Volví a la manada que tanto he odiado, estando dentro de esta manada me trae recuerdos de aquella noche, estuve apunto de morir y la única manera en la que podía sobrevivir era recibiendo tratamiento en el mundo humano, pero los miserables de los reyes trillizos alfas les habían negado a mis padres la opción de ir al mundo humano ya que el odio que le tienen los hombres lobos a los humanos es demasiado, el recuerdo de mis padres arrodillados pidiéndoles que los dejaran ir para poder salvarme no sale de cabeza, ellos le dieron la opción de que si se iban no podían volver a la manada y así fue como mis padres y yo terminamos siendo unos renegados prohibiéndonos la entrada a la manada Luna real. Y ahora después de ocho años les piden a mis padres volver ¿para que? Eso lo sabremos muy pronto
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Capítulo 21
(Emma)
No he visto a los trillizos en todo el día, después de la conversación de ayer con el señor Freddy las cosas han sido incómodas para nosotros, no hemos hablado desde entonces. Se que están dolidos por mi egoísmo y me duele mucho haberlos lastimado con mis inseguridades, nuestra única interacción fue dormir juntos pero ninguno se atrevió a mirarme a los ojos y sus únicas palabras hacia mi fueron las buenas noches, y debo decir que esta distancia entre nosotros es de lo peor.
Ahora estoy con Gissel haciendo los preparativos para la noche de luna llena, cada vez que me acuerdo de lo cerca que está se me ponen los pelos de punta.
—¡Emma! — grita Gissel haciendo que todos se vuelvan a mirarnos.
—¿Por qué gritas? — preguntó apenada.
—Porqué no me estás prestando atención— responde.
—Lo siento, ¿Que decías? — pregunto.
—¿Que si llevamos negro o dorado? — alza lo que tiene en las manos.
—Dorado, ya tenemos cosas de color negro — respondo sin mucho entusiasmo.
—¿Extrañas a los trillizos?.
—¿He? Si..., digo no — la respuesta sale antes de que pueda pensarla.
—No lo niegues Em.
—Está bien, si, los extraños y mucho, me acostumbre a que estén todo el día encima de mi, que todo el tiempo estén pegados a mi cuello, su distanciamiento me está volviendo loca, me acostumbre tanto a que estén de posesivos y que su atención esté solo en mi, que ahora con solo ignorarme por unos minutos me duele y hace que los extrañe más de lo que he extrañado a nadie en toda mi vida — digo tomando aire y pestañeando rápido para que no se me salgan las lágrimas.
Gissel me mira sorprendida por mi arrebato y debo decir que su expresión no me está ayudando.
—Deja de mirarme así — digo tratando de no llorar.
—Hay cariño, ven — Gissel me abraza y yo escondo mi cara en su hombro.
—Ya no puedes evitar lo que sientes por ellos, como tampoco puedes ignorar el vínculo que hay entre ustedes, ya es hora de dejar todo atrás ellos han demostrado lo mucho que te aman y lo arrepentidos que están por lo que paso, ¿No crees que es momento de dejar todo atrás y seguir adelante? — me quedo callada sabiendo que tiene razón, he sido una inmadura.
—Tienes razón, hablaré con ellos lo antes posible no aguanto esto — digo.
...........
—Luna, ¿que piensa, está bien aquí? — pregunta una de las omegas que trabajan en la casa de la manada.
—Lia, ya te dije que no me llames así, Emma está bien — digo, aun no me acostumbro a que me llamen Luna — y si así está bien.
—Bien, y lo siento — asiento en respuesta.
Paso revisando que este todo lo necesario, algunos están despejando el área para que haya más espacio Gissel está probando algunos aperitivos para decidir cuales se darán y aún no ha decido cuales elegir.
No he visto a los trillizos, están verificando la seguridad de los alrededores, cuando llegue con Gissel solo encontramos al beta Mike y de solo ver como él y Gissel se devoraban me dio celos y quise ir por mis compañeros pero ellos no estaban cosa que me decepcionó muchísimo, pero que? Yo misma me lo busque, la noche cayó por lo que les digo a todo que se retiren.
Gissel entra conmigo a la casa de la manada y se retira a su habitación yo hago lo mismo, cuando entro no encuentro a nadie y siento como mi corazón se apreta —Ni siquiera me dijeron que se iban — me meto al baño me ducho y salgo ya con la pijama puesta cuando estaba apunto de meterme a la cama la puerta se abre y revela a mi trío de alfas, ya vienen cambiados y bañados por lo que supongo que se bañaron en sus habitaciones, los tres evitan mirarme solo entran directamente para ir a la cama pero los detengo.
—¿Podemos hablar? — preguntó y ellos vuelven su atención hacia mi, por primera vez desde que la última vez que hablamos me miran a los ojos.
Ninguno me dice nada solo me miran, por lo que soy la primera en hablar.
—Ya no quiero seguir así, siento que me estoy volviendo loca, me han estado ignorando desde ayer y juro que jamás pensé que eso afectaría tanto como me está afectando.
—Lo sentimos por haberte hecho eso pequeña — dice Jack, y juro que jamás me había encantando tanto que me dijera así.
—Nena, Solo queríamos darte tu espacio— habla Noah.
—Discúlpanos por haberte ignorado mi amor — dice Sam.
No digo nada, solo me acerco y puedo ver como sus ojos se iluminan, no dudo ni un segundo en abrazarlos y ellos hacen lo mismo, alzo la mirada para verlos a los ojos y sin dudarlo beso a Jack en los labios cosa que lo toma desprevenido pero me corresponde rodeó los brazos alrededor de su cuello y él me alza para quedar a su altura por lo que rodeó mis piernas en su cintura, Sam y Noah se acomodan a cada lado y besan mi cuello.
Separo mis labios de los de Jack para besar a Noah aún en los brazos de Jack, mientras él besa mi cuello luego de separar mis lado de los de Noah me vuelvo hacia Sam y junto nuestro labios, Jack besa la parte donde estará su macar y una ola de calor se apodera de mi cuerpo haciéndome gemir ellos huelen mi excitación y antes de que pueda procesarlo ya estoy en la cama.