Luz O Oscuridad

25/01/2019

(reseso patio de la escuela)

Haziel: (con una sonrisa lasciva) ¿Y bien, lindura?

Elizabeth: (con tono frío y firme) No tengo nada que tratar con ustedes dos.

Daniel: (sonriendo maliciosamente) Sí que tienes agallas, niña.

Losert: (pensando para sí mismo) No puedo permitir que Elizabeth me defienda. Si esto se descontrola, temo que ella no se controlará.

Daniel: (mirándome con desdén) ¿Vas a dejar que tu novia te defienda, eh? ¿Qué pasa, gallina?

Haziel: (riéndose) ¿Perdedor? ¿Acaso no vas a decir nada?

Elizabeth: (con una calma tensa, mirándome a los ojos) No les hagas caso, Losert. Yo te ayudaré.

En ese instante, comprendí que era hora de dejar atrás al chico cobarde que fui hace cinco años. Si algo aprendí de Max, fue que siempre habrá alguien dispuesto a ofrecerte su amistad.

Daniel: (molesto) Si no te apartas, me veré obligado a actuar.

Haziel: (sonriendo burlonamente) Apártate, niña.

Elizabeth: (decidida) No voy a dejar que te acerques a Losert.

Daniel: (con tono desafiante, preparando el puño) ¿Estás segura de lo que estás haciendo? Te lo advertí.

Losert: (mi cuerpo se movió tan rápido que su golpe fue detenido sin esfuerzo, pero sentí la presión de mis propios pensamientos) (lo miré fijamente, con una mezcla de furia y control) No voy a permitir que toques a Elizabeth. (Lo empujé ligeramente, más para crear distancia que para atacar)

Haziel: (despectivo) ¿Qué harás, eh?

Losert: (lo sujeté por la camiseta, mi respiración controlada a pesar de la tensión) No dejaré que me molesten ni que hagan daño a Elizabeth. (hablé con una calma tensa, como si intentara convencerme a mí mismo más que a él)

Elizabeth: (tomándome del brazo suavemente) Tranquilo, no hace falta ir tan lejos. (me susurra) Controla tu ira, no te dejes arrastrar por lo que te provocan.

Losert: (la miré, tratando de calmarme) No te preocupes, lo tengo controlado.

Sabía que mi ira se había descontrolado un poco, así que decidí no llevar las cosas más lejos. Solo los asusté un poco, y luego se fueron, pero no sin antes advertirme que tuviera cuidado fuera de la escuela. Eso solo me hizo pensar que, en realidad, ellos deberían tener más cuidado que yo.

Elizabeth: (sonriendo) Eso fue increíble. (me mira) Muchas gracias por protegerme.

Losert: (desvía la mirada, algo avergonzado) Es lo que haría un amigo.

Elizabeth: (con tono algo burlón) Aunque podría defenderme sola, jejeje. Después de todo, sabes lo que soy.

Losert: (relajado, sonriendo levemente) Sí, lo sé, pero aun así tenía que hacerlo.

Elizabeth: (se sienta, con tono serio) Está bien, pero necesitas controlar tu ira y la fuerza que tienes como híbrido.

Losert: (algo desconcertado, mirando hacia abajo) Es verdad... ya no tengo la fuerza de una persona normal.

(fin de reseso)

Cuando terminó el receso, todos regresaron al salón, y, como era de esperarse, el rumor de la pelea ya se había esparcido por todas partes.

Estudiante 1: ¿Viste lo que pasó con Losert? ¡El chico tímido se enfrentó a Haziel y Daniel por Elizabeth!

Estudiante 2: Sí, ¡ni siquiera sabía que tenía tanto coraje! Siempre lo he visto callado y en su mundo.

Estudiante 3: Lo raro fue que, en vez de quedarse quieto como siempre, se plantó frente a Elizabeth. ¡Como si no tuviera miedo de nada!

Estudiante 4: Y Elizabeth, ¿la viste? Parecía tan tranquila mientras Losert se metía en la pelea. Algo raro está pasando ahí.

Estudiante 5: Nunca pensé que Losert fuera capaz de algo así. ¡Protegiendo a Elizabeth! Algo tiene que estar pasando entre ellos.

Estudiante 6: Yo siempre lo vi tan callado, y ahora resulta que es el primero en dar la cara por alguien. Definitivamente no es el mismo Losert de antes.

Escuchar todos los rumores me incomodó un poco, pero sabía que, si realmente quería cambiar y ser algo más como Max, tenía que ir paso a paso. Lo primero sería ser amigo de Elizabeth, conocerla más.

Lo cual no sería tan sencillo, sobre todo porque ella ya era tan popular. Cuando las clases terminaron, me quedé en el salón un rato más, buscando un momento de calma en medio del caos que me rodeaba. Fue entonces cuando escuché su voz por detrás, suave pero inesperada, lo que me hizo sobresaltarme y sentir una sombra de inquietud recorrer mi cuerpo. El miedo, extraño y ajeno, me recorrió por un instante, como si la normalidad se estuviera desmoronando a mi alrededor.

Elizabeth: (ríe) Jejeje, me gusta ver cómo sigues asustándote cada vez que me aparezco detrás de ti. (sonríe de forma traviesa)

Losert: (relajado, con una leve sonrisa) Veo que no cambias, a pesar de todo.

Elizabeth: (burlona) Jejeje, contigo me gusta ser así. No te mentiré, mi actitud de ahora es similar a la del receso, pero solo es una finta. (se acerca, susurrando) Sabes, me hicieron muchas preguntas.

Losert: (algo avergonzado) Supongo que querían saber si hay algo entre nosotros.

Elizabeth: (asiente) Correcto. (se acerca a la ventana, pensativa) Solo les dije que tú no eras lo que ellos pensaban.

Losert: (con tono algo sombrío) Mi reputación no cambiará de la noche a la mañana.

Elizabeth: (con firmeza) Como ya te dije, yo te ayudaré, como amiga… y claro, porque eres mi familiar. (me mira fijamente) Mañana sábado te veré en tu casa.

Losert: (mirándola con algo de inseguridad) Claro, te estaré esperando.

CONTINUARA...