¿Tenías Que Ser Tú?

Madrid, España.

Emma.

Estoy tratando de arrojar algo a la cabeza de Saúl. El hijo de puta tuvo la osadía de venir con nosotras a casa para ponernos a salvo. Oh, cómo quería quitarle la sonrisa a ese guapo gilipollas. La voluntad es tanta, que hasta tengo una sonrisa de satisfacción.

— Emma, ¿qué sonrisa es esa? – Pregunta Emmy.

— Oh, ninguno interesante — digo.

— ¿Qué te pareció Saúl?.

— No, tiene porque porque caerme bien.

— ¿Como asi ¿No encontraste nada? — pregunta ella, sorprendida.

— No me parece interesante — No le voy a decir que me parece hermoso y que me confunde con mis propios sentimientos.

— ¿Enserio? — Ella me mira sospechosamente.

— Emmy, todavía no te he perdonado lo de tu jefe —me quejo.

— ¡¿Oh por qué?! — ella ríe.

— ¡Lo digo en serio!.

— Los vi a los dos juntos y se veían tan lindos — comenta, mientras hace un corazón con sus manos.

— ¡No puede ser, Emmy, deja de ver romance en todo! — respondo irónicamente.

— No tienes idea de lo feliz que estabas hablando con Saúl.

— ¿Qué quieres decir con feliz? ¡Tu jefe me está atormentando — Me defiendo. Había disfrutado sólo un poco de su compañía.

— No parecía que te estuviera atormentando.

 — No viste nada. Respondo, encojiendo mis hombros restandole importancia.

— ¿Ah, sí? ¿Y qué me perdí?.

— Seguía tratando de controlarme — me quejo.

— Y por eso supongo que lo odiaste, ¿no es así? — dice Ella guiñadome un ojo.

— Oh, sí, realmente me encantó escucharlo decir “Tú, Emma, eres mi princesa” — Bromeo, aunque en el fondo pensé que era un poco lindo.

— Oh, por Dios, qué cosa tan hermosa ¿Ricardo, nunca me ha llamado así? — responde, llevándose la mano a la barbilla mostrado lo pensativa que está en estos momentos.

— Puedes quedártelo — digo, sin mucho interés

— No gracias, no es mi tipo.

— ¿Qué te hace pensar, que si es el mío?.

— ¡Porque está enamorado de ti!.

— Olvidemos este tema, ¿por favor? — Vamos a la cocina, tengo ganas de tomar un jugo antes — menciona Emery.

— ¡Sí, todavía tengo que estudiar! — Gimo cuando recuerdo que ni siquiera presté atención en la clase de hoy.

— ¿Algún problema?.

— Ninguno, recién hoy no estaba preparada para ir a estudiar — me desvío hacia mi habitación, no quería contarle lo que me había pasado. Después de unos minutos escucho que tocan la puerta es Emmy que trae en sus manos un bazo de jugo de guayaba.

— ¿Está bien? — me pregunta, mientras me da el juego.

— ¡Sí!.

— Bueno, entonces me voy a duchar, mañana es otro día.

— Descansa, ¡mañana te cocinare el desayuno!.

— ¡Oh, eres un amor! — dice, abrazándome, y me río.

— ¡Sí, soy un amor!.

— ¡Qué convencido estás! — se burla.

— Sí, y tú también me amas — bromeo. Le doy las buenas noches y Termino mi juego.

Cepillo mi cabello antes de ir a dormir como acostumbro todas las noche. Mientras mi mirada se dirige al.piso en donde encuentro encuentro mi celular. Estoy un poco preocupado si tomarlo o no. Al final me rindo, recojo el celular del piso y lo pongo sobre la cama.

Decido recoger nuevamente mi cabello y darme una ducha antes de irme a la cama. Sentir el agua caer por mi cuerpo fue muy bueno. No tardo mucho y luego salgo, me seco y me pongo un baby-doll, saco mis libros y cuadernos y me pongo a estudiar. Me quedo así por mucho tiempo.

Estaba tan concentrada en la materia que casi no escuché sonar mi teléfono celular. Estoy un poco indecisa, sin saber si revisar o no. Mañana, sin falta, tengo que cambiar el chip.

Tomo mi celular y todavía tengo un poco de miedo de desbloquearlo. Me doy cuenta de que no tenía ninguna llamada perdida, sino un mensaje en WhatsApp. Cuando lo abro, me encuentro con un mensaje que me hizo feliz y al mismo tiempo quería estrangular a mi hermana.

