La primera vez que abrió los ojos dentro de aquel mundo desconocido se sorprendió, era una reacción natural al encontrarse en un lugar diferente del pequeño cuarto de azotea que rentaba. Ahora vivía en un pequeño departamento sucio y viejo, con paredes grises debido a la suciedad, un piso con manchas extrañas y mucha basura tirada. Al principio creyó que la habían secuestrado, pero cuando recordó que vivía en un lugar peor del que se encontraba, supo que tal idea no tenía sentido.
Entonces alguien golpeó la puerta. Sin pensarlo, abrió, y en un instante se arrepintió. El hombre la tomó del cuello y la arrojó contra el sofá, sacando una navaja. Fue en ese momento, en el que se quedó sin aire y perdió la consciencia, que una voz en su cabeza le dijo que se encontraba dentro de “Atrapada por el CEO dominante”; y así como aquella revelación surgió, la alegría la invadió al creer que se había convertido en la protagonista y que, esta vez, escogería a Jeremy para tener un felices por siempre.
De pronto, aquel hombre pronunció el nombre de “Hanna”, y supo cuán equivocada estaba. Y para no morir en ese momento, tuvo que aplicar los conocimientos de su anterior vida, así que ambos llegaron a un nuevo trato en el que ella tendría que pagar la totalidad de su deuda en sólo seis meses.
Una vez hecho esto, el hombre y sus cómplices se marcharon de su departamento.
Rápidamente cerró la puerta con seguro y se aproximó al espejo. Observó su nuevo rostro, las pecas en su nariz, sus ojos negros, sus labios delgados y su cabello oscuro en forma de hongo; le bastó una fracción de segundo para confirmar que, en efecto, era Hanna, la amiga envidiosa de la protagonista.
Intentó recordar lo poco que sabía de este personaje. Si no se equivocaba, Hanna era un personaje extra que había crecido en un orfanato… y de repente, como un vendaval, los recuerdos de aquella chica irrumpieron en su cabeza.
Recordó el día que conoció a Elizabeth y a su madre, quienes llevaban juguetes para los niños del orfanato; en ese momento las pequeñas se hicieron amigas, y conforme avanzó el tiempo, la envidia surgió en ella.
Hanna anhelaba tener una madre como la de Elizabeth, que le daba todo lo que deseaba; y cuando ésta le prometió que la adoptaría, creyó que por fin tendría una vida mejor. Sin embargo, un día, las visitas de ambas cesaron sin explicación alguna; mucho tiempo después se enteró que la mujer había muerto en un accidente automovilístico. Y cuando por fin pudo ingresar a la escuela se reencontró con Elizabeth, quien sólo la saludó como si nada hubiera pasado, como si no la hubiera abandonado y olvidado en ese maldito orfanato… ahí estaba ella, sonriendo junto a un chico llamado Jeremy.
Así que decretó, para sí misma, que todo lo que tenía Elizabeth le pertenecería. Porque alguien como esa chica no merecía ser feliz. Claro que eso nunca se cumplió ni cuando Jeremy abandonó a su amiga, ni cuando ésta fue señalada y tuvo que huir; al final, Hanna terminó endeudada por querer darse una vida que no tenía, acostándose con Jack para pagar la deuda y con su excompañero para conseguir un mejor trabajo. No obstante, cuando por fin creyó que lo había logrado, que Jeremy la amaría y le daría una mejor vida, Elizabeth apareció y se lo arrebató.
Entonces, al intentar vengarse… murió.
Para Kanna, Hanna era una mujer patética; pero, a pesar de tener ese concepto de ella, por una extraña razón comenzó a llorar al recordar la realidad que había vivido tal personaje. Por eso decidió que, mientras estuviera en el cuerpo de Hanna, evitaría encaminarse a su fatídico destino; y así, cuando ese personaje extra recuperara su vida, tal vez, tendría un mejor final.
Pero aun con esa decisión grabada en su mente y corazón, no entendía por qué ahora estaba junto a la mesa con la bolsa de compras en sus manos, recordando su encuentro con Jeremy y llorando como si no hubiera mañana; aunque lo amara y tuviera la esperanza de que, una vez fuera abandonado por la protagonista, iría con ella, sabía también que lo correcto era alejarse de él y vivir una vida tranquila, apartada de todo el drama de los personajes principales.
