Ahora Yo Seré La Villana; Kyoko.

Al día siguiente, Kyoko fue a ver a la antigua emperatriz tal como ella lo pidió, cuando entró, rápidamente corrió a la mujer y la abrazó.

- abuelita emperatriz.

Ella si merece ser una abuela, no como la reina madre que todo el tiempo anda de dramática y exagerada.

- oh mi niña, mira cuanto has crecido.

La emperatriz le acaricia la cabeza, esa pequeña niña que vio hace unos años, ya había crecido y se parece tanto a Saya, no solo en apariencia, también en ese carácter fuerte y decidido. Pasaron el rato hablando, fue así como Kyoko le contó a la antigua emperatriz, como se siente con respecto al príncipe que rompió su promesa, le duele saber que aún cuando dice que se vio obligado, él haya aprovechado para estar con esa mujeres, eso nunca se lo puede perdonar, porque sabe, que si se casan y mantiene a las concubinas con él, seguramente seguirá pasando las noches con ellas, no se puede permitir algo así, ella necesita un chico en quien confiar, pues estará a su lado como emperador. Lloro un poco y ya en la tarde, se retiro, ya que la antigua emperatriz tenía otros compromisos; Kyoko camina por el palacio, hasta la mansión de invitados, pero el príncipe Eiji la espera en la entrada, ella se acerca, debe enfrentarlo.

- princesa Kyoko, por favor, se que cometí un error, pero te prometo que de ahora adelante solo estaré para ti.

- no, no puedo perdonarte, si yo hiciera algo parecido no me perdonarías nunca.

- princesa, tal como te lo dije hace dos años, yo te quiero, aun si esas mujeres siguen conmigo, yo no estaré con ellas nunca más, dame la oportunidad, no rompas nuestro compromiso por algo sin importancia.

- eres realmente un tonto, me voy, no quiero hablar contigo, además tu madre ya aprobó la ruptura.

- ¿que? Mi madre no tiene derecho a eso, es mi decisión si rompo o no el compromiso.

- no, es decisión mía, yo realmente te quiero, pero no puedo aceptar algo así.

- mentira! Si me quisieras me darías otra oportunidad, estas siendo solo una egoísta, nisiquiera consideras como me siento yo.

Kyoko no quería escuchar más, solo salió corriendo de ahí, siente que si hablan más podría terminar cediendo, pues aunque se siga haciendo una chica dura, esta bastante dolida por lo sucedido. Siguió hasta perder al príncipe, de ahí se topó con Jian Fei, esta la saluda adecuadamente, notando que esta casi a punto de llorar, escucho lo que paso, así que seguramente debe estar desecha, saca un pañuelo y se lo entrega.

- si lo quiere, debería darle otra oportunidad.

- ¿que? Tú...

- en el palacio no se oculta nada, se como se debe sentir, nadie quiere compartir a la persona que ama.

- tú ¿esta comprometida?

- no, pero hay alguien a quien quiero y pienso que si esta en la misma situación que la suya, creo que, si realmente lo amo, lo perdonaría, pero le haría prometer que nunca vea a esas mujeres. Sería la mejor solución.

- yo, me siento traicionada, él prometió no tener concubinas, porque le dije que yo quería un matrimonio como el de mis padres.

- el caso de sus padres es especial, pero el sexto príncipe no es un emperador, quizás pensó que si perdía todo, usted no lo querría.

- pero debería saber que no me importaba su estatus, a mis padres tampoco les importaría eso.

- pero es algo que no sabía ¿o si? Quizás tuvo miedo, que si dejaba de tener todo, sería rechazado por tu familia, la reina madre sería la primera en rechazarlo.

- bueno, en eso, quizás sea cierto...

- yo digo que debe darle una oportunidad, si él no cumple, entonces rompa el compromiso, no es necesario que se casen inmediatamente, póngale un periodo de prueba.

La idea de Jian Fei parecía muy buena. Así que le agradece y se regresa por donde había venido, irá a hablar con el príncipe, cuando Jian Fei se queda sola, solo sonríe, es mejor si la princesa se casa, así, si el general Ming esta interesado en ella, una vez casada, no tendrá oportunidad.