NovelToon NovelToon
BUSCANDO A MI LUNA

BUSCANDO A MI LUNA

Status: Terminada
Genre:Hombre lobo / Amor a primera vista / El Ascenso de la Reina / Completas
Popularitas:17.3k
Nilai: 5
nombre de autor: CINTHIA VANESSA BARROS

“El heredero del Trono Lunar podrá gobernar únicamente si su alma está unida a una loba de sangre pura. No mordida. No humana. No contaminada.”
Así empezaron siglos de vigilancia y caza, de resguardo y secreto. Muchos olvidaron la razón de dicha ley. Otros solo recordaban que no debía ser quebrantada.
Sin embargo, la diosa Luna, que había decidido el destino de Licaón y de aquellos que lo siguieron, seguía presente. Miraba. Esperaba. Y en silencio, tejía una nueva historia.

Una princesa nacida en un lugar llamado Edmon, distante de las montañas donde dominaban los lobos. Su nombre era Elena. Hija de una mujer sin conocimiento de que provenía del linaje de la Luna. Nieta de una mujer que había amado a un hombre lobo y había mantenido su secreto muy bien guardado en su corazón. Elena se desarrolló entre piedras, rodeada de libros, espadas y anhelos que no eran aceptados en la corte. Era distinta. Nadie lo comprendía plenamente, ni siquiera ella misma.

NovelToon tiene autorización de CINTHIA VANESSA BARROS para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO 8 – La Maldición de Reconocerla.

POV- KAEL

Regresábamos al norte. A nuestro hogar. A Occidens. Después de varios días de deambular entre reinos, disfrazados de diplomacia y falsas promesas de encontrar a mi Luna, solo anhelaba respuestas. Necesitaba conversar con mi padre y con Varun, el Sabio de Sangre —el más anciano de nuestra raza y beta de mi abuelo—, para entender cómo el destino podía burlarse de mí de esa manera.

Me niego aceptar que una humana fuera mi Luna.

“Así es.”

La voz de Kan, mi lobo, resonó en mi mente una vez más. Estaba inquieto. Enfurecido. Como si una parte de él ya supiera lo que mi mente aún rehusaba admitir.

“Ella es nuestra. La Luna nos la ha concedido. ¿Y tú? ¡Tú la rechazas!”

—Cállate, Kan —susurré tenso sobre el caballo.

Derek, mi beta, giró su mirada hacia mí. Su expresión se torcía más con cada kilómetro que avanzábamos.

—¿Te encuentras bien, Kael?

Asentí sin mirarlo. Pero era falso, no estaba bien y ya todos comenzaban a notarlo.

En el momento en que íbamos a cruzar el cañón que señalaba el inicio del camino hacia las montañas de Occidens, mi cuerpo se tensó como un resorte. Un aroma… ese aroma. Tierra húmeda, metal, sangre… y ella, su olor era único y especial.

Kan estalló dentro de mí como un rayo.

“¡Es ella! ¡Está cerca! ¡Siente miedo!”

Mi vista se nubló. El lobo tiraba de mí desde el interior.

“¡AHORA! ¡Dame el control! Rugió”

—Kael… —dijo Derek con urgencia.

No tuve tiempo para responder.

Salté del caballo. El sonido de huesos crujía.  Mi ropa se rasgó, fue salvaje, doloroso… liberador. En segundos, Kan corría entre los árboles sus garras levantando la tierra. No había dudas. No había titubeos.

La escena se desplegó ante nosotros como una pesadilla: dos mujeres rodeadas por hombres armados, carroñeros del bosque, criminales sin ley. Uno de ellos arrastraba a la más joven, agarrándola del cabello. La otra, a quien reconocí al instante como mi Luna, empuñaba una espada. Sus ropas estaban rasgadas, su mejilla herida. Pero luchaba. Luchaba como una loba.

“¡Nuestra Reina!”, rugió Kan dentro de mí.

Sin pensarlo, saltó sobre el primero. Lo desgarró en el aire. La sangre salpicó la hierba. El segundo intentó escapar. Gran error. Kan lo alcanzó en dos zancadas. Crujido. Silencio. El tercero gritó. Ni siquiera llegó a levantar su espada. Su garganta fue la siguiente.

