La monarquía es la misión sagrada de Dios para darle dignidad a la tierra. Nuestra protagonista tenía un destino trazado que vivir dentro de su familia, pero debemos recordar que nunca se debe dar algo por sentado, todo puede cambiar repentinamente de la noche a la mañana. Después de encontrarse en el set de grabación, Beatriz y Trevor vuelven a coincidir, pero esta vez en la universidad, es ahí en donde interactua con nuestro sexy y guapo protagonista, que había llegado un día a su clase de arte. De la convivencia nace entre ellos un amor fuerte, apasionado como el de ensueño, cálido como el verano. Hasta que un día y sin dar una explicación Beatriz deja la universidad sin una despedida, o una explicación dejando a Trevor con sus ilusiones y el corazón roto. Será que el tiempo algún día pueda volver hacer que se reencuentren, así algún puedan volver a vivir el gran amor que tenían
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Anillo de compromiso
Capítulo 10
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En Luxemburgo trataban de apagar el incendio provocado por la abdicación de el príncipe Alberto, el Rey sobre todo pensaba en porque no había hecho las cosas de diferente manera.
—Hijo, sé que estás sufriendo por la abdicación. Pero te recuerdo que siempre se debe poner a la corona sobre los sentimientos, es tu deber. La monarquía debe ganar, siempre debe ganar.—le decía la Reina madre
—Desde que me convertí en Rey, he sacrificado mi vida y mis sentimientos a favor de la corona. Es una carga pesada, pero se vuelve aún más cuando lastimas a tus hijos. Quisiera poderle explicar a Alberto, que todo lo que le dije se lo dijo el Rey y no su padre.—decía Felipe fue inevitable para el llorar.
En ese momento, comenzó a sentir de nuevo aquel dolor en el brazo. La Reina madre gritaba por ayuda, su hijo el Rey había sufrido otro infarto. Tommy entró de inmediato para ayudarlo, sin más espera llamaron al médico real. Afortunadamente actuaron de inmediato y Felipe había sobrevivido.
—Tommy, es hora de que vayas por la princesa Beatriz, para que puedan prepararla para la sucesión.—decía la Reina Teresa
—¿Si la princesa no quiere regresar?.—preguntó Tommy
—Regresará, si es necesario dile la verdad que su padre sufrió un infarto por la angustia que le hizo pasar Alberto. Ella es fuerte, pero ama a su padre. Si no funciona la gratitud, debe funcionar la culpa.—respondió Teresa
—De acuerdo su majestad, prepararé todo para ir por ella de inmediato.—dijo Tommy
—Tommy, antes de ir por mi hija. Lleva a la princesa Elideth devuelta a su familia y explícales lo que ocurrió. Ya que la prima de mi esposo, resuelva la situación de su hija la princesa. Tal vez también abdique por amor, pero eso ya es problema de la Reina de la gran Bretaña.—agregó Teresa
—Como usted ordene su majestad.—respondió Tommy
La Reina Teresa era una mujer peligrosa, despiadada, manipuladora y además fanática del poder. Pero eso solo duraría mientras su esposo permaneciera con vida, ya que su hija no cedería tan fácil.
Mientras tanto en St Andrew, el padre de Trevor estaba en las mejores manos, su esposa Natasha había llegado para cuidar de él. Trevor veía fuera de peligro a su papá, así que después de la universidad se vería con su amada. Beatriz no había ido a clases, tenía que ir al médico a revisión. Así que Trevor estaba ansioso de saber ¿por qué había ido?. Llego y toco el timbre, sin más espera Beatriz le abrió. El de inmediato la besó y la abrazó, si era honesto con el mismo, estaba suponiendo que algo había salido mal y tal vez estaba embarazada.
—Mi amor no me esperaba esa reacción.—decía Beatriz mientras se besaban y ella le sonreía
—¿Qué te dijo el médico?.—preguntó Trevor
—Ya entiendo, tranquilo estoy bien de salud. No, no estoy embarazada. La debilidad que siento es por una ligera anemia pero ya me dio medicamento para ello.—respondió Beatriz
—Bien señorita entonces debemos cuidarte, seré honesto contigo, por un momento si me hacía ilusión que pudieras estar esperando un bebé.—decía Trevor con mucha honestidad
—Nos hemos cuidado en todos nuestros encuentros. Así que es imposible que eso suceda, tal vez cuando estemos en Nueva York planeemos tener un bebé.—dijo Beatriz
Trevor volvió a besarla hizo que se montara sobre él para llevarla a la habitación, ya ahí comenzaron a despojarse cada uno de su ropa con un sentido de urgencia. Trevor la besaba apasionadamente, después la puso de espaldas y la empujó contra la pared. Mientras besaba su cuello, se introducía en ella para embestirla en esa posición, Beatriz gemía de placer. Cómo siempre los encuentros entre ellos eran sublimes, pero poco a poco subían la intensidad.
