Angela una mujer felizmente casada, Frank un esposo amoroso cuida de su hija y su esposa. pero no todo es lo que parece
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Otra Promesa Rota
No podía creer lo que Andrew acababa de decir.
Bueno, doña Leonor, yo duermo con Ángela, y así seguirá siendo.
-¿Perdón? ¿Hay algo que ustedes dos me quieran decir?
Mamá no es lo que tú piensas...
Pues si, Ángela y yo estamos juntos, como pareja.
Tu mucha chita inmadura, ¿cuándo pensabas decírmelo?
Y sé que salió con las suyas, llevo a la niña al dormitorio mientras mi madre y yo quedamos solas en la sala.
- Por lo visto no perdiste el tiempo, verdad?
- Mamá, es que todo paso de repente.
-Está bien, me alegra que ya lo hayas perdonado.
- Perdonado?, De que hablas?
- Hay niña, no te hagas la loca, sé muy bien que desde niña te gustaba Andrew.
- De que hablas mamá
- Por favor, no creo que seas tan ingenua, Andrew es el hijo del jefe de tu padre, tú lo consolaste cuando su madre falleció, supuestamente se suicidó, luego él te acompaño cuando, pues, cuando Efraín también partió de este mundo.
- No entiendo aún.
- Hay muchacha, ustedes fueron grandes amigos, aun con la diferencia de edad, y tú, pues como toda niña ingenua, te enamoraste de él, pero cuando el vino a estudiar acá a los Estados Unidos, y no se despidió de ti, tú juraste no volverlo a querer, y ahí está, bien enamorada es lo que andas.
Muchos recuerdos regresaron a mi mente, ese día cuando su madre había fallecido, cuando mataron a mi hermano mayor y él juró nunca abandonarme, y a los pocos meses se fue del país, sin despedirse, maldito, como no me di cuenta, qué estúpida había sido, caí en su trampa, el más que seguro se está burlando de mí.
Entre a la habitación muy molesta, tome a mi hija y la aliste para dormir, luego le lance una almohada y un cobertor, para que se fuera a dormir al sillón,
-¿Tanto te molesta que le dijera la verdad a tu madre?
-No.
-¿Entonces?
-Tú nunca cumples las promesas.
-¿Qué?
Lo dejé con la palabra en la boca, y me recosté con mi niña, después de una hora sentí como él sigilosamente se acurrucó a mi lado y susurro a mi oído.
-Perdón por no cumplir mi promesa, perdón por haberla olvidado, pero tú jamás respondiste mis cartas, pero estoy aquí, y no me alejaré de tu lado, ni de esta hermosa princesa.
- No te creo.
- no crees que te amo?.
- No te creo nada.
-Entonces haré todo lo que sea necesario para que me creas, perdón angelito mío.
Me abrazo tan fuerte, que no pude decir nada y simplemente me acomode en su pecho y entre en un profundo sueño.
Las siguientes semanas fueron muy ajetreadas, entre consultas y exámenes de mi hija, todo me parecía tan confuso, parecía que estaba teniendo la peor de las pesadillas, y las que me faltaban por vivir, pero Andrew jamás soltó mi mano, estaba junto a nosotras en cada proceso, incluso cuando ya internaron a mi niña, él se queda a dormir conmigo en el hospital, para sí cuidar juntos de Karol.
Un día lo llamaron de la empresa para informarle que había surgido problemas con un hotel en Europa, y él tenía que ir allá para solucionarlo, él no quería irse, pero entre mi madre y yo lo convencimos para que fuera, no por culpa mía iba a perder su imperio.
Paso una semana desde que se fue arreglar sus problemas, y yo comencé a sentir bastante extraña, tenía mareos, un cansancio excesivo, lo atribuí a los constantes viajes al hospital, y la preocupación, pero cuando fui a la cafetería del hospital a querer ingerir algo fue lo peor, todo me dio asco y corrí al baño a vomitar, para eso el médico que trataba a mi hija me vio, por lo cual decidió hacerme algunos exámenes.
- Ángela, necesito tu total honestidad.
-Claro doctor.
- ¿Cuándo fue la última vez que te llego tu regla?
Me quedé pasmada, no lo recordaba.
-No lo recuerdo.
- Bien, pues te tengo dos noticias.
- Cuáles son doctor
- La primera, Felicidades vas a hacer nuevamente mamá, la segunda y la más dura, tú no puedes ser donante de medula para Karol, por tu estado de gestacional.
- ¡Que¡
- Necesitamos saber si el padre puede ser el donante de medula de Karol.
-Él, está en Mérida.
-Pues tiene que venir ya.
La noticia fue como un balde de agua fría, yo embarazada, como paso?, claro que sé cómo paso, ese hombre es insaciable, y la verdad yo no me cansaba de estar entre sus brazos, pero qué tonta fui al no cuidarme. No podía decirle a nadie de mi embarazo, primero tenía que saberlo era Andrew, en esos momentos lo más importante era que Frank diera su medula para curar a nuestra hija, así que hice todo lo posible hasta imposible para traerlo a Estados Unidos.
Pasaron 4 semanas más, Andrew aún no regresaba, Frank al fin pudo venir a salvar a nuestra hija, yo tenía ya 8 semanas de gestación, por suerte aún no me salía la pancita.
Todo iba muy bien con mi princesa, pero un día encontré a Andrew golpeando a Frank.
¿-Qué está pasando?
- Que este animal se me vino encima.
¿-Qué le hiciste Frank?
-Yo?. Acaso te importa más este infeliz, que yo, yo, que soy tu esposo ante los ojos de Dios.
- Sí, eres mi esposo, pero...
- No tranquila Ángela, yo estoy sobrando aquí, permiso.
-Andrew…
Se marchó sin escucharme, si tan solo me hubiera escuchado unos minutos, si me hubiera permitido decirle que íbamos a ser padres, que Frank solo vino a donar la medula para Karol, porque yo no podía, ¿porque se fue sin regresar a ver?, ¿porque otra vez me dejo sola?, ¿porque otra vez no cumplió su promesa?.