Los otros dos retrocedieron, aterrados. Uno tomó a la joven —la sirvienta, deduje por su aroma— y le puso un cuchillo en el cuello.

—¡Aléjate, maldita bestia! ¡La mataré!

Una distracción, se escuchó un rugido a la izquierda, donde Derek y los demás observaban entre los árboles, el bandido miró un segundo y Kan se lanzó. El hombre no tuvo tiempo de gritar antes de que mis mandíbulas aplastaran sus huesos.

Cuando todo finalizó, el silencio era profundo. Solo se escuchaba el sonido de las ramas crujir detrás mí, pero me volví hacia ella.

Estaba erguida. Con la espada temblando en su mano. Me buscó con la mirada… y no dio un paso atrás.

“Ella nos reconoce.” Dijo Kan.

Una parte de mí, deseaba acercarse. Decirle algo. Tratar de tranquilizarla. Pero Kan no podía hablar. No podía hacerlo con palabras. Por lo tanto, retrocedió despacio, ante su mirada sorprendida… y se desvaneció entre los árboles.

Cuando volví a tener el control, todavía estaba desnudo, con la sangre tibia en mi piel. Derek se acercó, con una expresión seria, me puse ropa con rapidez y estaba listo para ir por ellas, pero Derek hablo.

—No podemos llevarlas con nosotros, Kael. No puedes meterlas en esto. Ella es humana. ¿Recuerdas lo que arriesgamos?

—Lo sé —respondí, mordiendo mi mejilla por dentro.

—Entonces déjala. Sentencio Derek.

Solo asentí, sé que tenía razón, aunque una parte de mí deseara marcarla.

Caminamos unos kilómetros. Silencio. Tensión. Pero Kan aullaba en mi interior.  Su queja era insoportable. Me hacía estremecer. Me provocaba dolor.

“¡La dejarás morir! ¡Eres un cobarde, Kael!”

Me detuve de golpe. Miré a Derek.

—Voy a regresar.

—No puedes estar hablando en serio. ¿Vas a llevar a una princesa humana y su doncella? ¿Las vas a llevar a nuestro reino? ¡Es una locura!

—No entraré con ellas. Las llevaré a un refugio. Pero no permitiré que queden solas en un bosque lleno de lobos salvajes.

—¿Y si ella descubre quién eres? ¿Qué somos?

—Entonces sabrá la verdad.

Derek sacudió la cabeza, frustrado. Pero no insistió. Sabía que cuando Kan expresó su deseo… la decisión ya estaba hecha.

Ignorando el consejo de Derek, la lógica y lo que era correcto… volví por ella, mi caballo avanzó a través de las ramas y la neblina hasta donde las había dejado. Derek me siguió en silencio, pero su expresión lo decía todo: esto no era una buena idea.

—Esto es una locura —murmuró al fin—. Ellas nos traerán problemas.

No respondí. Kan no me permitía tener dudas. Rugía dentro de mí, ansioso y agitado. Era consciente de que algo malo podría suceder si la dejaba allí. Algo aún más terrible. Cuando llegué, la vi de inmediato.

Ella estaba apoyada contra un árbol, su capa sucia, y su mirada tensa. Aún tenía la espada cerca. Tan pronto como oyó el sonido de los cascos, su cuerpo se tensó.  Se levantó de un salto y levantó el arma.

—¡Aléjate! —gritó.

No me sorprendió, ella no me había visto. Solo había visto al lobo negro. A Kan.

—Cálmate —dije, bajando del caballo con cuidado—. No tengo intención de hacerte daño.

Su expresión seria no se relajó… hasta que me miró detenidamente.

Me reconoció, su reacción fue sutil: una respiración contenida y un ligero temblor en las comisuras de sus labios. Me observó como si su cuerpo lo recordara… aunque su mente todavía luchara con la idea.

—Tú… —susurró—. Eres el hombre del mercado.

Asentí, sin agregar nada más.

Derek bajó del caballo, mirando a su alrededor con desdén, mientras que los otros guardias guardaban la distancia.

—¿De verdad vamos a llevarlas con nosotros? Esto es perder el tiempo.

La otra chica —la que estaba herida— seguía en el suelo. Más pálida que antes. Apenas respiraba.

—¿Qué deseas? —me preguntó ella, aún sosteniendo la espada.

