La Sombra De Mi Amor Perdido

Narra Enrique

Llego a la empresa, mande al de seguridad buscar las grabaciones de ayer, para saber quien entro a mi oficina, estoy trabajando cuando alguien golpea la puerta y doy el pase, hoy ya no tengo secretaria, deberé buscar una o tal vez compartiré la de Vanesa, su secretaria es eficiente, quien entra es Emiliano, es raro hace raro no viene a verme, solo en la casa

Emiliano- se puede

Enrique- claro siéntate

Emiliano se sienta- qué paso con tu secretaria

Enrique- renuncio, ayer fue su último día de trabajo

Emiliano- claro y tú le diste su despedida

Enrique- de que hablas

Emiliano- nada Enrique, nada, pero quiero saber algo

Enrique- dime

Emiliano- que sientes por Vanesa, porque ahora Dante está sano, nada la retiene a tu lado

Enrique- Vanesa me ama, jamás se irá, anoche lo hicimos con amor y pasión, se comportó como una verdadera mujer, no se irá de mi lado jamás

Emiliano- de verdad lo crees, te ha aguantado mucho, dependía de tu dinero, pero ahora ya no, además tu siempre que puedes la lastimas y haces de menos

Enrique- eso cambiará, a partir de hoy, me comportaré, le diré cuanto la amo y la enamoraré

Emiliano- creo que llegas tarde para demostrarle a Vanesa tu amor

Enrique- porque lo dices

En eso alguien golpea la puerta, doy el pase y el de seguridad entra con la grabación, la miro y no puedo creer, es Vanesa, ella me vio con mi secretaria, escucho todo, porque incluso cuando cerró la puerta quedó detrás de la puerta un rato, miró a Emiliano

Emiliano- tardaste un año Enrique para darte cuenta de que la amabas, llegaste tarde mi amigo

Enrique- donde esta

Emiliano- no sé, solo me pidió que lleve a Dante al departamento y que alguien lo pasaría a buscar, así fue, pero no sé quién era, solo la ayude y te lo digo de frente, porque prometiste matar a quien la ayude, frente tuyo tienes a quien ayudo a sacar a Dante de tu alcance, con eso ya no la puedes retener a tu lado, me vas a matar ahora o después de comprobar que tu mujer te dejo

Golpeó el escritorio y salgo corriendo de la oficina, subo a mi coche y por supuesto sé donde esta, con un botón se activa el rastreador qué tiene su coche, jamás lo ocupe, pero efectivamente está en el aeropuerto, si no me apuro la perderé para siempre

Narra Vanesa

Fui a la clínica y me saque sangre, pondrán prioridad y dos horas a lo mucho estará, salgo camino al aeropuerto, sin equipaje, sin nada, solo mi bolso con mi documento y mi celular, el cual lo formateo y apago, después de saber que Dante está en la mansión Valverde, hija de Walter o no, prometió cuidar a Dante por mí, sé que Enrique no se meterá a su mansión, por lo cual allá estará seguro.

Llego al aeropuerto y subo a la avioneta, tiemblo de miedo de que algo salga mal, aunque tenga un plan B con Cristian, no quisiera ponerlo en peligro, el piloto se acerca a mí y me aviso que tardarán unos minutos más, minutos que se me están haciendo eternos

Vanesa- tranquila, cálmate, respira, todo saldrá bien, estaré en paz en el aire, estaré bien en el aire

Cierro los ojos y empiezo a respirar y trato de calmarme, aunque mi esfuerzo es inútil, ya que escucho la voz de mis pesadillas

Enrique- donde pensabas ir

Abro los ojos y lo tengo frente mío, con su mirada peor que veces anteriores, una mirada asesina hacia mí, empiezo a respirar rápido, se acerca y me agarra del brazo poniéndome de pie

Enrique- a donde pensabas ir, querida, sola, o acaso esperas a tu amante

Vanesa- Enrique... yo

Enrique me agarra del cuello y empieza hacer presión

Enrique- tuviste el maldito descaro de acostarte conmigo anoche, sabiendo que te fui infiel con mi secretaria

Vanesa- tú... tuviste el descaro... de estar conmigo... después de... estar con ella

Se me está dificultando hablar, me esta lastimando

Enrique- le haces honor a lo que eres, una prostituta

Vanesa- y que... me vas a... matar... hazlo... mátame

Enrique- no, tú sabes mis castigos, aunque hoy te aplicaré más castigos y todos de una vez, tanto que no tendrás fuerza para escaparte, vamos

Dice mientras me agarra del cabello y me obliga a bajar de la avioneta, me sube al coche y sube él, llegamos a la casa, trato de resistirme, pero el por mucho tiene más fuerza que yo, me alza en su espalda y me lleva a la habitación, me baja y pone llave a la puerta, se acerca y me da una cachetada qué me tira al suelo, se agacha y agarra de mi cabello

Enrique- quien te ayudo, quien te dio la avioneta, con quien te ibas a ir

Vanesa- el león piensa que todos son de su condición, porque me tendría que ir con alguien

Enrique- alguien te ayudo y sé que no fue Emiliano, el estaba conmigo y frente mío me dijo que te ayudo, pero con Dante, donde esta Dante

Vanesa- en un lugar seguro, lejos tuyo, jamás lo encontrarás, no me puedes amenazar con el, que se siente Enrique

Enrique- de que hablas

Vanesa- que se siente, que finjan disfrutar estar contigo

Enrique me pega otra cachetada, que lo haga, que me pegue todo lo que quiera, pero ya no pienso callarme, se pone de pie alejándose, me pongo de pie y decido hablar

Vanesa- que me vas a hacer, ahora si tienes motivos, porque bien sabes que jamás te los di, siempre que me castigabas era por tus cosas por tus errores

Enrique- no te hagas de la santa que no te queda

Vanesa- no, no soy santa, Enrique, pero jugué muy bien mi papel, crees que alguna vez estuve en esa cama por mi propia voluntad, que alguna vez me tuviste completa, en mi mente y en mi corazón jamás has estado y jamás estarás

Enrique- CÁLLATE- me pega otra cachetada ahora ya mi ceja comienza a sangrar, además de mi labio