A pesar de sus reservas iniciales, la conexión emocional y la química entre Nick Evans y Dayanne Wilson, es tan poderosa que los lleva a experimentar un deseo incontrolable de estar juntos. Esta sensación de atracción abrumadora los impulsa a explorar sus sentimientos y a desafiar sus creencias previas sobre el amor. Pero la situación entre ambos, se complicará por las propias inseguridades de Dayanne relacionadas con la intimidad, lo cual le impide entregarse por completo, aún cuando siente un deseo irrefrenable por Nick. A pesar de la intensa atracción que ambos experimentan, Dayanne lucha internamente contra sus propios temores y barreras emocionales que le impiden abrirse completamente a Nick y a la posibilidad de una relación significativa. Esta dicotomía entre el deseo abrumador y las inseguridades personales de Dayanne crea una tensión emocional que será crucial para el desarrollo de su historia juntos.
Los invito a leer esta hermosa historia de amor y superación ¡Disfrutenla!
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CAPÍTULO X ATRACCIÓN
Cuando Nick Evans entró al baño y la miró allí de pie, sosteniéndose del lavado y con sus piernas bien torneadas desnudas, no pudo evitar que sus ojos siguieran subiendo hasta quedar fijos en la sexy panty negra que cubría su femineidad…
La contempló por un instante que para ella se hizo eterno, pero él fue incapaz de apartar la vista de esa tentación que tenía delante. Nick se mordió el labio inferior, luchando contra la creciente necesidad de acercarse y tocarla, de poseerla en ese mismo instante “Control hombre” se pidió cuando fue capaz de escuchar como latía sin control su corazón en su pecho, mientras un intenso deseo lo invadía por completo.
. – ¿Me ayudará? – Preguntó de pronto Dayanne intentando también controlar las sensaciones que le provocaron las intensas miradas de su jefe… Nick reaccionó a su voz y la miró sonrojado, tanto por la excitación como por el bochorno que lo embargó…
Con pasos pausados se acercó a ella, tratando de controlarse, sintiendo la tensión entre los dos en el aire. Cuando él se inclinó para tomarla, sus manos temblaban ligeramente cuando inevitablemente se posaron en su piel desnuda… Ambos contuvieron un suspiro que amenazó con salir de sus bocas al sentir como ese contacto los quemó a ambos. Dayanne posó su mano izquierda por su nuca, sosteniéndose más fuerte de lo normal…
Ninguno dijo nada hasta llegar a la cama, y sentarla allí. Ahora venía otro dilema, quitarse la camisa y ponerse una bata o cualquier cosa que la cubriera… Dayanne aprovechó de suspirar cuando Nick se volteó y tomó el vaso de agua que estaba en la mesita y se lo tomó completo, se sentía reseco, luego fue al baño con la excusa de recoger el pantalón de la chica, pero lo cierto es que necesitaba estar solo unos segundos…
Dayanne entre tanto continuaba pensando “Bueno, imagina que estas en la playa, que él no es un hombre guapo que está en tu habitación y te mira con ganas de comerte, sino un hombre común que pasea dando patadas a las olas y además es gay…”
Carraspeó antes de hablar cuando Nick volvió del baño, se notaba que había echado agua en su cara…
. – En la segunda gaveta de la cómoda hay unas batas ¿Me pasas una por favor? – Le pidió señalándole, y Nick comenzó a rezar nuevamente por auto control, sabiendo lo que seguiría.
“Piedad por favor” pedía mientras iba por la prenda “Soy un simple mortal, no soy de hierro” abrió la gaveta y observó las prendas bien dobladas por colores, había blancas, negras y rosadas pálidas, todas tipo seda… “Muy sexys por cierto, espero no dejen mucho a la imaginación”
. - ¿Cualquiera? – Preguntó mirando con duda cual tomar…
. – La rosada por favor – Le pidió Dayanne recordando que esa era una de las más largas y digamos discreta que tenía.
“Okey, la rosadita será” aceptó mentalmente tomándola, sintiendo la suavidad de la tela “Ummh esto no es justo”
. – Gracias… - Lo miró – Tendrá que ayudarme…
¡“No me diga”!
. – Por supuesto, para eso estoy aquí – Dijo todo galante, tragándose la intranquilidad que sentía - ¿Qué hago?
