En esta cautivadora historia, el próximo Alpha de Alphas y una misteriosa mujer se encontrarán envueltos en el centro de una antigua profecía. Con la luna como su guía, deberán superar desafíos sobrenaturales y desentrañar los secretos de su pasado para salvar a la humanidad y al mundo sobrenatural de una catástrofe inminente.
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Capitulo 23
"La alarma, insistente como un grillo nocturno, anunció el amanecer. Mis párpados, pesados como piedras, lucharon por abrirse. Un par de horas de sueño habían sido insuficientes para reponer las energías gastadas en la preparación del seminario de hoy. Mi cuerpo, un barco a la deriva en un mar de cansancio, clamó por un poco de descanso. En solo media hora, me transformé de una pijama a un estilo más profesional. El claxon, ese sonido tan familiar, me llenó de una extraña emoción como cada mañana desde que comprendo que mi destino es estar al lado de Darían, como su fiel compañera. Venirme a buscar se convirtió en una especie de pequeño ritual que nos une antes de comenzar el día."
"Los brazos de Darían me envolvieron en un abrazo cálido, y sobre mis labios reposo un beso que prometía mucho más. Pero nuestra burbuja de besos se desvaneció al escuchar una voz femenina que nos reprendió con un toque de humor y picardía. El beso quedó suspendido en el aire. Con un rubor en las mejillas, Darían me presento a su hermana. ¡Mellizos! Nunca lo hubiera imaginado. A pesar de su evidente parentesco, sus rostros eran tan diferentes como el día y la noche. Solo sus cabellos, oscuros y penetrantes, delataban su común origen."
"Mi lobito también me presentó a su delta, un iceberg con patas. Su saludo fue tan cálido como un té helado en el Ártico. 'Estoy a tu disposición luna', me dijo, con la misma entonación que usaría para anunciar una tormenta de nieve. Mi cuñada y su delta son dos extremos en una misma cuerda. Mientras ella es un torbellino de alegría y picardía, él es un iceberg que flota en un mar de seriedad. Su humor es tan opuesto como el fuego y el hielo."
"Después de las presentaciones Darían me abrió la puerta con un gesto caballeroso, y al acomodarme en el asiento, sentí la familiaridad de su presencia. El auto se deslizó suavemente por la calle, y mientras observaba su perfil concentrado en la conducción, una sensación de tranquilidad me invadió. Nuestra rutina matutina se convirtió en un bálsamo para el alma. El beso de Darían al despedirme era el punto final de un ritual reconfortante. Sin embargo, hoy, algo había cambiado. Las palabras de mi cuñada, anunciando su encuentro con su alma gemela, irrumpieron mi apacible caminata, sembrando una semilla de incertidumbre".
"Una transformación radical había ocurrido en mi cuñada. Sus ojos, antes tan familiares, ahora eran dos abismos oscuros y profundos. Un brillo dorado, casi hipnótico, pulsaba en su interior, anunciando la inminente ascensión de su lado salvaje."
__¿Estás segura?__, pregunté, mi voz apenas un susurro en el creciente silencio. Mis ojos se clavaron en los suyos, buscando alguna señal de duda, pero solo encontré una seguridad inquebrantable.
__Sí, estoy segura. Siento su presencia, lo necesito encontrar. Es mío y pronto estará a mi lado__. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal al imaginar el destino de aquel hombre. Elegido por la luna para ser la pareja de mi cuñada, un humano inocente, está destinado a caer en las garras de una loba con deseos de comérsela.
"Mi cuñada, con una mirada fija y determinada, le pidió a mi novio que se fuera. 'Tengo una misión que cumplir', afirmó. 'Debo encontrar a mi pareja destinada y no descansaré hasta lograrlo'. Con un suspiro resignado, Darían se giró para irse. Mi cuñada, con un brillo extraño en los ojos, me jaló hacia dentro del hospital".
"Los pasillos del hospital, que siempre he recorrido con familiaridad de quien conoce cada rincón, ahora se extienden ante mí como un laberinto desconocido. Ya no camino por ellos con mis propias piernas, sino que soy arrastrada por un destino ajeno, en busca de la pareja destinada de mi cuñada, la cual nunca me hubiese imaginado que estaría en mi lugar de trabajo".
"El área de cirugía se quedó suspendida en un instante. Los pasos de mi cuñada se detuvieron en seco, y su mirada, intensa y fija, se posó en el doctor Manuel. El aire se volvió pesado, cargado de una anticipación que me helaba la sangre. Mil plegarias ahogadas en mi garganta suplicaron que el doctor Manuel no fuese el elegido. Pero antes de que pudiera formular otra súplica a los dioses, su voz, vibrante de emoción, me arrancó de mi letargo, confirmando mis peores temores.
__Lo he hallado, cuñada. Es como una obra de arte viviente__. La emoción en su voz se apagó al instante al notar mi falta de entusiasmo. Al ver mi reacción, su sonrisa se desvaneció, reemplazada por una arruga de preocupación entre sus cejas.
__Tu expresión, en vez de irradiar la felicidad que esperaba cuñada, está nublada por una sombra de inquietud, como si mi hallazgo te causara más preocupación que alegría__. Odio que mi rostro traicione mis sentimientos. No quiero arruinar este momento especial para mí cuñada, pero mi corazón se debate entre la alegría por su felicidad y una profunda preocupación y tristeza. Al saber quien es su pareja destinada."
__Hay algo en tu mirada que me dice que sabes más de lo que estás diciendo. ¿Qué es lo que te preocupa de él? ¿Acaso sabés algo de mi mate que yo deba saber? Y por eso no te alegra que el sea mi pareja destinada__. Sé que mi cuñada es inteligente y capaz de tomar sus propias decisiones. Sin embargo, creo que merece saber la verdad sobre el doctor Manuel. Su reputación como conquistador precede su llegada, y no creo que sea el hombre adecuado para ella, aunque sea su pareja destinada.
__Me preocupa que el doctor Manuel no sea la persona adecuada para ti. Su historial amoroso me hace temer que te pueda lastimar, ya que la fidelidad no es parte de el__. La revelación la tomó por sorpresa. Sus ojos, antes llenos de ilusión, ahora reflejaban una tormenta de emociones. La molestia inicial se transformó en duda, luego en una sorpresa que la dejó boquiabierta. Y para culminar, una sonrisa se curvó en sus labios, fría y calculadora, que me hizo sentir un escalofrío.
__Cuñada, siento desilusionarte, pero hay algo que debes saber: mi zorrito no es quien parece. Su aroma no guarda rastro alguno de una unión íntima con una mujer desde hace mucho, muchísimo tiempo__. Mis labios, antes mudos, ahora recitan un poema de desconcierto. ¿Cómo es que el doctor Manuel, el mismísimo Casanova del hospital, no ha tocado a una mujer en años?.
jajajajj imaginar la cara de Kevin será todo un poema