Siempre Juntos... |Trilogía: En Las Buenas Y En Las Malas #2

Dion, se mantiene en silencio unos segundos antes de sonreír con mofa.

—Así que sabe negociar.

—S-si... Creo, nunca lo había pensado. —admite con sinceridad

Dion Park sonríe, suelta el picaporte y se acerca a ella con paso lento, pero alguna razón, Tina tiene los pies pegados al piso.

Él estira la mano y sujeta su mejilla con ella.

—Wow, wow, ¿qué hace? —pregunta pero no consigue alejarse de su tacto

—Simplemente, toco la mejilla de mi futura esposa.

—E-entiendo... —él sonríe, y sus ojos escanean su rostro, el cual ahora está más cerca de él, sin embargo, Tina se percata que esta temblando —¿Por qué...?

Dion da un paso atrás rápidamente, como si quemará.

—Nos vemos luego. —sin más de aleja de ella y antes de salir la mira de nuevo —Ya la contactaré para arreglar todo.

—Pero... ¿Qué pasará con la entrevista de hoy?

—Ya ha concluido, ¿no? Ahora, cásese conmigo y le daré tiempo de otra entrevista para responder otra de sus preguntas.

—¡Pero..! —sin piedad, sale de la sala y cierra detrás de si —Aj... Genial —sisea y pasa una mano por su cabello —Esto no es bueno... ¿Qué se supone que voy a hacer ahora?

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—¿Qué tú... ¡Que!? ¿Qué es todo esto?

—Bu-bueno... Es todo lo que respondió. —Tina balbucea cuando le entrega la entrevista, claramente modificada, a su jefe

El señor Figueroa mira el reporte

—Ok, un momento... Él solo te dijo que espera a que alguien le diga que si, ¿y quien es ese alguien?

—No lo sé... Sólo me dijo que no tenía novia y que esperaba tenerla. Listo...

Su jefe lanza un suspiro.

—De hecho... La entrevista solo duró 15 minutos.

—¿Qué?

—El señor Park es una persona muy ocupada.

El señor Figueroa rueda los ojos.

—Si, lo note. —gruñe —Cualquiera aquí lo sabría... Pero es la primera vez que Dion Park accede a una entrevista luego de su salto a la fama en Londres. Y ahora resulta que... ¡Solo te responde eso!

—Bueno... Eh... Él me dijo que si yo me reunía más seguido con él... Tal vez podría ir respondiendo todas las preguntas poco a poco.

El jefe la mira con cara de pocos amigos.

 —¿En serio?

—S-si...

—Bien, entonces no te iras de éste departamento.

—¿Qué? —Tina parpadea con rapidez —Pero... Usted dijo que podría irme después de...

—Si, pero la entrevista no está completa. —ataca de vuelta —Son 20 preguntas en total... Cuando logrés a completarlas y descubrír quien es la chica de quien Dion Park esta interesado, entonces y solo entonces te mando al área de edición. Mientras eso no suceda... Seguirás aquí, ¿Entiendes?

—B-bueno... Si, está bien.

—Eso es todo Tina, puedes retirarte. —murmura junto a un suspiro

—Gracias... —responde las castaña sin mucho animo y tomando sus cosas sale de la oficina.

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—¡¿Cómo te fue?! —chilla Andrea nada más verla asomar por el pasillo

—No tan bien como creí...

—¿Por qué? — cuestiona —¿Acaso Dion Park se porto como un imbécil? ¡Eh! —sisea —De ser así, ¡Vamos a golpearlo!

—Si claro, y yo vomitaria por segunda vez sobre él.

Andrea deja escapar una carcajada

—Así que fue divertido, ¿eh?

—¿Divertido? —sisea —Fue lo más horrible que me pudo llegar a pasar —se estremece de solo pensarlo —Olvídalo... No quiero pensar en eso.

—Bueno, ve el lado positivo Tinita, ya te libraste de ese tema...

