Trata de una chica universitaria que trabaja para solventar los gastos de su hogar, sus padres se enfermaron pero se enamora de un chico rico ¿Que pasará?
NovelToon tiene autorización de JESSE_SDV para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo N°10
Evangelina caminó por los pasillos de la empresa con el corazón latiendo con fuerza. La entrevista había sido intensa, y aunque se había mantenido firme en cada respuesta, no podía evitar sentir que algo había cambiado en el aire cuando los ojos de Leonardo Devereux se posaron en ella. Era una sensación extraña, como si el destino estuviera jugando con su vida, enredándola en un camino que jamás imaginó recorrer.
Al salir del edificio, inhaló profundamente y cerró los ojos por un instante. Había hecho todo lo posible, ahora solo le quedaba esperar. Sin embargo, el recuerdo de la mirada de Leonardo no desaparece de su mente.
Por su parte, en la sala de reuniones, Leonardo permaneció en su asiento mientras el resto del comité se retiraba. Su mente seguía repasando cada palabra, cada expresión de Evangelina. Él, que siempre había sido un hombre lógico y estructurado, que nunca había permitido distracciones en su vida, ahora se encontraba intrigado por una mujer a la que apenas conocía.
— ¿Qué es lo que me pasa? —murmuró para sí mismo, pasándose una mano por el cabello.
Recordó la imagen de ella en la mansión de su abuela, trabajando con dedicación en los jardines, y ahora la veía aquí, luchando por un futuro con la misma determinación. No era como las mujeres con las que sus padres intentaban emparejarlo, aquellas que solo hablaban de lujos y superficialidades. Evangelina era distinta.
Un suave golpe en la puerta lo sacó de sus pensamientos. Era su asistente.
—Señor Devereux, aquí están los expedientes finales. Mañana se tomará la decisión.
Él tomó la carpeta sin responder, asintiendo levemente. Cuando la puerta se cerró, volvió a abrir el expediente de Evangelina.
Su historia estaba escrita en aquellas hojas. Su esfuerzo, sus sacrificios, su dedicación. Había trabajado desde muy joven, equilibrando estudios y empleo, sin permitirse descanso. Leonardo sintió una punzada en el pecho al imaginar cuánto había debido soportar.
Mientras tanto, Evangelina llegó a casa con una mezcla de emoción y agotamiento.
Su madre, aún recuperándose de su enfermedad, la esperaba con una taza de té en la mesa.
— ¿Cómo te fue, hija? —preguntó con dulzura.
Evangelina dejó su bolso en el sofá y se sentó junto a ella.
—Bien, mamá. Creo que respondí con firmeza… pero no sé qué tan bien me fue.
Su madre tomó su mano y la apretó con cariño.
—No importa lo que pase, estoy orgullosa de ti. Has llegado tan lejos con tu propio esfuerzo.
Esas palabras hicieron que Evangelina sintiera un nudo en la garganta. Siempre había trabajado sin descanso para darle una mejor vida a su familia. No podía fallar ahora.
Esa noche, mientras intentaba dormir, los recuerdos de la entrevista la asaltaron. Y entre todos ellos, la imagen de Leonardo se repetía en su mente.
¿Por qué su mirada la inquietaba tanto?
¿Por qué sintió que, de alguna forma, él no era un simple entrevistador más?
Al día siguiente, en la empresa Devereux…
Leonardo entró en la reunión con el comité de selección. Todos estaban listos para tomar la decisión final. Se discutieron perfiles, capacidades y el impacto de cada candidato en la empresa.
Cuando llegó el turno de Evangelina, varios miembros del comité estuvieron de acuerdo en que era una de las mejores opciones. Pero también había dudas sobre su falta de experiencia en grandes proyectos.
—Tal vez sea demasiado para ella —comentó uno de los gerentes.
Leonardo sintió una extraña incomodidad al escuchar eso.
—La experiencia se adquiere con oportunidades —dijo con firmeza—. Y Evangelina ha demostrado que tiene la capacidad de superar cualquier reto.
Hubo un silencio en la sala. Nadie esperaba que él hablara con tanta determinación sobre un candidato.
Finalmente, después de una última deliberación, se tomó la decisión.
Horas después, Evangelina recibió un correo electrónico. Al abrirlo, sintió que su corazón se detenía por un segundo.
"Felicitaciones, señorita Rios. Ha sido seleccionada para formar parte del equipo de investigación en Devereux Corporation".
Sus ojos se llenaron de lágrimas de emoción. Lo había logrado.
Sin saber que, al otro lado de la ciudad, Leonardo sonreaba ligeramente mientras observaba la confirmación de su contratación.
Él había tomado una decisión basada en sus méritos… pero no podía negar que, en el fondo, algo dentro de él ansiaba volver a verla.