Permiso para salir con Génesis

Me quedé sola en la habitación cuando Sebastián llegó.

- He pedido que te suban la cena - dijo mientras me miraba.

- Quisiera comer en la sala.

- No puedes, el doctor dijo que debías reposar.

- No quiero comer sola.

- Creí que eso no te importaba - dijo - te haré compañía mientras me platicas que fue lo que paso ¿te parece?

- De acuerdo- le dije.

Las sirvientas entraron y dejaron dos platos de comida, una para Sebastián y otro para mí. Como tenía hambre empecé a devorar mi plato, no me importaba que me viera, después de todo yo era una salvaje.

- ¿Qué fue lo que ocurrió ese día? - Me preguntó Sebastián. Yo le conté todo a detalle y él se quedó pensando en el nombre que mencioné.

Stefan - dijo mencionando el nombre de mi agresor muy serio y pensativo - ¿tienes algún familiar? o ¿alguna persona que quiera lastimarte?

- No tengo familiares y con respecto a quienes me quieren lastimar son muchas. Esta el cura del pueblo, quien se ha encargado de ensuciar mi nombre, ese señor me odia, no se que tiene en contra mío, jamás lo he lastimado, él ha sabido mantener su distancia. También están las hermanas Herrera, siempre me ven con recelo y así hay muchos en la lista ¿por?

- Mi padre estuvo investigando y me dijo que quien te quiere hacer daño es un familiar tuyo, lo hace por una herencia.

Me quede pensativa, siempre hemos sido mis padres y yo ¿de dónde sale este familiar? Me dije a mi misma.

- La única herencia que yo cobro es la de mi madre, está en este banco. Cada mes retiro una cierta cantidad.

- Al parecer él está interesado en otra herencia.

¿Qué hay de tu padre? - me preguntó Sebastián.

- Él era capitán del ejército, murió en la lucha. Jamás conocí a su familia porque nunca hablaba de ello y respecto a la herencia no creo, no hay ningún testamento.

- ¿Entonces jamás conociste a su familia

- No, no tuve la oportunidad.

- Pues quien trató de matarte fue un familiar de tu padre.

- Pero ¿por qué herirme y no terminar el trabajo si quiere esa herencia?

- No lo sé - dijo muy pensativo y algo triste.

- Sea quien sea, logró entrar a mi territorio y quemar la mansión - le dije.

- Tranquila estamos tras su rastro.

- Cuando terminé de recuperarme me iré por un tiempo.

- ¿A dónde irás?

- A buscar respuestas.

- No te dejaré salir de aquí.

- ¿Por qué?

- Porque…

En ese momento entraron las sirvientas a recoger la vajilla y una de ella a ayudarme a bañar. Sebastián salió de la habitación para yo poder asearme. Después del baño me pusieron un camisón color pastel, cepillaron mi cabello y luego se retiraron.

Sebastián….

No podía decirle que en parte es mi culpa que la hayan herido, tengo miedo perderla y por eso la debo proteger a toda costa, no puedo permitir que se vaya de mi lado.

Entre a otra habitación y me bañe, luego me dirigí a donde estaba Elena, ella se encontraba acostada leyendo un libro.

- La salvajita sabe leer - le dije.

- Soy salvaje no una bestia - respondió sin quitar la mirada de su libro.

- Bueno muévete que quiero dormir.

- ¿Por qué habría de moverme? Hay más habitaciones, puedes elegir una - me miró alzando una ceja.

- Esta habitación es mía y me gusta.

- Entonces yo me voy a otra habitación y te dejó para que duermas tranquilo.

- Toda la semana dormir a tu lado para que no te lastimaras y lo siguere haciendo, así que te quedas aquí ¿entendiste?

- Te lo agradezco, pero no es necesario ya me siento mejor y no soy tan bestia para lastimarme a demás…

No la dejé terminar de hablar y me acosté a lado de ella.

- Creo que debemos dormir- apagué la lámpara, la abracé sin lastimarla, su aroma realmente era exquisito y me ayudaba a relajarme.

Me despertaba muy a menudo porque Elena se movía mucho, así que tuve que abrazarla con más fuerza para que se detuviera. Me alegra dormir con ella aún que me patee cuando duerma.

Cuando desperté me di cuenta de que ella seguía durmiendo, no quería levantarme, se veía tan dulce y tierna cuando duerme, fue imposible no acariciar su rostro. Ella se movió y me puso su pierna encima. No pude evitar una erección, enserió que era sensual. Al principio era un capricho, ahora la quiero para toda la vida.

Ella abrió los ojos y se alejó bruscamente de mí.

- Buenos días - le dije.

- Ah hola, la noche ha pasado muy rápido - dijo ella bostezando y estirando sus brazos.

- Para ti, yo estuve toda la noche a comodante, duermes pésimo.

- Tu insistías en dormir, esas son las consecuencias.

- Seguiré durmiendo contigo hasta que te recuperes, cámbiate hoy comerás a bajó e iremos a comprarte ropa.

- No quiero ir de compras - me dijo Elena muy seria.

Que mujer para más terca. Respiré profundo y le dije.

- Entonces la diseñadora vendrá para tomar tus medidas y hacer ropa a tu talla.

- Eso me parece mejor.

Bajamos a desayunar, ya nos esperaba Génesis y Erik, ellos saludaron al vernos.

- ¿Cómo te sientes Elena? - Dijo Génesis.

- Con ganas de correr- respondió ella.

- Espero que pronto puedas correr - dijo Erik.

Elena lo miró con detenimiento y le dijo

– sí, tengo muchas ganas de salir a cazar, sobre todo a quienes andan merodeando mi territorio - al parecer Erik entendió su comentario y se puso muy nervioso.

Erik ya había estado saliendo con Génesis su único obstáculo era Elena, tenía que pedirle su autorización para que su relación sea oficial.

- Quería pedirte tu permiso para salir con Génesis - dijo templando y luego continuó tratando de ponerse serio - aunque me digas que no, yo seguiré insistiendo hasta ganar tu aprobación y ser digno para ella - dijo algo pálido mientras se acomodaba la corbata.

- Yo no tengo problema en que anden, pero si me enteró de que la lastimas serás comida para lobos. Génesis es mi única familia y la protegeré a toda costa - Erik se puso más nervioso después del comentario de Elena, ella continuó diciendo - también deberás pedirles permiso a sus padres, después de todo ellos tienen la última palabra, yo doy mí aprobación y advertencia.

Erik se levantó de la mesa y beso la mano de Elena agradeciendo su aprobación, Génesis hizo lo mismo para después abrazarla. Regresaron a su puesto y terminamos de desayunar.

Elena……

Después de haber aceptado a Erik como novio de Génesis, nos levantamos. Los hombres se fueron a su trabajo. Génesis y yo fuimos al jardín a jugar con los lobos. Pasamos toda la tarde ahí, Génesis me contaba que estaba muy feliz alado de Erik y yo me alegraba por ella.

Al caer la noche fuimos a dormir. Nuevamente Sebastián durmió a mi lado y me dijo que mañana vendría la diseñadora para confeccionar la ropa. Yo ya me había acostumbrado a su olor así que ya no ponía escusas para dormir junto a él.

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