Embarazado Del Villano(ABO)

Estuvo inconsciente por una semana más hasta que un día mientras yo estaba limpiando su cuerpo abrió los ojos, en cuanto me vio sonrió y luego dijo:

-que redondito y apetitoso estas.

Al escuchar las ocurrencias de aquel hombre, me sentí feliz y a la vez enojado, ya que él había acabado de salir de un acercamiento con la muerte y aun así seguía diciendo ese tipo de cosas; sin embargo, lo deje pasar, puesto que aún era un paciente.

Él al no escucharme responder, tomo mi mano y dijo:

-cariño, estás enojado?

-sabes que no cumpliste tu promesa?

-si la cumplí.

-no, dijiste que volverías en un mes y te tardaste más, además casi mueres.

-cariño, solo prometí que no moriría y no lo hice.

-no quiero discutir por estupideces, pero no me podía quedar callado, ¿sabes cuanto me preocupe?, sentía que me moría en cuanto me dijeron que estabas herido, ¿sabes lo triste y solitario que es estar viviendo el embarazo sin tu pareja?

-amor, lo siento.

-primero recupérate y cuando eso suceda puedes disculparte como quieras.

-está bien cariño, pero tú me cuidarás, ¿cierto?

-si, yo te cuidaré, así que más te vale que seas un buen paciente.

-si, paciente, es la persona enferma que se encuentra bajo la protección de un cuidador.

-ahhh.

-tonto, descansa, iré a traerte unas gachas de arroz en un rato regreso.

-cariño, no es muy difícil caminar así?

-así?

-si, tu panza ya creció bastante.

-callate, quieres comer o no?

-pues...

-habla.

-no quiero comer gachas.

-entonces que quieres comer?

-quiero comerte a ti.

-no puedo contigo.

-es que te ves tan lindo además de estar rellenito como un dumping, te ves realmente apetecible, quisiera tocar cada rincón de tu cuerpo, de solo imaginarte desnudo, ah, me excito.

-vete a la fregada Hua Cheng, deja de molestar, iré por las gachas y las traeré, será tu decisión comerlas o no.

-está bien.

Luego de decir aquello fui a la cocina, prepare unas gachas y regrese a la tienda, en cuanto entre, vi que Hua Cheng estaba de pie, así que me acerque a él rápidamente, deje las gachas sobre la silla y le dije:

-siéntate, aún tiene una pierna herida y tienes otras heridas en el pecho.

-cariño tranquilízate, soy un alfa extremo, lo que significa que me recupero rápidamente.

-me importa un carajo que tipo de alfa seas, ¿a caso por ser un alfa extremo eres inmortal?

-no.

-entonces siéntate en la cama y comete las gachas obedientemente.

-cariño, pero es que me aburro.

-QUE TE SIENTES TE DIGO.

-está bien cariño.

Él obedientemente se sentó, luego yo tome las gachas y lo alimente directamente, ya que sabía que si lo dejaba comer solo, seguramente él no terminaría todo el plato de gachas, en cuanto termino de comer me levanté la silla y quise salir de la tienda, pero en cuanto voltea la espalda él se levantó nuevamente y me abrazo luego me dijo acariciaba mi pancita de embarazo:

-mi amor, sé que no regrese pronto, pero ahora todo está mejor y si todo se resuelve tal y como lo predije, tú yo iremos a la capital, allí nuestra pequeña familia se asentara y viviremos felices y tranquilos, además si gano esta batalla, seguramente el emperador me llamara para darme una recompensa, en ese momento le pediste tu permiso para qué tú y yo nos casemos estoy seguro de que en cuanto lo solicite él accederá.

tío largo y fuerte suspiro y luego dije:

-Cheng Cheng, espero que todo salga tal y como lo estás planeando.

-estoy seguro de que lo hará.

Luego de eso él me soltó y regreso a la cama y yo fui a la cocina a dejar el plato.

Unos días después de que él despertara tuvo que volver al campo de batalla, ya que los enemigos se habían vuelto alzar, puesto que había aparecido otro hijo de aquel hombre al cual Hua Cheng había asesinado, en cuánto lo supe me preocupe mucho ya que la ultima vez él a duras penas había llegado con vida y temia que algo le sucediera, pero, ya que él era el general no pude hacer nada, puesto que si me entrometía seguramente me castigarían y también haría que sus hombres no le tuvieran fe y tampoco le hicieran caso a las órdenes que llegara a dar, así que lo único que pude hacer fue regresar a la tienda para despedirme, en cuanto lo vi, lo abracé y y con lagrimas en los ojos le dije:

- sé que es inevitable que te hieran en el campo de batalla, pero haz todo lo posible para que estas heridas nos sean de gravedad y regresa lo más pronto que puedas, recuerda que no queda mucho tiempo para que nuestro hijo nazca así que mata a todo aquel que te cruce en tu camino y gana esta maldita batalla de una vez por todas para que nos podamos ir de aqui, no quiero qie mi bebé nazca en un campo de guerra.

Él me abrazo con fuerza y me dijo:

-mi amor, volveré antes de que nazca nuestro bebito y volveré caminando, te juro que esta vez cumpliré mi palabra.

-más te vale.

Luego de decir eso, él me dio un beso en la mejilla, otro en la frente y luego se hincó y con voz suave dijo:

-mi bebé, no hagas pasar malos ratos a tu madre, sé paciente y amable, te prometo que regresaré pronto.

Luego beso mi pancita y fue a ponerse la armadura, yo lo ayude y cuando estuvo listo lo acompañe hasta la entrada del campamento, ya allí él me dio un beso en los labios, se subió a su caballo y se fue junto con sus hombres y los refuerzos que habían llegado recientemente, yo me quede mirando hasta que desaparecio entre los arboles, en cuanto ya no lo vi mas comence a llorar de manera incontrolable, ya que otra vez me habia quedado solo, mi compañero se habia ido y aunque confiaba en él, el miedo de no volverlo a ver persisitia.