¿Dónde esta el Conde?

Génesis…

Llegué a la mansión del conde como me lo había pedido Elena. Al parecer todos estaban desesperados por buscarlo. Pedí a uno de los guardias que me dejará pasar que he traído una carta de parte de la "mujer loba". Él, al escuchar su nombre no dudo y me dejó pasar, después de un momento me quedé sentada a lado del despacho. Ahí había un joven muchacho muy guapo que estaba dando órdenes para seguir con la búsqueda, se veía desesperado.

- ¡Quiero que lo busquen por cielo, mar y tierra si es necesario, pero encuéntrelo! - Dijo él con una voz firme y profunda.

Cuando uno de sus guardias le dijo a qué venia, no dudo en dejarme pasar al despacho y me pidió que tomará asiento. No voy a negar que me quedé por 1 minuto admirando su belleza. Era de tez blanca, alto, ojos color avellana con un dorado exquisito, su cabello era negro y ondulado, se notaba mucho que trabajaba en su cuerpo, la camisa que llevaba puesta lo hacía evidenciar, no pasaba de los 24 años de edad. Era realmente un Dios griego.

- Señorita creo que no me escuchó, pero le dije que tomará asiento - volvió a decir, señalando el asiento que estaba en frente.

- Aah., este, he venido de parte de la mujer loba a darle esta carta - él la tomó enseguida y la leyó.

...El señor Sebastián se encuentra en mi mansión ha sido herido, pero ya lo he curado. Por favor venir por el hasta esta tarde.

...

...Con odió la mujer loba....

Al terminar de leer la carta, ordenó que arreglaran el coche para ir por el gran conde.

- Dime pequeña ¿me podrías llevar a la mansión de tu ama? - Me preguntó.

- Tendré que hacerlo, sino serán comida para lobos. Ella no es mi ama, es mi mejor amiga y me ha pedido que le trajera esto, claro que he sido escoltada por lobos para que esté bien de ida y de vuelta – le respondí.

Término de escucharme y le dije que me siguieran, que si no hacían nada indebido o estúpido como atacar a los lobos no les haría nada. Me monté en mi caballo y me dispuse a marchar, ellos me siguieron y entraron al bosque conmigo.

Al llegar uno de los lobos dio el aviso de nuestra llegada. Pude notar que Elena salía corriendo a recibirme y al parecer se había dado un baño, se había puesto un camisón blanco para cubrirse, pero no lo hacía totalmente. También la noté furiosa, era normal en ella, ya que no soportaba las visitas y a igual que los lobos, ella es muy territorial. Detrás de ella venia el conde, que al ver a sus hombres les dio una mirada intimidante como estarles diciendo que no la vean. Él también notó que Elena estaba más desnuda que vestida, sus bragas eran totalmente visible ante los ojos de los demás.

Elena…

Cuando me besó quería que no parara, por primera vez me sentí amada y feliz, sus brazos me hicieron estremecer y fue imposible no poder gemir. Su aroma su delicioso aroma varonil combinado con el fuego, realmente quería que el tiempo se detuviera.

Después escuché a un lobo aullar, supe que habían llegado, así que me separe rápidamente, no quería que me vieran besándolo. Luego de haberme separado le dije.

- Han llegado por ti.

- ¿Quiénes? – preguntó.

- Tu gente.

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