Marcus ha reencarnado en Amanda, la emperatriz cuya vida termino en una muerte miserable, pero ahora, cambiara todo, sobrevivirá y se vengara de quienes le arruinaron la vida.
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capítulo 10
---Listo general, ataque con lo que tenga--- dijo Amanda, este no esperó y se le fue en sima, la chica lo esperó calmada hasta que estuvo cerca de ella y le metió una llave haciéndolo caer al piso sentándose arcajadas sobre él para después darle de puños, pero cuando iba por el quinto golpe noto que sus nudillos estaban sangrando, así que se levantó dejando al general con una ceja partida y la nariz rota mientras todos estaban boquiabiertos, no entendía cómo alguien tan pequeño había reducido así de fácil a su general
Abel estaba con una sonrisa de oreja a oreja, no entendía que había pasado con su albina, pero ahora le gustaba más
Mientras Amanda se maldecía
---culpa a este cuerpo escuálido no lo pude noquear enseguida, si siempre con uno solo ya los tenía dormidos (tendré que usar otra técnica y entrenar duro después para fortalecer me) se decía mientras miraba sus puños y hacía muecas de desagrado
---general, de pie por favor, ya quiero terminar con esto--- le dijo Amanda mientras el general seguía en el piso sujetándose la nariz para detener el sangrado y pasando el aturdimiento de los golpes
El general se levantó del piso algo temeroso con duda si volver atacar, pero Amanda no le dio tregua, se le fue en cima con un golpe en el estómago dejándolo sin aire haciéndolo agachar a su altura para luego darle otro en la sien dejándolo noqueado enseguida
Cuando ya lo miró noqueado con total tranquilidad sacudiendo se las manos y ropa preguntó,
---¿disculpen caballeros, alguien sabe cuanto duró en enfrentamiento?---
Todos estaban en shock por la rapidez que lo noqueo, por eso nadie respondía, pero de entre ellos salió un chico de 10 años Diego un aprendiz que estaba emocionado mirando pelear a la emperatriz y dijo 3 minutos su majestad, lo dijo con emoción
Amanda se le dibujó una sonrisa de satisfacción y dijo
---por favor lleven al general a su habitación y déjenlo descansar que en un par de horas despertara--- se dirigió Abel quien estaba con una sonrisa y un brillo en sus ojos del orgullo que sentía por su albina
---príncipe Abel, me permite hablar unas palabras con usted?--- preguntó Amanda mirándolo esperando una respuesta mientras esté la veía con cara de bobo
Y como no había una respuesta ella aclaró su garganta sacándolo de ese estado, este algo sonrojado respondió
---sii cla claro donde quiere que hablemos---
---vamos a mi oficina por favor--- y se fue caminando como si nada mientras todos la veían alejarse con admiración y Abel detrás de ella mirando feo a todos los soldados para que miraran a otro lado
Ya en la oficina le pidió a Emilia que los dejara solos para así poder hablar con el príncipe a solas
---dígame emperatriz soy todo oídos, en que le puedo servir--- dijo Abel sentándose en la silla frente Amanda
---seré directa con usted, necesito un préstamo bastante fuerte, pero le aseguro que será bien remunerado, solo que tiene que ser un secreto, no quiero que nadie más lo sepa
---se puede saber para qué es el dinero--- preguntó Abel curioso
Amanda frunció el ceño lo miró con algo de enfado acto que puso algo nervioso Abel y le dijo--- con todo respeto ese no es su problema---
---perdone mi intromisión emperatriz solo pensé en serle de ayuda porque si piensa comprar una propiedad necesitará la autorización de un hombre---
En ese momento Amanda relajó el rostro, poniéndolo a uno de sorpresa
---no me diga emperatriz que no tenía idea del lay si este es su imperio--- dijo Abel con burla
Algo avergonzada respondió---si claro, es solo que lo olvidé--- dijo Amanda en un susurro y con la cabeza agacha jugando con sus dedos, acto que le pareció Abel muy dulce
Abel la miró con ojos tiernos, para él, ella era muy hermosa aunque los demás digan lo contrario
---y bien, ¿desea que le ayude su majestad?--- preguntó Abel
---si por favor príncipe Abel, lo haré mi socio---lo dijo con el ceño fruncido---(por culpa de esas estúpidas leyes me va a quedar menos ganancia es algo que tengo que cambiar)---pensaba Amanda, mientras Abel estaba con una media sonrisa y la mirada pérdida pensando---(excelente, si somos socios voy a poder estar con ella al menos el tiempo en que nos toque hacernos cargo del negocio, no me puedo salir mejor)--- no entendía el cambio que tenía su emperatriz últimamente, pero agradecía porque lo dejaba acercarse más
PRESENTE
---¿Amanda que negocio piensas poner para tener que comprar algo tan grande?---preguntó Emilia con intrigada
---en la planta baja, una sala estética, en el segundo piso, una boutique, en el tercero mi restaurante, por último en el cuarto piso una sala de juegos y descanso para los clientes--- lo dijo muy emocionada
---no entiendo de donde sacas todas esas ideas, eres sorprendente y más aún no se que cosa es boutique o sala de estética, menos sala de juegos