se refugiaba en sus poesías encerrada en su habitación, sus dibujos y libros eran la vía de escape a los gritos y discusiones de ellos. La hermana, empezó a ser su mejor compañera de cuarto, compartían dibujos, juegos y música. Julia siempre tuvo debilidad por las bandas de rock y letras en inglés mientras que su hermana Gina por el cuarteto y la música local. Aún así, experimentaron su primer cigarrillo juntas, hazañas y secretos. Todo era mejor sin mamá y papá discutiendo. No había escuela de verano, tenían que arreglarse en el patio de la casa o de alguna amiga, cosa de que Gina al ser más sociable le era más fácil.
Alma su mamá en una crisis y harta del maltrato, tomó todas sus cosas y las puso en bolsas. "La que quiera venir conmigo, que venga". Más responsabilidad sobre su cabeza pero no tanta como la que trajo la decisión de quedarse, porque su padre, victimizado, era de quién todos debían ocuparse incluso su hija. La hija consolaba al papá abandonado. Escuchando porquerías acerca de su madre a quien había maltratado toda la vida. ¿Y quién se ocupaba de Julia ? ¿Quién la consolaba en su angustia? ¿Quién la escuchaba llorar por extrañar a su madre y a la misma vez odiándola por dejarla sola?. Por supuesto que Carlos ocupaba ese lugar. Se ocupo de que continúe sus estudios y le propuso vivir juntos. Todo era mejor que vivir con su padre lo que no le pareció una mala idea, claro que está decisión no fue a conciencia, más bien desde el enamoramiento.
La convivencia iba bien, el padre en la casa, la madre en Córdoba capital con su hermana, pasaron dos años y Julia estaba en el último año de secundaria, cuando fue a visitar a su mamá.
Su padre, Roberto, había vendido la casa familiar para volver con su mamá a Córdoba, parecía que se habían reconciliado. Fué en esa visita donde una llamada lo cambió todo. La madre de Carlos había acusado falsamente a Julia de agredirla y su hijo sin hacer preguntas ni mediar en la situación, llevó todas las pertenencias de su novia a la casa de un tío de ella.
El tío, hermano de su padre hizo la llamada. "Vino el Carlos a traer las cosas de la piba porque parece que antes de irse a Córdoba discutió con la madre y el tuvo que llevarla al hospital porque le subió la presión a la vieja" "Tengo todas las cosas acá, cuando venga le armo una habitación".
Julia volvió de córdoba, tenía que terminar la escuela y rendir dos exámenes internacionales en el instituto donde estaba estudiando y trabajando. No pidió explicaciones, a pesar de su dolor por otro abandono, no volvió a la casa donde convivían. Se acercaba la primavera, la melancolía y la soledad eran parte de ella.
Fue en esa soledad donde la amistad con Brigitte , la profesora del instituto, se hizo más fuerte. Encontró contención y un lugar donde ser, desarrollar su capacidad, aprender y enseñar. La adolescente ya tenía 18 años, había perdido uno en las idas y venidas de sus padres.
Pero en el aula, ella estaba en su hogar, Brigitte traía el mate y hablaban, pasaban tanto tiempo juntas que Julia solo volvía a la casa de su tío para dormir. Se levantaba muy temprano para que Brigitte la pase a buscar e ir a desayunar juntas. Se acercaban los exámenes, más tiempo en el pupitre con el mate cebado al lado. Sin presión, tenía la capacidad. Sin embargo, había que dedicarle tiempo para que la calificación sea la mejor.
Era una tarde calurosa, Brigitte la pasó a buscar como todos los días para seguir hasta la noche. Estaban diferentes, Julia no podía mirarla a los ojos sin pensar lo hermosa que era. Observaba cada movimiento, cada palabra, la sonrisa que la obnubilaba. ¿Qué me está pasando?, se preguntó con una confusión no tan confusa, pero si bastante negadora y cruel.
Otros sentimientos iban apareciendo como el mal humor. Le hacía mal verla. Le hacía mal la suavidad con la que era tratada. La ponía de mal humor sentir su aliento cálido, de esos labios llenos de vida. Miraba un punto fijo para no distraerse en su rostro. No quería posar un segundo más sus ojos en esa mujer de unos cuarenta y tantos.
El temor más grande es que Brigitte se diera cuenta. Y por supuesto, al tener experiencia en algunas cosas, ya lo sabía.
Lo que no sabían aún era quién iba a tomar la iniciativa de hablar de sus sentimientos, eran dos mujeres que sentían atracción por la otra y en esa situación todo estaba en contra, Brigitte estaba casada hacía varios años. Lidiaba con una infidelidad y mucha insatisfacción, a veces se la notaba distraída y triste, aunque siempre negaba estarlo, Julia se percataba que algo no estaba bien. Hasta que la encontró llorando y le contó. El divorcio no lo tenía en mente, él mandato del matrimonio era fuerte y no era una posibilidad para ella aunque quisiera. Julia nunca puso en duda que eso sucedería, aceptó su vida y nunca la cuestionó, por más que le doliera verla triste, pronto Brigitte encontraría en Julia la contención que necesitaba a pesar de ser mucho menor.
Las TaTU y sus letras estaban de moda, la historia de dos adolescentes enamoradas escapando, se sentía identificada. ¿Me enamoré de una mujer? ¿Es posible eso? Eran preguntas que surgían, que no tenían respuestas inmediatas, la imaginaba por las noches abrazándola, el fantasma del rechazo aparecía como una película de terror. Marginada en la escuela por pobre, dejada de lado por su mejor amiga vaya a saber porqué, más el ensañamiento de sus pares por su forma de ser, no era una posibilidad que Brigitte la rechace también. Eso la destruiría más. Por lo que se conformaba solo con pasar tiempo con ella. Hacerse cargo de sus sentimientos y tragarselos como un bocado de la comida más pesada difícil de digerir. El nudo en la garganta al llegar a la escuela y verla, tan bella, con esa sonrisa que le daba vida, se perdía poco a poco en ella, sin querer que pase el tiempo para hundirse en el más profundo amor que le provocaba su presencia.
Camino a la casa de su tío más preguntas surgían, ¿le digo? ¿No le digo? ¿Cómo se lo digo? ¿Cómo reaccionará? E imaginaba miles de reacciones en su rostro. Necesitaba que ella lo sepa, pero ¿cómo?. No se sentía Capaz de abordar esa conversación. Ni tampoco la respuesta que ella tenía en su cabeza.
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Comments
Celeste Medina
La libertad es el más preciado regalo... calculo que está a punto de descubrirlo!... veamos... veamos... /Facepalm/
2023-12-17
1
Dark Darian 🇦🇷
linda escritura ❤️
2023-04-24
2
Vanessa
entiendo a julia a mí me gusta un niño desde hace 5 años pero no me atrevo a decirle por mío a qué me rechacé
2022-11-21
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