Por eso, aunque Jeremy tenía su número guardado y existiera una posibilidad, por muy imposible que esta fuera, de que él la buscara primero… tendría que ignorarlo para mantenerse con vida.
—Te amo tanto —susurró antes de llorar con más fuerza.
...* * *...
Vio el número que había guardado en su celular, y a su mente llegó la imagen de Hanna con su rostro sonrojado, después recordó cuando intentó seducirla y ella se negó; definitivamente, esta Hanna era diferente a cuando estaban juntos en la escuela. La de aquel tiempo no paraba de coquetearle, y por eso creyó que su movimiento funcionaría.
Aunque debía admitir que la intención que tenía para seducirla se reducía a una simple venganza infantil; creyó que ella y Elizabeth aún se mantenían en contacto y, entonces, cuando esta última se enterara que ahora salía con su mejor amiga, sufriría.
«¿Llegaste bien a casa, Hanna?», escribió y envió el mensaje, pero no hubo respuesta inmediata; supuso que se había acostumbrado a que las chicas con las que jugaba estuvieran a su entera disposición.
Suspiró. Luego se apresuró a llamar a la persona que siempre le proporcionaba la información que deseaba de las personas con las que tenía contacto.
—¿Qué sucede? —la otra voz en la línea le preguntó.
—Necesito que investigues lo que sucedió hace años, el día de mi boda —respondió Jeremy.
Estaba decidido a descubrir si en verdad Elizabeth lo había engañado o si alguien más estaba involucrado. Sólo esperaba que eso último no fuera verdad, porque si en realidad alguien había incriminado a Elizabeth, significaba que él, en la primera prueba de amor, la había abandonado sin contemplación… y ahora, era demasiado tarde para corregir su error.
—Hanna, ¿por qué tuviste que decirme eso?
Y al decir eso, cerró los ojos y se echó sobre su cama.
...* * *...
Derek Wright observó por los grandes ventanales de su oficina las luces de la ciudad. En su escritorio, el expediente de Hanna Doe se encontraba abierto…
—La señorita Hanna fue contratada por “ese” gerente, jefe —le explicó su asistente—, eso significa que no es una espía.
Al escuchar esto, arrugó el entrecejo; volteó su cabeza y miró al hombre que estaba detrás de él. Después regresó su mirada hacia la ventana y, por una extraña razón, la imagen de la nombrada inundó su mente.
—A pesar de no ser un espía, debemos deshacernos de los elementos innecesarios —declaró—. Mañana se tiene que resolver.
—Entendido, jefe.
—Pero antes de todo, necesito que obtengas una prueba de ADN de Ka-hanna.
Notó la sorpresa en el rostro de su asistente que se reflejaba en el cristal de la ventana, pero sabía bien que aun así él cumpliría con su orden.
—Lo entiendo, jefe.
Sin más nada que decir, el asistente se retiró. Y Derek caminó hacia su escritorio, sujetó el expediente de Hanna e intentó descifrar por qué le parecía tan familiar; pensó que, tal vez, se trataba de la misma mujer con la que había dormido años atrás, y a la que no podía olvidar. Pero, aunque no conocía su rostro, todas las noches soñaba con sus labios, con el aroma de su piel y su dulce voz, tan embriagadora, que gemía y pedía que no se detuviera.
Por eso, si descubría que ambas eran la misma persona… definitivamente, no la dejaría ir.
^^^C o n t i n u a r á . . .^^^
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Comments
Laura Álvarez
Que dolor Hanna estar tan cerca y tan lejos a la vez pero creo que no es amor lo que sientes por jeremi es amor hacia alguien que sientes que es igual a ti a Kana pero tu ahora vas a lograr ser alguien diferente a la Hanna original para poder sobrevivir por que creo jeremi no es lo que tu creías
2024-11-22
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Digi
cómo tardecito pa' averiguar no??
2024-12-02
0
🤗Finita💖💫🇲🇽
Me encanta, me intriga como continuará.
2022-06-13
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