—De hecho no. —rueda los ojos —Dion Park solo me respondió 4 de las 20 preguntas que debía hacerle... —suspira y se deja caer en su asiento —Y dijo que las respondería poco a poco

—¿Qué?

—Cuando él quisiera, además. —pone los ojos en blanco y se deja reclinar en la silla

—Wow, wow, wow... ¿Y hasta entonces?

—Seguiré en ésta área.

—¡Eso es injusto! —reclama su dulce amiga —El jefe dijo que te pasaría en cuanto hayas ido a esa entrevista.

—Si... Y completarla, pero solo duró 15 minutos la entrevista... ¡15 miserables minutos! —se queja mientras se levanta de la silla de un salto —Ya me dio hambre... ¡Maldito Dion Park! —gruñe

—¿A quién le dices maldito?

—¡Ay, carajo! —jadea cuando a su lado, posado en el respaldo de la puerta, con las manos en sus bolsillos, Dion Park se mantiene serio, pero en sus ojos, un leve brillo se apodera de él —Se-señor Park...

Andrea palidece.

—Yo... Yo me retiro.

—Pero... —sin más, ella sale casi corriendo de la oficina —¡Pero ésta es tu área! —sisea la castaña pero la rubia ni la voltea a ver —Andrea... Uy, gracias por dejarme sola —se queja y Dion se ríe

Mirando alrededor, Tina agradece que no haya mucha gente a esa hora.

—¿Me permite? —pregunta el peli negro y con un gesto, apunta hacia el interior de la habitación

—Ah... Claro claro, adelante siéntese por favor. ¿Viene para responder la siguiente pregunta? —le cuestiona esperanzada

—Estoy bien así, gracias y no... No vengo para eso, todo lo contrario. —observa la oficina completamente vacía —¿Es la hora de su almuerzo?

—Si, si, pero aún no almuerzo... Así que a eso iba justamente... —sonríe con nerviosismo, y se aleja de él en un intento de huir —Si gusta lo veo...

Dion Park la sujeta rápidamente del brazo y cuando conectan miradas, la suelta sin más.

—Vamos al registro civil.

—¿¡QUÉ!? —chilla alarmada —¿Al registro...

—¿No dijo que aceptaba ca...

Rápidamente se acerca a él y le cubre la boca

—Sssh... ¡Le escuché! —sisea y le suelta —Si, si, ¿qué? ¿Viene a responder la siguiente pregunta? ¡Menos mal! —diáloga consigo misma y en voz alta —¿A su oficina? Se que es un hombre ocupado y con gusto lo acompañó ahí.

El señor Park sonríe con coquetería.

—Si, así es... Vamos a mi empresa.

—Claro, claro...

Sin perder tiempo, Tina encabeza la salida del edificio.

No desea que nadie se tome la libertad de hablar con él y no porque sea vergonzoso sino, porque ha notado que Dion Park no tiene pelos en la lengua y cuando menos lo espera, decía cada cosa...

Suspirando, se masajea el cuello, ese día sería muuuy largo.

Cuando llega a la calle, Memo los esperaba junto al vehículo.

—Oh... Memo.

—Señorita Buller, suba... —Memo le reverencia rápidamente antes de abrirle la puerta del auto

—Gracias... —sonríe y echando un vistazo a su alrededor, aborda el automóvil mientras Dion Park lo hace del otro lado.

Memo sube, y emprende la marcha.

—Felicidades... —susurra mientras los mira por el retrovisor

—¿Felicidades por qué?

—Por su matrimonio.

Tina, sacude la cabeza

—N-no... Memo... No...

Dion, a su lado le sonríe

—¿Verdad que hacemos una bonita pareja?

La oji aceituna le mira con asombro

—¿Bonita de don... Aj... ¡Esto es interés laboral! —mira a Memo —¿Entendido? —y de ahí, mira al señor Park —Usted tiene un interés por mi que no conozco y yo uno laboral hacia usted. ¿Podemos plantearlo de esa manera?