. – Quíteme la camisa… - Le ordenó Dayanne levantando el brazo sano “Dios santo mujer”
. – Okey, aquí vamos… - Nick abrió y cerró sus manos antes de tocarla, gesto que no pasó desapercibido para Dayanne, que sonrió manteniendo su cabeza hacia abajo – Mucho cuidado – Decía mientras deslizaba la camisa por el brazo y cabeza, para después sacarla completamente por su brazo enyesado. Nick observó lo suave que parecía la piel de su espalda, además observó también que solo un tatuaje acompañaba su perfecta piel… Nick en todo momento sintió ganas de dejarse llevar y acariciarla, estaba completamente perdido en ella, en su piel que reconocía era suave y cálida, en su aroma embriagador “¿Y pides autocontrol? Si sigues así, y no habrá vuelta atrás” se reprendió ante esos traidores pensamientos.
. – ¡Listo! – Presionó con fuerza la camisa, mientras se separaba unos pasos de ella, y fue lo peor que pudo hacer para él, verla ahora sentada allí con ese conjunto de encaje negro, dejando mucho a la imaginación “No que va, esto es mucho con demasiado” – Deme la bata – Le pidió completamente alterado arrebatandosela literalmente de las manos…
Con manos temblorosas por un inminente nuevo contacto, se acercó para colocársela lo más rápido que pudo, todo bajo la sonrisa traviesa de Dayanne, que en ese instante se sentía halagada por las reacciones de Nick, a pesar de que era consciente que en otra instancia tal vez no sentiría lo mismo, sino frustración…
. – Gracias, yo termino... – Le dijo ya sería levantando sus nalgas de la cama para bajar la bata, decidió dejarse el sostén para proteger más sus senos, puesto porque por lo general estos se marcaban en la tela de la bata y no era apropiado con su jefe allí…
. – Iré a llenar la jarra con agua… - Anunció Nick tomando el envase en sus manos…
. – Gracias... – Volvió a repetir y Nick renegó “Me está volviendo loco y no para de dar gracias”
. – ¿Puede dejar de decir eso? – Le pidió refiriéndose a ello…
. – No, me está ayudando, debo ser agradecida – Respondió Dayanne con altivez…
. – Bien… - Salió sin decir nada más, ahora se sentía algo molesto por la atracción que sentía por Dayanne, y especialmente el estado de fogosidad en que ella lo llegaba a poner con solo estar cerca de ella. Se cuestionaba si era apropiado sentirse atraído por su empleada. Quería conocerla, saber más de ella, pero no sabía si podría haber algo más entre ellos, y eso lo contrariaba porque obviamente para él desde ya era imposible sacarse a esa mujer de la mente.
Decidió mantenerse alejado un poco para despejar sus pensamientos. Llenó la jarra de agua y buscó en la nevera algo para prepararse, ya que él también debía comer algo… Sacó tomate, lechuga, cebolla, jamón y queso y buscó el pan en la despensa, entonces procedió en preparase un sándwich y jugo de naranja. También calentó un poco de leche para llevarle luego a Dayanne.
En tanto la chica, al notar que Nick se demoraba, optó por poco a poco rodarse en la cama, tomar la almohada y colocarla en su costado para descansar su brazo. Tal vez era el medicamento que había recién tomado o la sopa la había alimentado, pero se sentía somnolienta nuevamente, se recostó y pensó sin proponérselo en su jefe, y lo que para ella le pareció el disgusto con el que salió de la habitación…
Dayanne analizó que tal vez ya estaba aburrido de estar allí cargando con ella, cuando eso no era su responsabilidad, entonces cerrando los ojos se propuso evitar ocuparlo lo menos que posible… Quiso arroparse, pero no logró alcanzar la colcha, así que haló un poco la sabana que colgaba y se la puso encima, cerrando los ojos, dispuesta a descansar.
“Mamá ojalá puedas llegar mañana” pidió antes de quedarse dormida…
Unos minutos después Nick volvió después de comer y lavar lo que ensució. Traía con él el vaso de leche y la jarra con el agua. Al entrar a la habitación y encontrar a Dayanne dormida a medio arropar y en aquella posición, se insultó mentalmente por haber sido tan egoísta y no estar cuando ella realmente lo necesitó. Imaginó cuanto lo costaría habérselas arreglado para quedar en la posiciónen la que estaba.
. – No es su culpa que no puedas controlarte… - Susurró reprochándose mientras colocaba el vaso y la jarra en la mesita e intentaba con mucho cuidado sacar el cubrecama debajo de ella…
. – Tranquila… - Le dijo con suavidad cuando ella se quejó – Vuelve a dormir preciosa…
Dayanne ante el constante movimiento despertó y claramente lo escuchó, pero se obligó a mantener los ojos cerrados para no volver a importunarlo. Sintió como él con extrema delicadeza la cubría, y luego retiraba el cabello de su cara, fue un toque tierno, pero que su cuerpo reconoció como algo más intenso…