Princesa Demonio.

**Priscilla narra…**

Estoy completamente impactada. No puedo creer lo que acaba de ocurrir. Lila, esa *p*** sumisa*, entró al comedor imperial como si nada, ¡y con toda su familia de mugrosos! ¿Qué le pasa? ¿Acaso se volvió loca? ¡Esto no tiene sentido!

Anoche, desperté después de estar a punto de morir en manos de ese hombre, Damián, aquel que conocimos en mi boda con Sebastián. Al parecer, todos se equivocaron conmigo. No soy la hija de la diosa mística, en realidad, ¡es Lila! La odio con todo mi ser, pero no puedo matarla todavía, no puedo. Ella es la hija de la diosa, y por eso debo ganarme su confianza, su cariño. Necesito tenerla en mis manos, así podré convertirme en emperatriz, y ella, sin saberlo, hará el trabajo por mí. Mi nombre será el que permanezca en la historia, y cuando ella cumpla su propósito, le daré su final, el mismo que le tengo destinado. No puedo dejar que siga viva.

Tengo que controlarla, usarla. Si los dioses me dieron una segunda oportunidad, es para rectificar mi destino, para evitar la muerte que ya casi me arrebata. Y para eso, debo conquistar a Damián, un partido mucho mejor que el fracasado de Sebastián. Ya no me interesa, ni siquiera es bueno en la cama.

Pero lo que vi , cuando Lila arrojó el tenedor a mamá, me dejó paralizada. No entiendo nada. ¿Es que acaso regresó en el tiempo? Su actitud ha cambiado completamente, y aunque no creo que recuerde lo que pasó en la otra línea temporal, si lo hiciera, entonces todo estaría perdido para mí. Vi cómo esa mujer despidió a mi padre con una orden tan tajante como si fuera un emperador, y eso me hace pensar que tal vez… tal vez todo esto se deba a que está resentida con mi padre por lo que le hizo, por lo que yo misma provoqué. Tal vez su magia se liberó, o el regreso en el tiempo borró su sello, liberándola de sus restricciones.

Si logro averiguar si sólo está resentida por lo que mi padre le hizo y no recuerda el pasado, entonces podré usarla a mi favor. Por ahora, debo acercarme a ella y no involucrarme con los suyos, no todavía, o todo podría salir mal. Soy la única que recuerda lo que sucedió. Mi madre, mi padre, todos están ajenos a lo que ocurrió, pero yo… yo sé lo que pasó, y esa guerra, esa guerra que destruyó mi estatus, mi vida, y que me obligó a huir como una cobarde, me persigue. Damián, el hombre que me encontró y me dio la muerte, se obsesionó con vengar a Lila, aunque solo la conoció una vez. Eso es lo que no entiendo. Por eso debo ganarme su corazón. Es mi mayor enemigo, y también mi mayor oportunidad.

Debo actuar con astucia. Lo que me pasó, lo que sufrí, no puede repetirse. Soy más inteligente que antes. Con respecto a lo que se dice de Lila, es mejor que todos la sigan odiando, porque mientras tanto, yo me ganaré su confianza. Lila será mía, y todo saldrá como lo planeo. Soy una genio.

**Sebastián narra…**

Cuando desperté, me di cuenta de que algo increíble había ocurrido. He vuelto al pasado, como si hubiera retrocedido en el tiempo. Tengo 15 años nuevamente. ¡El año que viene, conoceré a Lila otra vez! Y esta vez, no voy a cometer el mismo error. No puedo seguir confiando en Priscilla. Esa mujer nunca me quiso. Todo lo que hizo fue un engaño, y me arrepiento profundamente de haberle dado mi amor. Traté tan mal a la única persona que realmente lo merecía: Lila. Siempre creí en las mentiras que se dijeron de ella, y ahora veo cuán equivocado estaba.

Después de mi muerte, me dieron una segunda oportunidad, un nuevo comienzo, y mi único deseo es remediar todos mis errores. Solo espero que Lila no recuerde lo que ocurrió antes, porque si ella lo hiciera, todo estaría perdido. Pero si no lo recuerda, tendré la oportunidad de conquistar su corazón. Ella merece todo lo bueno, y voy a estar a sus pies. Toda mi vida se la debo a ella.

Mi mayor error fue dar todo por una mujer que se disfrazaba de ángel pero que, en realidad, era un demonio. Priscilla nunca gobernó con honor ni prudencia, y su imperio se vino abajo por su propia culpa. Y esa guerra… esa guerra fue lo peor que jamás he presenciado. Nadie la esperaba, nos sorprendió a todos, y yo pensé que, al final, mi esposa, Pricilla, sería quien nos salvaría. Pero no fue así. Ella huyó, y no entendí por qué lo hizo en ese momento. Ahora lo sé. Mi grave error fue no darme cuenta antes.

Recuerdo que a Lila le habían sellado sus poderes porque el emperador temía que fueran peligrosos para todos, especialmente para Priscilla, porque pensaba que la magia de Lila era una maldición. Pero ahora sé la verdad. La verdadera hija de la diosa mística no es Priscilla. Es Lila.

Me siento como un bastardo, como alguien usado. Priscilla se me metió por los ojos solo para hacerle daño a Lila. No entiendo qué es lo que busca. Pero ahora todo cambiará. Ya no permitiré que nadie le haga daño. Sé que se habla mucho sobre Lila, que dicen que es un monstruo, pero yo sé que no es así. Me encargaré de hacer que todos hablen bien de ella. Voy a darles suficiente dinero a las personas que hablen a su favor para limpiar su nombre. Y a Priscilla… le daré la mala fama que se merece. Ella es cruel, se viste de ángel, pero no es más que un demonio.

Voy a proteger a mi madre, porque sé que Priscilla mandó a matarla. Lo vi en una visión. Voy a proteger a todos los que amo. Y, sobre todo, voy a proteger a Lila con todas mis fuerzas. Si ella no me da su corazón, siempre le seré fiel, porque si he vuelto al pasado, es porque la diosa quiere que arregle lo que hice mal. Esta es mi segunda oportunidad para vivir, y no la voy a desperdiciar.