Dion Park, asiente.

—Si le parece, a mi en lo personal no me interesa. —murmura con desinterés

—Ah... Ok, si usted lo dice.

De pronto, Memo se detiene y a Tina se le acelera el corazón.

—Hemos llegado al registro civil.

—¿Tan pronto? —se alarma y en efecto, delante de ellos esta el registro civil

Yo puedo... Yo puedo.

Se animo a si misma, necesitaba tener las exclusivas de Dion Park, así, demostraría qué tenía mucho para dar y le abriría más oportunidades a futuro.

—No va a durar mucho.

—¿Qué... —parpadeando, le mira

Dion mueve la cabeza hacia el edificio.

—He pedido que cerrarán todo el lugar para que nuestro registro sea privado y confidencial, creí que le agradaría.

Asintiendo, le sonríe.

—Cierto... No se puede saber.

Con coquetería, Dion le mira y alza una ceja

—Si gusta se pude anunciar a los medios.

—No empiece... Y está es otra condición: nada de medios, nada de revelaciones sobre con quien se caso. ¿Quedo claro? No hasta que yo lo decida...

Suspirando, él le mira con pena fingida

—Es una lastima, yo esperaba que todo el mundo lo supiera...

—Jajajaj... No, ni de broma —recalca

—Si, una respuesta así me imaginaba de su parte. —sonríe —Por eso, la persona que está esperando dentro, es un buen amigo mio y sabrá mantener el secreto. Nuestro registro será legal pero nadie lo sabrá hasta que, en este caso, decidas darlo a conocer.

Ella asiente, eso no va a pasar nunca al menos mientras ella sea la que decida.

—Gracias por la molestia.

—Bajemos, que el tiempo es oro.

Los tres bajan y sin poder evitarlo, Tina mira alrededor en busca de algún paparazzis mientras entran al registro civil.

—Tranquila, los medios me ignoran desde que no ofrezco entrevistas. —susurra Dion a su lado

—Entiendo...

Dentro, parece un edificio abandonado. Realmente no hay nadie trabajando, la castaña se pregunto como le hizo el amigo de Dion para sacar a todos de allí.

—Dion... —un hombre de buen parecer, alto, rubio con ojos verdes asoma por un pasillo y se acerca ellos —Que bueno verte amigo. —le saluda

Dion le devuelve el saludo.

—Josh, te presento a mi futura esposa.

—Un gusto señora Park... —Josh la saluda

—Ajaja... Sólo Tina —sonríe con nerviosismo la oji aceituna antes de devolverle el saludo

—No por mucho —le guiña el ojo —Bien, vengan conmigo.

Josh los guía por varios pasillos hasta una oficina dónde hay millones de documentos en estantes, pero en el escritorio del centro, hay una sola hoja sobre el.

—Aquí haremos las firmas —los invita a pasar

—¿No necesitamos testigos? —pregunta la castaña, dándose cuenta que no tiene a nadie

Josh asiente.

—Si, mínimo dos testigos por persona... Pero no pasará nada con un testigo mientras. Yo seré el de Dion y Memo el de usted.

—E-entiendo...

¿Estás segura de eso Tina?

Dion la mira.

—Al menos hasta que busquemos otros dos.

—C-claro...

Es aquí donde la trigueña se pregunta: ¿qué diablos estás haciendo? Sin más testigos, en un lugar abandonado, parece que le va a vender su alma al diablo y por la sonrisa de Dion Park, no parece estar del todo lejos de acertar.

Josh les indica que se acerquemos al documento y empieza a hablar.

—Estamos aquí para unir en matrimonio a Dion Park y a Tina Buller.