"Buenas noches mi princesa, espero que sueñes conmigo"

Este hombre es realmente imposible. El es molesto. Es una ternura, pero molesto.

"Lamento decepcionarte, ¡no sé lo que es un buen sueño!". Respondí.

Termino de escribir el mensaje y lo envío. No tarda mucho, me manda otro:

“¡Ah, mi princesa, a mi lado siempre tendrás buenos sueños!”

Sorprendentemente, le creo. ¡No puedo involucrarme con él!

"¿Y quién dijo que te quiero?".

Envío el mensaje rápido, con el corazón acelerado.

" Mi princesa, como dije antes, me perteneces! "

Termino riendome de su mensaje, y debo estar de acuerdo con mi hermana, me hace reír.

“¡Dios mío, qué cursi eres!”

 Tan pronto como envié el mensaje, llega otro.

" ¡Mi princesa, solo soy un hombre enamorado de una mujer hermosa!"

mi corazón da un vuelco cuando leo este mensaje. Y escribo lo que pienso de sus palabras.

"¡Así  que me enviaste un mensaje de texto por error, no soy una mujer hermosa!" .

"¡ Al contrario de lo que piensas, te voy a mostrar cómo eres mi bella princesa! Escribe lo que te diré: ¡muy pronto serás mía!"

Me conmueve la forma en que lo escribió, a pesar de que dice esas palabras cursis y lindas al mismo tiempo. Una cosa que puedo decir: no soy la mujer adecuada para él, y tal vez nunca lo seré.

Las lágrimas fluyen sin que me dé cuenta, al ver que tenía un hombre que se interesaba por mí, pero nunca podría tenerlo, y respondo, con un dolor en el corazón

"¡Soy una mujer que no puede amar y mucho menos ser amada por un hombre como tú Saúl! ¡Creo que es mejor que busques otra mujer que te haga feliz y que no cargue con un pasado lleno de dolor y sufrimiento!"

cuando iba  a apagar mi celular, termina sonando.

"Nada de lo que digas hará que me rinda contigo, mi princesa!".

" ¡Saúl, no puedo involucrarme con nadie!"Digo, mi voz ahogada por el llanto.

"¡No llores, mi princesa, siempre estaré a tu lado!"

“¡Saúl, no me busques más!”. Le suplico, llorando aún más.

“Siempre te buscaré, mi princesa, y no llores, porque te protegeré.

"¡Usted no entiende! "

"¡Entonces hazme entender!"

"¡No nos volveremos a ver!". Ya lo decidí. Necesito buscar ayuda lo antes posible.

"¡Joder, no nos volveremos a ver!" protesta enojado y sonríe.

"¡No tienes nada que desear!" Respondo, con una calma impresionante.

“Lo que quiero eres tú, Emma, y te tendré sin importar el costo. Escucha lo que te voy a decir: ¡nada de lo que digas nos separará!

“¿Sabes qué, Saúl? ¡Hay cosas que pueden separar a una pareja! "

- ¡Entonces dime!

"¡Aún no puedo, no estoy lista!"

— ¡Déjame ayudarte con lo que sea!. Confesé.

"¡No puedo, eso es todo lo que puedo hacer!" - Respondo, dando un punto final, y apago el teléfono. Me quedo allí llorando aún más cuando me doy cuenta de que tal vez he despedido al hombre que podría hacerme olvidar mi pesadilla. "¡Mañana voy a buscar ayuda!" hablo sola. Nunca me había sentido tan sola como me siento ahora.

Cuando empiezo a dormir, finalmente sueño con Saúl, y lloro en mis sueños, porque en el sueño estamos abrazándonos y besándonos, y en el otro sueño viene la pesadilla de ser violada nuevamente. Lloro aún más, porque le pido ayuda a Saúl, y él se aleja de mí.

Me despierto con el rostro bañado en lágrimas y me acuesto en posición fetal, temerosa de lo que pueda pasar. El seguimiento del rumbo de Jordi, la conexión, el encuentro con Saúl y la sensación de ser seguido me dejó muy conmocionada.

Cuando vuelvo a dormir como antes, en lugar de volver a soñar con Saúl, sueño con una violación y me siento sucia otra vez. Me doy cuenta de que tengo razón al alejar a Saúl, ¡él no merece estar con una mujer sucia como yo!.