Adrik es un mujeriego, arrogante y adinerado que no logra ser feliz. Naim quiere ser feliz pero no sabe cómo lograrlo. Un día la vida permite que ambos se conozcan de la forma más explícita posible y así, tanto el adinerado como el exprostituto, mezclaran sus vidas para complementarse mutuamente. Ficción romántica Boys Love
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Y CONFIANZA
...PRIMERA PARTE...
...EL AROMA DE TU PERFUME...
Son las cuatro de la tarde. Suena Vilevo a través de Alexa y estoy terminando de publicar un journaling sobre atardeceres y sentimientos. ¡Mi publicación es tan cursi!
Creo que estoy perdiendo la cabeza. Mi corazón late con destellos de curiosidad y ternura hacia alguien que no conozco del todo. Un hombre acaba de aparecer en mi vida. ¡Es muy guapo! Su mirada está llena de autoridad y cuando platicamos, su lado más tierno sale a flote. ¿Este hombre está en mi vida para enseñarme lo que es el enamoramiento?
¡No sé! Por eso digo que estoy perdiendo la cabeza. Hace tiempo que yo mismo me prometí que el amor es algo que no puedo permitirme. ¡Soy muy estricto con mi corazón! Y ahora él me ha pedido que yo fluya a su lado para intentar descubrir nuestra felicidad juntos. ¿Eso está bien?
Un hombre como él es todo lo que nunca imagine toparme y, sin embargo, aquí estamos. Hemos cenado juntos. No ha pasado mucho desde que nos conocimos. ¡Y he logrado abrir mi corazón a él! Le he contado mi lado oscuro, mi pasado crudo y él me ha tratado de comprender.
¿Cómo debe ser el amor verdadero? ¿Cómo debe ser la vida al lado de un hombre adinerado?
Mi journaling de hoy es solo una muestra de que me gustaría enamorarme con el atardecer de fondo y el aroma a permite de gardenia.
No tardo mucho en comenzar a recibir reacciones de mis fans y eso me hace sonreír. ¡Mi poesía y cotidianidad parecen gustar a la gente!
Mi celular empieza a timbrar y su nombre parece en mi pantalla. ¡Qué padre!
—¡Hola!
—¡Hola, Nam! ¿Cómo estás? —Su voz me hace sonreír tenuemente.
—Bien. Todo genial conmigo. ¿Tú, cómo estás?
—Me da gusto que estés bien. Yo acabo de salir de la oficina y estoy por ir a tu casa. ¿Estás listo?
Veo más notificaciones en mi pantalla.
—Sí, estoy terminando de alistarme.
—Perfecto. Llego en diez minutos. ¿Me esperas afuera?
—Sí. Te espero.
Tras finalizar la llamada, cierro mi laptop. Me pongo de pie, voy al sanitario y me lavo la cara. Cepillo mis dientes. Enjuago. Voy a mi habitación. Me quito la ropa que traigo puesta y me visto con un pantalón beige y una playera gris con estampado abstracto. Tomo un frasco de perfume y roció un poco sobre mi cuello.
Guardo mi celular, tomo mi cartera y salgo a toda velocidad de mi departamento. En el cielo hay rastros de posible lluvia, el viento suspira con suavidad y cuando estoy por abrir el portón, veo que su vehículo se estaciona frente.
Sus ojos se enfocan en mis ojos y al instante, de forma natural, sonrío. Baja la ventanilla de su lado.
—Me da gusto verte —la voz de Adrik me ilusiona.
—A mí también me da gusto verte.
—Sube. Quiero llegar a tiempo para que podamos disfrutar de lo que he planeado.
¿Y qué había planeado él?
...🩶🩶🩶...
La Estrella de Puebla estaba frente a nosotros. Ya eran las cinco de la tarde cuando los detuvimos en la taquilla.
—¡Bienvenido, señor! —Saludó la señorita de la taquilla.
—Gracias —le dijo él.
Y fue allí que Adrik se animó a tomar mi mano. Su piel se fundió con mi piel y entrelazó nuestros dedos para poder caminar juntos hasta la cabina.
—Nunca me he subido y eso que ya llevo varios años viviendo aquí —le hago saber.
—Bueno, hoy será tu primera vez arriba.
Lo más curioso es que no había nadie, pensé que muchos turistas estarían formados para poder ingresar. ¡Y no fue así! Solo éramos Adrik y yo.
—¿Por qué quisiste traerme aquí?
—Es que quiero que veas algo magnífico y eso solo se puede contemplar desde las alturas.
Llegamos a la plataforma de abordaje. Un hombre nos dio la bienvenida.
—Todo está listo, señor, deseo que disfruten —dice el muchacho.
—¡Gracias! —Corresponde Adrik.