En primer lugar, voy a dar lectura al acta matrimonial: Siendo las 13 horas con 45 minutos del día 18 de octubre de 2008 comparecen quienes acreditan me requiere a mí, el Juez, para que dé fe, como así hago, que la señora compareciente, esta viva, habiendo acreditado su identidad con los datos de su DNI del que uno a esta matriz fotocopia que testimonio. Y que me requiere a mí, el Juez, para que dé fe, como así hago, que el señor compareciente, esta vivo, habiendo acreditado su identidad con los datos de su DNI del que uno a esta matriz fotocopia que testimonio, al objeto de contraer matrimonio civil en virtud de autorización recaída en el expediente número 182839.

Quiero hacer constar que se han cumplido todas las prescripciones legales para la celebración de este matrimonio civil, sin que en la audiencia de edictos se haya presentado ni denunciado impedimento ni obstáculo para esta celebración. —tomando el bolígrafo, nos lo extiende —Pueden firmar.

Con miedo, la castaña se acerca a Josh y evitando no temblar, toma la pluma que sostiene delante de ella, mientras Dion hace lo mismo con otra.

—Firmen aquí... —les muestra sus lugares

¡Detente!

Su mente le grita que salga corriendo, pero otra le dice que firme.

—¿Todo bien? —le pregunta el juez

—Ah... Si si... —sin pensarlo mucho, firma

—Bien, entonces ahora, lo testigos van a firmar... Memo.

El asistente del señor Park se acerca y junto a Josh, firman como testigos.

Un escalofrío recorre el cuerpo de la castaña y es cuando cae en cuenta... ¿Cuándo se disolveria este matrimonio?

—Perfecto, entonces los declaró marido y mujer... Dion, puedes besar a la novia.

Tina se petrifica en su lugar, ¿qué había dicho el juez?

Nunca hablo con Dion sobre cuando terminaría su falso matrimonio. ¿Cuándo las preguntas terminen? ¿Cuándo...

Parpadeando, retrocede cuando Dion se acerca a ella

—¿Qué haces?

Dion la toma del rostro con delicadeza, logrando que se sonroje.

—Besar a mi esposa. —dice con obviedad

Tina, cierra los ojos con fuerza y solo los abre cuando Dion le besa la frente.

—¿Qué...

—No lo haré delante de ellos, luego, me envidiaran.

Ambos, Memo y Josh, ruedan los ojos.

—Si, si, mejor ya vete —le gruñe Josh —Yo guardaré esto muy bien.

—Gracias amigo.

—Cuando quieras, señora Park... —Josh la mira —Cuídelo.

—Claro...

Por lo apresurado que fueron las cosas, tal vez no es tan descabellada la idea de que va a morir pronto.

—Nos retiramos, aunque nunca estuvimos aquí.

Josh sonríe.

—Tranquilo, yo me encargo de todo.

Los tres salen del registro civil y de nuevo, sin perder tiempo, suben al automóvil.

—Eh... —Tina, se remueve en el asiento

—¿Qué sucede?

Tina, mira de reojo a Dion Park sin poder creer que ahora mismo, están casados.

¡Es la esposa de Dion Park!

—¿Me puede responder una pregunta?

—Por supuesto... Tenemos un acuerdo, ¿no es así?

—¡Entonces me puede decir...

—Aún no —le corta, sabiendo que quiere preguntarle el porqué se casaron —Todo a su momento.

Suspirando con frustración, asiente.

—Bien.

—¿Cuál es la siguiente pregunta de la entrevista?

—Ah, si... —murmura, buscando en su bolso —¿Q-qué hace?

Dion Park le sostiene la mano y entrelaza sus dedos con los suyos.

—Simplemente sostengo la mano de mi esposa.

—Bueno... Eh... —sacudiendo la cabeza, decide ignorarlo —La siguiente dice... —pero calla cuando le ve sostener su mano con fuerza y elevarla hacia su pecho —¿Todo bien?

—Si...

—Bueno, la siguiente... —Dion Park, la mira en silencio, con demasiada atención para su gusto —¿Sabe? Mejor dejamos la pregunta para otra ocasión. ¿De acuerdo? —él asiente sin dejar de soltarla.