TENTACIÓN...

Este día no termina nunca, por suerte para mí, y desgracia para la pobre Lina, mi jefe está más concentrado en los errores de ella que en los míos. Hoy no he dejado de equivocarme, estoy desconcentrada, mi atención está en otro lugar: la habitación 345 del hotel Vermon.

No he dejado de pensar en ello, si me arriesgo seguramente tendré una experiencia inolvidable, pero también corro el riesgo de que arruine mi matrimonio. Gabriel no quiere causarme problemas y el pobre no sabe que, incluso antes de conocerlo, mi pareja ya estaba en riesgo, el peligro del aburrimiento puede ser fatal.

Sin embargo, soñé con él repetidas veces antes, hay una especie de conexión ya que dijo que él también había soñado conmigo y la energía que me transmite al tocarme o besarme, cosa que jamás me sucedió con nadie. No lo sé, quiero tomar el riesgo pero a la vez tengo miedo de arruinarlo todo.

No puedo explicarlo pero confío ciegamente en lo que dijo, que no me tocaría ni pasaría nada que yo no quiera y ese, justamente, es el problema... Yo quiero que pase de todo.

Mi cabeza es un desastre. Gonzalo, Gabriel, el trabajo, los años de estabilidad que llevo y lo fácil que ha sido perderla por un para de ojos negros.

Cuando confundo los últimos expedientes me regaño a mí misma ”¡Basta Ana! ¡Concéntrate!", mi jefe va a darse cuenta en cualquier momento. Con eso en mente, pongo toda la atención de la que soy capaz en hacer las cosas bien. Ya tendré tiempo de pensar más tarde.

A la hora del almuerzo vuelvo a comer fuera de la oficina. La verdad que eso me ayuda a despejarme, tomo mi teléfono mientras espero lo que ordené y busco el contacto de Gabriel, una idea que no había tenido hasta ahora es buscarlo en las redes sociales, esa sería una forma de conocer un poco más sobre él y asegurarme de que es real y no un psicópata.

Comienzo a buscar y por suerte lo encuentro enseguida, eso es un buen punto ya que si quisiera esconder algo no usaría ni su nombre verdadero ni tendría una foto de perfil real. Las redes sirven para eso, al fin y al cabo, o reflejan la realidad o reflejan la vida que algunas personas quisieran vivir pero es mentira.

Encuentro muchas fotos suyas, no puedo evitar mirarlas detenidamente, hay fotos actuales y algunas más distantes en el tiempo pero no hay grandes cambios, su estilo de peinado y ropa casi es el mismo. No hay ninguna foto con mujeres, en realidad en algunas sale con amigos y amigas, en otras con lo que asumo serán familiares, pero no hay una sola fotografía donde aparezca con alguna mujer "románticamente".

También leo los comentarios de sus conocidos y en general son positivos, destacando lo bueno que es o lo bien que se lo ve. Él responde algunos con amabilidad o con alguna broma.

Hasta ahora todo se ve dentro de lo normal. Eso me tranquiliza un poco y puedo considerar más seriamente la propuesta que me hizo.

Como tranquilamente. Me pidió que no lo hiciera esperar mucho, pero tampoco quiero hacerme ver como desesperada. A pesar de tener muchas dudas y, por supuesto, todo en contra del buen juicio, mi decisión está tomada: voy a ir a esa habitación de hotel y que pase lo que tenga que pasar.

Jamás había pensado así, jamás me he arriesgado a nada, pero últimamente en mi mente tengo la idea de que solo se vive una vez y hay que disfrutar. Asumo también que esa es la frase por excelencia que utilizan las personas cuando van a tomar decisiones estúpidas, como si eso los eximiera de las consecuencias que tienen los actos. En fin, me importa muy poco, lo único que quiero es saber porqué estoy conectada con un desconocido y lo que significa.

Vuelvo al trabajo un poco más animada y con el firme propósito de hacer las cosas bien para poder salir a horario.