La góndola abre sus puertas. Adrik me invita a subir primero y cuando estamos arriba, veo que el suelo es de cristal. ¡Intenso! Mi corazón se acelera un poquito, pero su mano me reconforta porque sé que no estoy solo. Las puertas se cierran.
—No quiero imaginar cuando estemos en la punta de las alturas —se me ocurre decir.
—No lo imagines. Mejor ahorita lo descubres.
—Tienes razón.
Soy yo quien decide soltar su mano y es en ese instante que mi alma comienza a pensar que esto es probablemente, una cita. ¡Mi primera cita en la vida!
—¿Cómo te sientes? —Se anima a preguntarme.
—Me siento bien. ¿Y tú?
—¡Estoy contento! Un poco nervioso.
—¡¿Estás nervioso?!
—Sí.
—No pareces nervioso.
Se ríe.
—Te digo que causas cosas que nunca había experimentado.
La góndola comenzaba a subir. Lentamente. Con precisión. ¡Íbamos hacia el cielo!
—¿Y eso es bueno?
—Creo que lo es. Puedo decir que es una nueva etapa en mi vida.
—Supongo que...
—Deberíamos tomarnos unas fotografías. ¿Te parece bien? —Me pregunta él.
—Sí.
Saca su celular y abre la aplicación de cámara. Se acerca a mí, sonreímos, captura. Su brazo me rodea el cuello y captura. No me dan miedo las alturas y la compañía de Adrik me hace sentir tranquilo. Él comienza a enseñarme parte de la ciudad. Yo me maravillo por estar aquí en este momento y siento una felicidad inmensa en mi alma entera.
—Quiero decirte algo —dice él. Estamos a un cuarto de llegar a la cima.
—Claro. Te escucho.
—Después de que entraste a mi habitación y me encontraste en plena acción, no fui capaz de terminar.
—Sí. Eso ya me lo habías dicho.
—Y en la noche de la boda, como bebí alcohol, me sentí caliente.
—¿El alcohol te calienta?
—Sí. El alcohol me hace sentir necesitado.
—Cuando volví a mi casa después de la boda, contraté a una escort. Ella vino a mi casa y quise intentar apagar mi necesidad. Pero algo en mí no funcionó y entonces terminé despidiéndola —deja escapar un suspiro, me mira a los ojos—. ¿Sabes por qué?
—No.
—Por qué en mi mente estaba tu mirada y en mis oídos tu voz. ¡Tú me limitaste! Y ya no pude seguir adelante.
Sus palabras fueron inesperadas, pero al final, me hicieron sonreír.
—No tenía idea.
Sonríe.
—Yo sé que no tenías idea, por eso te lo estoy diciendo ahora. Porque quiero que sepas lo que causas en mí. Por eso te invité a esta cita.
¡Una cita con él! Un hombre adinerado y un muchacho despistado. ¿Buena combinación?
—Gracias por decirme esto. ¡Te agradezco mucho! No tenía idea.
—Como te dije el día de ayer. Hay cosas que nunca he experimentado en mi vida y por eso mi alma quiere experimentar.
—Eso está padre.
—Ahora, quiero veas el atardecer. Quiero que te deleites con esta vista y te sorprendas de lo que estás viviendo justo ahora —su dedo apunta a los volcanes.
Dos cuerpos naturales petrificados en ese horizonte. La luz de atardecer de fondo crea colores intensos y brillantes que, a mí, me conmueven mucho. Algo me hizo recordar mi journaling de hoy y mis labios se curvaron en una sonrisa amplia. ¡Esto era perfecto!
—¿Cómo te sientes? —Me pregunta él.
Quiero mirar sus ojos.
—¡Estoy contento de estar aquí! ¡Es bellísimo!
—Me da gusto saber que estás feliz.
Saco mi celular y empiezo a tomar fotografías de este hermoso momento. La góndola se detiene justo cuando estamos en medio.
—Nam.
—¿Sí?
—Quiero intentar buscar mi felicidad a tu lado.
Mi corazón se estremece. El atardecer me enamora. ¡Y estoy completamente feliz de estar aquí!
ADRIK Y NAN se conocieron de una manera algo especial y como dice NAN, todo pasa por algo.
El aprender a vivir y a dejar el pasado atrás, cuesta mucho pero si tienes a tu lado a alguien que te pueda ayudar, es mucho más fácil..
Autor, Te Felicito, espero sigas trabajando con el mismo entusiasmo, amor, talento e inspiración!!
Deseo de todo corazón que logres publicar todos tus trabajos, soy una persona de pocos recursos y no te puedo más que apoyo moral.
Los sueños y los deseos son los que nos sostienen para seguir adelante!!
Gracias, gracias por presentar y permitir leer tus libros!!!