Capítulo 1

Observó con detenimiento la puerta de aquella oficina, esperando que por ningún motivo se abriera pues deseaba mantenerse con vida todo el tiempo que pudiera, aunque sabía muy bien que eso no sucedería. Llevaba ya dos meses trabajando en esa empresa, y a pesar de que hasta ese momento había logrado, con mucho esfuerzo, no encontrarse con él, cada día que pasaba dentro de aquel lugar aumentaba la posibilidad de hacerlo; y si esa persona se daba cuenta de su presencia… su vida terminaría en ese instante.

     —Hanna —la voz de Erin, su compañera de trabajo, llegó a sus oídos y la sacó de su ensimismamiento—, ¿cuántas copias te faltan?

     «¿Copias?», se preguntó antes de notar las hojas que salían de la máquina que estaba frente a ella, después miró a Erin y, por último, su vista viajó nuevamente hacia aquella puerta que la atemorizaba.

     —La señorita Moore quiere que te apresures, organices las copias en cada carpeta y las lleves a la sala de juntas para acomodarlas en su sitio.

     —Oh, solo falta un juego de copias —explicó nerviosa—. En un momento termino y hago lo demás —se apresuró a colocar los documentos dentro de cada carpeta y luego las apiló. Tenía que tranquilizarse y concentrarse en su labor para no perder ese trabajo que era lo único que le proporcionaba el dinero suficiente para mantenerse y pagar las deudas de la verdadera Hanna.

     Porque sí, en realidad ella no era Hanna Doe. Su verdadero nombre era Kanna, y ahora se encontraba dentro de “Atrapada por el CEO dominante”, una novela romántica que leía todas las noches antes de irse a dormir. La trama era sencilla y cliché: “Elizabeth Brown, la protagonista, era una joven que a corta edad había perdido a su madre en un accidente automovilístico; mientras su padre, tras aquel horrible acontecimiento, desposó a su amante y la llevó a vivir, junto a su hija ilegítima, a su mansión. Debido a esto, ella creció bajo los constantes maltratos de su madrastra y media hermana.

     Lo único que la mantenía fuerte era su amistad con Hanna Doe y el gran amor de Jeremy Jones. Pero el día en el que ambos se casarían, fue drogada y arrojada a la habitación de un hombre desconocido; y Jeremy, al creer que ella lo había traicionado, canceló la boda y dejó el país. Pocos días después descubrió que había quedado embarazada de aquel misterioso hombre, y meses más tarde dio a luz a dos hermosos bebés que no logró conocer ya que desaparecieron sin dejar rastro.

     Tras ese suceso, fue repudiada por todos sus conocidos, la familia de Jeremy e incluso su propia familia.

     Cansada de su situación, decidió marcharse lejos… hasta que años después, regresa a la ciudad para descubrir qué sucedió aquel día, dónde están sus bebés y, también, recuperar lo que su padre, madrastra y media hermana le quitaron. En este proceso conoce a Derek Wright, el atractivo y multimillonario CEO de una gran empresa que resultó ser el hombre misterioso y quien, durante todo ese tiempo, crio a sus hijos.

     Derek, al descubrir que ella era la mujer con la que se acostó años atrás, le propone un matrimonio por conveniencia; así Elizabeth recuperaría todo lo que perdió aquel fatídico día, mientras él podría estar con la madre de sus hijos, a quien no había podido olvidar a pesar de no conocer su rostro.

     Poco a poco, ambos se dan cuenta de sus sentimientos, vencen a los antagonistas, tienen una gran boda y son felices por siempre.”

     Sí, era una historia muy sencilla y cliché. Aun así, ella disfrutaba leerla debido al segundo protagonista masculino, Jeremy Jones, quien después de reencontrarse con Elizabeth no dejó de ayudarla y apoyarla en secreto para que ella pudiera encontrar la felicidad, aunque no fuera a su lado.

     Por eso, cuando descubrió que se encontraba dentro de la novela, creyó que su deseo se había hecho realidad: Jeremy podría ser feliz. Y entonces pensó que ella podría ayudarlo a lograr tal objetivo; sin embargo, se dio cuenta de que estaba en el cuerpo de Hanna, la mejor amiga de la protagonista, un personaje extra que en realidad la envidiaba y deseaba quitarle todo lo que tenía, incluyendo a Jeremy.

     —Ugh… —puso los ojos en blanco después de recordar lo tonta que había sido al creer todo eso.

     —¿Todo bien? —preguntó Erin mientras se encargaba de grapar el último juego de copias—, ¿salió algo mal con los documentos?

     —No —se apresuró en tomarlos de la mano de su compañera para meterlos en una carpeta—, sólo recordé algo desagradable.

     —Bien, entonces te dejo, quiero terminar mi informe —dijo Erin antes de darle la espalda.

     Kanna la vio alejarse, con su brillante y rubia cabellera meneándose de un lado a otro, y por un momento se preguntó cómo podía ser una mujer tan bella a pesar de ser otro personaje extra, ya que la autora de la novela sólo se había concentrado en la descripción de Elizabeth, su media hermana y de Sylvie Moore, mientras los otros personajes femeninos -incluyéndose-, a comparación de ellas, eran como calamares.

     Rodó los ojos al recordar todos los detalles que le molestaban de la historia original, pero trató de no pensar más en ello. Sujetó entonces las carpetas y caminó hacia la sala de juntas, concentrándose en lo que tenía que hacer. Al llegar a la puerta se detuvo, respiró profundamente antes de imaginarse un cronómetro en su mente, tenía que contar el tiempo desde que entraba a la sala, acomodaba las carpetas y salía de ahí; todas esas acciones no debían durar más de cinco minutos. Eso siempre le ayudaba cuando debía entrar a lugares que tenían una alta posibilidad de un encuentro con él, y así poder evitarlo.

     Después de visualizar su cronómetro mental en cero, tomó valor y empujó la puerta; pero al ver al hombre que se encontraba sentado en la silla principal, casi provocó que las carpetas se le resbalaran de los brazos. El tiempo se detuvo y su cuerpo comenzó a temblar.

     —CE-CEO… —murmuró.

     El hombre, que estaba a metros de distancia, pareció escucharla y alzó la vista. Ambos se miraron fijamente. Y en aquel momento, Kanna quiso salir huyendo de ahí; después de todo, aquella persona de cabellera negra y ojos color ónix, era el protagonista principal: el CEO dominante que, por Elizabeth, asesinaba a Hanna Doe.

     Y por desgracia ahora ella era Hanna… y sabía que nada ni nadie podría salvarla.

^^^C o n t i n u a r á . . .^^^

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Comments

Laura Álvarez

Laura Álvarez

Aquí de vuelta me da gusto autora que decidiste seguir escribiendo 🌹

2024-11-22

1

🤗Finita💖💫🇲🇽

🤗Finita💖💫🇲🇽

Me gusta

2022-06-13

2

~√{©£¢%}✓¶🌟💖

~√{©£¢%}✓¶🌟💖

Que Chico es el mundo

2022-05-16

3

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