Después la colocó frente a él para llevarla a la cama, Trevor subió las piernas de Beatriz sobre sus hombros, para así poder embestirla y acariciar con sus dedos su centro todo al mismo tiempo. Beatriz se sentía en el paraíso, sus gemidos y ver como se estremecía motivaba aún más a Trevor. Así continuaron hasta llegar completamente al clímax, los dos estaban con su respiración agitada. Trevor se acomodó a espaldas de Beatriz para abrazarla.
—Te amo, quiero pasar el resto de mi vida a tu lado.—decía Trevor en su oído
—También te amo, y cuando llegue el momento dejaré todo para ir contigo a Nueva York.—respondió Beatriz, se besaron apasionadamente.
Realmente eran el uno para el otro, se amaban con locura, pero también se amaban de una manera leal, respetuosa y eterna. Ese amor que trasciende después de la vida, durante la muerte y continúa en otro tiempo.
Por la noche llegó Trevor a su casa, entre Marti y él habían organizado un momento especial en la roca donde se veía con Beatriz, Natasha le había dado dinero para que Trevor le comprara un anillo de compromiso, ella apoyaba que su hijo se casara con la mujer de su vida.
—Mira mamá.—dijo Trevor mientras le mostraba el anillo
—Es hermoso, estoy tan feliz por ti hijo. Sé que serán muy felices. ¿Cuando se lo pedirás?.—preguntó Natasha
—Mañana, mi amigo Marti me ayudará a preparar el lugar mientras llega Beatriz. El océano y esa roca han sido los testigos de nuestro amor, así que no hay un lugar mejor para pedirle que se quede conmigo para siempre.—respondió Trevor
Al día siguiente, estaba Beatriz en la universidad. Trevor le dijo que la esperaba en la roca buddo, que tenía una sorpresa para ella. Antes de irse a sus clases, Trevor la besó de una manera distinta. Beatriz sintió una enorme nostalgia, pero no entendía ¿por qué?.
Al terminar las clases Trevor se había adelantado junto con Marti para arreglar todo, unos senderistas que estaban en la zona. Veían a ambos preparando la sorpresa.
—Felicidades, sin duda la chica dirá que sí.—le decía uno de ellos
—Eso espero.—respondió Trevor
—No dudo que acepte, se aman. A diferencia de mi, que debo casarme con un miembro de la familia real.—le platicaba Marti
—¿Espera te vas a casar con una princesa?.—preguntó Trevor
—Si, hoy por la mañana llamó el secretario de la reina a mi padre. Para hacer la petición, es un deber de los Hanover. No soy el primero que se une en matrimonio con un miembro de la familia real, la princesa Elideth se rumoraba que estaba comprometida con el futuro Rey de Luxemburgo, tal parece el renunció al trono.—respondió Marti
—Eso sí es una sorpresa, quien con el poder de ser un dios renuncia.—dijo Trevor
—Un hombre que ama de verdad, las abdicaciones siempre se basan en el amor, si quieres el poder y la corona debes renunciar al amor.—respondió Marti, Trevor se quedó pensativo pero también se sentía triste por la situación de su amigo.
Ya todo estaba listo, solo esperaba que Beatriz llegara a su encuentro. Estaba con las emociones a flor de piel, ansiaba tanto que lo aceptara. Que el tiempo realmente se le hacía que caminaba muy despacio.
Beatriz estaba en casa y se preparaba para ir al encuentro de Trevor, se había puesto un vestido negro con lunares blancos, quería verse muy linda para su amado. En eso llamaron al timbre. Ella no esperaba a nadie y Kenia a esa hora se encontraba en el trabajo, sin pensarlo más abrió.