—No vine a obligarte —respondí—. Solo quiero ofrecerte una opción. Un lugar seguro. Una cabaña protegida. Pueden recuperarse, descansar. Después seguir su camino.

—¿Y por qué harías eso?

—Porque si no lo hago… van a morir aquí.

Ella bajó la mirada hacia su amiga. Su respiración se aceleró. Estaba reflexionando. Luchando.

—No necesito ayuda.

—Tampoco la estoy ofreciendo como caridad —respondí—. Solo una oportunidad de sobrevivir.

Derek se acercó con desdén.

—Tu compañera puede morir aquí porque eres tan terca mujer.

—Derek —le advertí con un tono serio.

Él resopló y se dirigió hacia la joven. La levantó con poco cuidado, como si cargarla fuese un castigo.

—Que conste, esto no cambia nada. Dijo con resignación.

—No te preocupes, no esperaba agradecimientos —respondí.

Ella camino unos pasos en silencio.

—Solo tengo un caballo —le expliqué.

Ella trago saliva. Me miró como si fuera la decisión más difícil que jamás había tenido que tomar. Luego miró a su amiga inconsciente… y asintió, resignada.

Subió rápidamente. Se situó detrás de mí. Su cuerpo estaba tenso, y su respiración era firme. El calor de su toque subió por mi espalda. Kan respiró dentro de mí.

“Nuestra Luna está aquí con nosotros.”

Ella susurró, con incomodidad:

—Esto sera un tormento.

—Para los dos —contesté sin volverme.

Aceleré el caballo. Derek nos siguió con una expresión molesta, sosteniendo la herida en sus brazos, los otros tres caballos iban delante de nosotros. Y mientras el bosque se cerraba a nuestro alrededor, me di cuenta de que el verdadero peligro. . .  no era el camino.

Era ella.

Tan cercana y yo. . .  ni siquiera conocía su nombre.

1
Clara Fuentes
muy buena historia, gracias
runa
Excelente
Margarita Becerra
wow. es genial
amalia aguilar royo
Me ha encantado su novela.
Francy Eliana Castillo Gallon
ese rey avaro va a ser el q los entregue a todos ante Elena y su clan q ahora es más fuerte y preparado
Francy Eliana Castillo Gallon
esos 4 pequeños lobos lunares deben crecer fuertes para poder liberar a su pueblo mientras tanto le dan la fuerza suficiente a sus padres y familiares para seguir adelante con la lucha
Francy Eliana Castillo Gallon
cuatro príncipes llenos de poder y esperanza para ellos unos padres felices y llenos de orgullo por sus pequeños hijos
Coral Labrado
El lobo sabe la verdad por más que el humano se resista, pero siento que ella tiene un secreto...
Coral Labrado
Lo dicho. Es su luna y no puede hacer nada al respecto jaja
Francy Eliana Castillo Gallon
llegó la hora del nacimiento de los más poderosos seres de ese reino q serán amados y protegidos como lo q son un gran tesoro
Francy Eliana Castillo Gallon
el viejo desgraciado necesita q Elena ase case con el principe para aumentar su poder sobre los licántropos y así acabarlos pero lo q no sabe es q ella es una de ellos y ahora espera los futuros líderes mas fuertes y poderosos y brisia yo sabía q terminaría siendo marcada por Derek desde el comienzo a el le gustó
Francy Eliana Castillo Gallon
la magia q usa la bruja de freyfis los ayudo a entrar pero no pudieron salir de nuevo y hay estaba el truco
Alexander Villa
que bueno está esto
Francy Eliana Castillo Gallon
q tipo tan malo es un maldito cobarde q solo se mueve por ambición ojalá y acaben con el de primero no merece q Elena lo llame padre una vez mas
Alexander Villa
wuaoo genial
Coral Labrado
Al parecer ya apareció la luna del alfa!!!
Coral Labrado
Pobre princesa atrapada en una jaula de oro
Alicia Quintana
pusiste fotos de las otras dos pone una de Helena
Alicia Quintana
pusiste fotos de las otras dos pone una de Helena
Francy Eliana Castillo Gallon
pobre Elena el miedo a los ataques y saber q tendrá varios bebés la tiene ansiosa no quiere q nazcan en medio de la guerra
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play