¡Estás Contratada, Sé Mi Esposa!

Anne no sabía que hacer con la situación que se le presentaba, tener un bebé ella sola sería muy costoso y complicado, sabía que no podía dejar a Gracie sola y menos a cargo de un bebé, ahora sí que iría presa y tampoco quería recurrir a Isaac pues tenía miedo que se lo llevará o que le dijera cosas hirientes.

-¿En qué piensas? -Preguntó Eva.

-No sé que hacer con mi vida. -Dijo Anne a punto del llanto. -¡Mantener a dos niños debe ser caro, ni siquiera tengo un trabajo o la libertad de salir de aquí!

-Yo te ayudaré. -Dijo Eva, Anne la miró.

-Te lo agradezco, pero no puedes mantenernos toda la vida Eva. -La chica rodó los ojos.

-El bebé que llevas en tu vientre es mi sangre y quiero con todo mi corazón a la niña que está en su habitación, ¿tu crees que los voy a abandonar? Eso jamás. -Dijo mientras la abrazaba.

-Gracias. -murmuro Anne.

-¿Piensas decirle a Isaac?

-No lo sé, no quiero decirle, no aún. -Eva asintió.

-Bien, así nos esperemos los nueve meses de embarazo, guardaré tu secreto hasta que te sientas segura de hablar con él, ¿está bien?

Anne sentía que se había sacado la lotería con la persona que llegó a su vida, Eva era una bendición para cualquier persona que estuviera en su entorno, la comprendía y la apoyaba en todas las decisiones que Anne tomaba y eso para ella valía mucho, definitivamente no quería sacar a Eva de su vida jamás.

-Gracias. -Dijo.

-Bien ahora tenemos que ver otros asuntos. -Anne la miró sin entender. -Necesitas cuidados prenatales, ácido fólico y vitaminas y Gracie necesita ir a la escuela, ya tiene tres semanas sin asistir a clases.

Anne había tenido eso en la mente desde la primera semana que estuvieron en el apartamento, pero no había querido mencionarlo debido a las circunstancias que estaban pasando y tampoco quería verse abusiva con Eva, no quería pedirle más favores aún sabiendo que ella diría que sí.

-Eva puedo inscribir a Gracie a una escuela pública y sobre mis cuidados prenatales puedo atenderlos con mi seguro social. -Dijo Anne, Eva asintió.

-Bien, supongo que ya pasó un tiempo y ya podrías salir un poco más, aunque no te alejes tanto de casa, seguro hay una escuela por aquí cerca.

Ambas buscaron en sus teléfonos escuelas primarias cerca y sí, encontraron una escuela que no quedaba a más de diez minutos y como era pública seguro tendría un bus escolar, en ese momento Eva, Gracie y Anne fueron a la escuela a solicitar información e inscribir a Gracie, la niña estaba emocionada y ya quería volver a la escuela.

Posteriormente, Eva se tuvo que marchar debido a que tenía una sesión de fotos en su agencia así que dejó a las dos mujeres solas.

-Gracie tengo que contarte algo. -Dijo Anne invitando a la niña a qué se sentará en el sofá. -Voy a tener un bebé.

La niña miró a Anne y sonrió. -¿Un bebé de Isaac?

Anne asintió. -Si, un bebé de Isaac.

-¡Qué buenas noticias, ¿entonces podremos volver con él?! -Dijo la niña emocionada, Anne negó.

-No Gracie, no podemos volver con él. -La niña agachó la mirada triste.

-Anne, yo lo extraño mucho. -Dijo.

-Yo sé Gracie, pero es mejor estar las dos solitas y cuidaremos de este bebé, ¿te parece? -La niña asintió tocando su barriga aún plana.

-Está bien, ¿yo podré darle el biberón? -Anne rio.

-¡Claro, yo te enseñaré cómo hacerlo! -Dijo. -Y me podrás ayudar a elegir el nombre también. -Añadió, la niña salto de emoción en el sillón.

Al día siguiente Anne se despertó con la ilusión de que después de casi un mes podría salir a respirar aire fresco, aunque el departamento era cómodo extrañaba el sabor de la libertad, una vez Gracie se fue a su primer día de clases, ella se dirigió a Saint Anthony Hospital recordando la primera y última vez que había estado ahí, fue el día que todo comenzó, hacía dos meses ella estaba en ese hospital porque el auto de Isaac la había atropellado, suspiró antes de entrar.

Pidió una cita con el ginecólogo y después de unos momentos la dejaron pasar, ella informó sobre su embarazo y el médico le pidió subir a una camilla en dónde se reprodujo una imagen.

-En efecto señorita Harris, usted está embarazada de aproximadamente un mes, felicitaciones. -Dijo el médico. -Su bebé aún es muy pequeño por lo que se ve únicamente la bolsa, pero cuando venga a su cita el próximo mes podremos verlo mejor. -Añadió el doctor.

-¿Cuándo podré saber el sexo del bebé? -Preguntó Anne.

-Para eso aún faltan algunos meses, quizá a los cuatro meses ya podremos tener respuesta. -Anne asintio agradeciendo al doctor.

§§§§

Isaac

Tres semanas habían pasado sin tener noticias sobre Anne, tres semanas en las que hundido en el alcohol buscaba una respuesta, Joshua trataba de darle ánimos, pero nada resultaba, Isaac se sentía perdido y no podía comparar los sentimientos que tuvo cuando terminó con Kate a los de ahora, era indescriptible.

Kate tenía toda la semana llamando a Isaac insistentemente, había ido un par de veces a la oficina, pero se le había prohibido la entrada, Isaac no quería saber nada de ella pues estaba más concentrado en su dolor.

-¿Otra vez estás bebiendo? Estás en la oficina. -Dijo Joshua entrando con unos papeles, Isaac lo ignoró. -Tienes que firmar esto, es sobre el nuevo proyecto de las telas de seda.

Isaac sin mirar los documentos los firmo y se los entrego. -No puedes seguir así, mírate, ya no te reconozco.

-No me reconozco ni yo. -Dijo Isaac cabizbajo.

-Ve a tu casa, duerme un poco y date una ducha, enviaré a alguien para que limpien tu oficina, huele a alcohol y tabaco. -Dijo Joshua. -Es una orden, Isaac.

El hombre bufó. -¿Desde cuándo me das órdenes?

-Desde que no sabes controlar tu vida, ya vete. -Lo sentenció el hombre. -Deja de vigilar a tu hermana y busca mejores cosas que hacer, si Anne quiere volver lo hará sin la necesidad de que la busques y fuerces todo.

-No me buscará porque el dinero mensual que le prometí se le ha estado depositando, ¿tu crees que con dinero va a volver? -Se rio burlonamente. -No creo.

-A lo que veo piensas que ella es interesada y oportunista, ¿entonces porqué la buscas? -Dijo Joshua. Isaac no dijo nada, se levantó de la silla tomando su abrigo y dirigiéndose a la salida.

-Me arruinaste mi mañana. -Dijo saliendo, Joshua lo ignoro y se fue a su oficina.

Una vez en casa Isaac se metió en la bañera y suspiró, ¿dónde podría Eva llevar a Anne?, ¿qué estará haciendo en este momento? ¿Gracie estará bien?, ¿seguirá teniendo pesadillas? Esas y miles de preguntas más se hacía Isaac, no podía pensar en otra cosa, solamente que la quería ahí, quería hacerla suya y decirle lo idiota que había sido.

Una vez salió de la ducha y se metió a la cama a dormir, se sentía muy ebrio para ser apenas las once de la mañana, y ahí no supo más, cayó como un roble.