Lina está cada vez más estresada y tomo la iniciativa en ayudarla para aliviar la gran carga que le ha puesto Pablo sobre los hombros. Mientras trabajamos conversamos y me cuenta de su familia, es humilde, ella es quien sostiene a sus padres porque ya no pueden trabajar, tiene un hermano pequeño que estudia y estaba a punto de casarse pero descubrió que su novio le era infiel. Me compadezco de ella por la gran responsabilidad que tiene siendo tan joven. Descubro también que tiene un carácter fuerte, no del tipo que se enoja sino del que resiste cualquier embestida de la vida. Me cae muy bien esta chica y me siento en la obligación de ayudarla más, para evitar que el idiota del jefe la moleste.

Mientras estamos ordenando unas cajas mi teléfono suena, es Gonzalo.

__ Hola cariño, ¿Qué sucede?

__ Hola querida. Sé que estás en el trabajo pero ¿tienes un minuto?

__ Si, dime.

__ Verás... hoy es el cumpleaños de Daniel, mi compañero ¿lo recuerdas?

__ Sí, claro, el muchacho de lentes y peinado gracioso__ digo en tono de broma.

__ El mismo__ ríe Gonzalo al otro lado de la línea__ Bueno... él ha invitado a varios de nosotros a tomar unas cervezas y comer unas pizzas luego del trabajo, para celebrar.

__ Gonzalo ¿me estás pidiendo permiso para ir?__ digo sorprendida.

__ No, no... bueno sí__ dice nervioso__ En realidad, te estoy consultando, no sé si tenías algo planeado para hoy...

__ Mi amor, puedes hacer lo que te plazca. No me molesta. No tenía nada planeado más que llegar a casa y descansar.

__ ¿Segura? ¿No te molesta?

Es tan atípico que él salga a beber con sus compañeros, como cualquier hombre normal, que no sabe manejar la situación.

__ En absoluto, ve y diviértete con tu amigos.

__ No creo que alcance el último tren. Me preocupa dejerte sola en casa.

__ Tranquilo, cariño, estaré bien. ¿Necesitas que te traiga ropa mañana, como hicimos la otra vez?

__ Oh, no, no es necesario. Mañana trabajo desde casa, por eso me arriesgo a salir hoy. Tomaré el primer tren de la mañana.

__ Está bien, solo ten cuidado ¿Si?

__ Lo tendré... Gracias mi vida. Cuidate también. Te amo.

__ Diviértete. Te amo.

Dicho esto la comunicación se corta y me quedo con el teléfono pegado a mi pecho y la mirada perdida. Lina me saca de mis pensamientos cuando toca mi hombro y me hace señas de que viene el jefe. Inmediatamente continuamos trabajando, pero yo vuelvo a estar dispersa.

Se ha presentado una gran oportunidad, sea el destino, la vida o el mismo diablo que mete la cola, pero es una señal para que pueda encontrarme con Gabriel.

Debo planear bien mis movimientos, quizás no tenga otra chance como esta.

Lo primero que debo hacer es escribirle y decirle que nos veremos esta noche. Luego debo tomar el tren, ir a casa, preparar ropa, ducharme y cambiarme, volver a tomar el último tren de regreso y listo. A partir de ahí que sea lo que deba ser.

Aún faltan 40 minutos para salir, marco el número de Gabriel y comienzo a escribir un breve mensaje: "A las 20 horas espérame en el hotel"

No pasan ni dos segundos y me llega su respuesta, él no tenía mi número pero inmediatamente reconoce que soy yo. Eso me tranquiliza ya que evidentemente no hay otra mujer con la que haya quedado en el hotel, "Ana ¡Me has alegrado el día! Estaré esperando ansioso. ¡Nos vemos hermosa!"

Con una amplia sonrisa le envío caritas sonrientes. Por dentro digo "yo también espero ansiosa, hermoso".