Sebastián…
Abrí los ojos y me di cuenta de que esa no era mi habitación. Me levanté sin saber dónde estaba. Recordé que tuve un enfrentamiento en el bosque y que ella estaba conmigo hasta que caí inconsciente al suelo.
Noté que la habitación tenía retratos de pinturas en la pared de una pequeña familia, la niña se perecía mucho a ella. Entonces llegué a la conclusión que lo más seguro es que estuviera en su casa.
Al levantarme me di cuenta que estaba en ropa interior y con una pequeña bata. Salí de la habitación y escuché voces desde la cocina así que me acerque silenciosamente a escuchar la conversación de las dos mujeres que platicában plácidamente.
Una de ellas era más joven no sabía quién era, la otra la reconocí porque no era la primera vez que la veía, solo que esta vez ella sonreía al parecer eran muy cercanas. Escuché que la muchacha más joven le decía.
- ¿Elena y que harás con tu invitado?
- Dárselo a los lobos supongo - dijo Elena. Se llama Elena me dije en mis adentros.
- Deja de ser mala - dijo las más joven cruzando sus brazos.
- Tranquila, ya he escrito una carta a que vengan por él, tú te encargaras de llevar esa carta a su mansión yo lo haría, pero tengo que ir a torturar a quien nos atacó ayer.
- Iré, pero me llevaré a algunos lobos.
- Tranquila Génesis, no dejaré que nada malo te pase, te lo prometo. Además mi manada sabrá cuidarte - se unieron en un fuerte abrazo.
Quería seguir observando, pero hice que algo se cayera haciendo un fuerte ruido y quedará al descubierto.
Ambas voltearon a verme.
- ¡Vaya! nuestro invitado ya se ha despertado y ha estado espiándonos ¿Mami y Papi no te enseñaron que es de mala educación espiar a los demás? – dijo Elena mientras comía de su manzana.
- He despertado hace poco y no he escuchado su conversación – lo dije muy serio.
- Buenos días gran Conde – Génesis hizo una reverencia ante mí, observé como Elena la miró muy sorprendida al ver lo que hizo.
- Hola pequeña - respondí ante su saludo.
- Pero que haces Génesis ¿Por qué lo saludadas de esa forma? - Dijo Elena disgustada.
- Es el gran conde – respondió Génesis.
- ¿Y? sea quien sea creo que no se merecía tu reverencia - habló Elena muy molesta.
- Sólo quería ser cortes - dijo Génesis algo apenada por lo sucedido.
Elena al notar eso le dijo que no pasaba nada y Génesis se retiró, dejándonos solos.
- ¿No entiendo por qué Génesis no puede hacerme una reverencia? Tú también tendrías que hacerlo - al escuchar Elena eso se puso muy furiosa, se acercó a mí y me dijo.
- Mientras estés en mi territorio yo haré lo que se me plazca, aquí yo reino - su mirada penetro la mía, era fría.
- Creo que tienes razón, pero no olvides que yo soy el gran conde y me debes respeto - le dije.
- ¿Respeto? te respetaré cuando seas digno de ello - respondió de forma sarcástica.
Jamás pensé que existiera una mujer que me podría contradecir o desafiarme, pero esta mujer me estaba volviendo loco. Respiré hondo y le dije
- ¿Por qué estoy aquí?
- Te hirieron y como la noche que nos vimos por primera vez me salvaste de cometer una locura, te pagué el favor y te traje a mi hogar, aunque después me arrepentí y pensé en dejarte en el bosque y aquí está, escuchando conversaciones que no te corresponden.
- Ya veo, noté que tu mansión está llena de lobos.
- Son mi familia, ellos me cuidan y yo a ellos - dijo Elena mientras se lavaba sus manos, dándome la espalda.
La observé detenidamente desde atras, para ser una mujer tan temeraria tenía buena físico
Sentio mi mirada, volteo a observarme y me preguntó.
- ¿Quiere algo de comer? ¿Talvez carne de venado? lo cazamos esta mañana – dijo sonriendo de forma irónica enseñándome al vendado que yacía muerto sobre la mesa.
- Creo que si comeré algo - le respondí dándole media sonrisa.
Elena al escuchar que no le di ninguna excusa para comer se disgustó.
- Es pescado, la cocine para ti – me dijo muy seria.
- Pensé que me darías de comer carne cruda.
- No hay ningún problema si quieres carne cruda, gustosa y te la sirvo.
- No te molestes mucho, comeré lo que me has dado - le respondí al mismo tiempo que le sonreía con una falsa mueca en mis labios.
Elena salió de la cocina algo molesta. Yo me dispuse a desayunar. Para ser una salvaje cocina muy bien.
Elena…..
Enserio quería disgustarlo cuando le enseñe al venado muerto pero al parecer estaba decidido a comer.
Envié a Génisis a dejar la carta y designé a tres lobos que la acompañaran me despedí de ella, sin antes abrazarla.
- Cuida de nuestro invitado, yo regresaré pronto - dijo Génesis.
- Lo haré - le respondí y ella se marchó montada en su caballo.
Entre a cambiarme de ropa para continuar con mi entrenamiento. Cuando bajaba me topé a Sebastián y me dijo.
- Necesitó algo de ropa.
- Tu ropa está en la habitación que dormiste, sube y tómala.
- Gracias - respondió y se fue a cambiar.
Lo observé subir las escaleras, todavía llevaba la bata puesta y el moviendo hacia que la bata lo dejara al descubierto, sonreí ante esa escena.
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Comments
Irma Ruelas
🌹🥰❤️❤️🤩🌹
2025-03-05
0
Yanet Cristina Vilugron Salazar
jajaja pillina
2025-03-04
0
Ido Rojas
que traviesa ! 😏
2024-12-07
1