—Su alteza real.—saludó Tommy haciendo una reverencia, al igual que sus acompañantes
—¿Qué haces aquí?.—preguntó Beatriz
—Pasemos su alteza.—respondió Tommy
—Me sorprende verlos aquí, ¿le sucedió algo a mi papá?.—preguntó Beatriz alterada
—Su alteza, el Rey sufrió dos infartos. La situación en el ducado está apunto de derrumbarse. Me envió su majestad por usted no como el Rey, si no como su padre, tal vez sea la última vez que se vean.—respondió Tommy, de inmediato ella se angustió mucho por su padre, Beatriz amaba a su padre.—Ya tengo el permiso del decano, solo serán unos días princesa. En cuanto su padre se sienta mejor usted volverá, es más no empaqué nada. Allá en el palacio tiene su ropa.—le mentía Tommy para que aceptara irse con ellos
—Está bien, pero esta vez necesito dejar un mensaje para mi compañero de clase.—dijo Beatriz
—Estoy de acuerdo, yo ya tengo la carta para su compañera de casa.—dijo Tommy mientras se la mostraba
Beatriz rápidamente le explicó a Trevor por medio de la carta porque se había ido de repente, le prometió que en unos días volvería. También le contó que era una princesa y de qué país provenía, sobre todo le pedía perdón por no habérselo dicho antes. Hizo mucho énfasis que tenía que ver a su padre, sobre todo por su salud y también tramitaría su abdicación para su título real. Para poder ser libre, la firmó y le dijo lo mucho que lo amaba. Cerró el sobre, en el frente coloco el destinatario. Se la entregó a Tommy.
—Estoy lista.—dijo Beatriz
—Adelante su alteza real dejaré las cartas y podremos marcharnos.—respondió Tommy
Beatriz salió con los demás miembros de su seguridad, para subir a los autos. Steven se acercó a Tommy
—¿Tommy, entonces no vamos a empacar?.—preguntó Steven
—No, solo dejaré la carta para la señorita Kenia.—respondió Tommy
—ambas cartas, ¿no?.—preguntó Steven
—No, si no me equivoco este tal Trevor, debe ser importante para nuestra futura Reina. Ella sabe que está prohibido tener una relación, que no esté aprobada por el Rey y por el gobierno. No te preocupes Steven los corazones sanan con el tiempo.—respondió Tommy mientras destruía la carta para Trevor
Salieron para marcharse de una vez, Beatriz suponía que pronto volvería y ya con la carta Trevor la perdonaría. Pero su familia y el gobierno tenían otro destino para ella.
Comenzaba a oscurecer y no había rastro de Beatriz, entonces Trevor comenzó a llamar a su celular pero no había respuesta, no pudo esperar más y fue a buscarla. En el camino comenzó a llover, pensaba que era un mal presagio. Llego hasta la casa y timbró desesperadamente. Kenia abrió la puerta
—¿Aquí está Beatriz?.—preguntó Trevor mientras recuperaba el aliento
—Pasa, si están todas sus cosas. Pero dejaron esta nota el asistente de su padre, dejó dinero para pagar todo el alquiler y me agradecían por haber estado al lado de Beatriz todo este tiempo. Me dijeron que puedo regalar todas sus pertenencias, como un último favor.—respondió Kenia
—No, no puede ser. Beatriz no me abandonaría, debieron obligarla. ¿Tú sabes quién es su familia?¿donde puedo encontrarla? Hablaré, es más le suplicaré a su padre que acepte nuestra relación.—preguntaba Trevor desesperado, estaba en shock
—Lo siento, yo no sé nada de su vida o su familia. Ella era muy reservada y yo no preguntaba, siempre pensé que estaba aquí en contra de la voluntad de sus padres. Yo estaba cómoda con ella, y más porque pagaban totalmente ellos el alquiler. Mantén la calma, ella va a volver a ti. Ella me lo dijo tú eres su vida.—respondió Kenia
—Le iba a pedir matrimonio.—expresó Trevor
—Lo harás cuando se vuelvan a ver, estoy segura que luchará para volver a ti.—lo alentaba Kenia
Trevor subió a la habitación de su amada, se sentía extraño y confundido, miró el portafolio de fotografías que había capturado Beatriz y lo llevó con el, también un pañuelo bordado con su nombre. Realmente esperaba que volviera, él la amaba, ella era su vida entera.
Te descubrí en "GOLONDRINA."
Me gustó tanto que decidí seguirte. Y de esa lista, elegí ésta por el título.
ESPERABA un relato de fantasía, pero nunca imaginé el resultado.
Es bellísima, perfecta de punta a punta y esta MUY BIEN ESCRITA!!!
DIOS bendiga tu talento. Felicitaciones. Y muchas graaaaaaacias por estos regalos.