Frontera Roja

Alejandro en sí, no tenía día libre, se tomó un día libre para resolver un asunto de familia. Pues su padre estaba haciendo los trámites para cambio de propietario o cambio de titularidad, es decir, que la empresa ya no va a ser de él, sino que todo va a estar en manos de Alejandro.

El día de hoy tenía una cita con un abogado especializado en bienes y raíces para firmar los papeles con el cambio de nombre. Alejandro estaba secretamente feliz porque ahora que tiene los papeles a su nombre, puede hacer con la empresa lo que se le plazca y su anhelo es vender la empresa, ahora va a depender de él si vende acciones en su conjunto, por separado, el nombre por separado, etc. todo va a depender de Alejandro a partir de este momento.

Para Alejandro, el día de hoy ha sido un día muy importante, porque con estos papeles puede dejar en la quiebra no solamente el sueño de la familia Burga, sino que con Victoria todo acabaría también. Se podría decir que él diría adiós a ese matrimonio comercial, adiós a esa relación tóxica.

Él tiene la esperanza de que alejándose de Victoria él podría volver a ser el mismo de siempre y poder hacer las paces con Klea y ver la posibilidad de empezar una relación con ella.

Alejandro pudo haber tenido el día de hoy una mañana exitosa, el primer gran paso ya se dio, pero de lo que no está tranquilo en él es con su corazón, lo tiene dividido a él le preocupa mucho la condición de Klea.

El corazón de Alejandro está en dos la primera mitad está lleno de cariño por Klea, pero la segunda mitad está podrida por toda la manipulación de parte de Victoria, si bien es cierto entre las dos familias solo había un vínculo comercial, Victoria ha demostrado ser claramente la clase mujer que es tóxica y manipuladora.

Alejandro no tiene carácter para deshacerse de las mujeres tipo Victoria, y es que cuando son tóxicas y manipuladoras es muy difícil liberarse de ellas, la única solución es destruir el acuerdo comercial, sin acuerdo comercial ya no tiene sentido continuar con la relación, por lo tanto, la única manera de destruir esa ambición es vendiendo la empresa, por lo tanto, Alejandro tiene que tomar el riesgo de perder los millones de ganancia que genera la empresa por su libertad y la unificación de su corazón.

Las preguntas son ¿valdrá la pena el esfuerzo de destruir ese acuerdo comercial? ¿Tendrá éxito o ha perdido mucho tiempo? ¿Podrá convencer a Klea de que él no es el hombre que ella piensa o ha conocido? ¿Tendrá una segunda oportunidad? De ser negativa la respuesta ¿Cómo se sentirá él? Alejandro, por mal que se ha comportado es un ser humano, tiene sentimientos, está haciendo lo posible por cambiar, por corregir las cosas, pero ¿Lo está haciendo en el tiempo apropiado o es tarde?

Alejandro no sabe que Klea es intendente, no sabe que pertenece al equipo de Interpol, no sabe muchas cosas de ella, solo conoce sus cualidades, pero ¿Pero será solo suficiente conocer las cualidades de Klea? ¿Podrá hacer algo para ayudar a que ella supere su pasado? ¿Qué tan dispuesto está Alejandro de aguantar a Klea?

Después de que la intendente Vergara terminase con la reunión, el juez de los menores llamó a Alejandro para contarle las nuevas disposiciones de la intendente.

- ¡Aló! ¿Alejandro?

- ¡Hola, Javier! ¿Qué tal? ¿Qué te cuentas?

- Hace poco hemos tenido una reunión con la intendente de Interpol, y hay muchas cosas que te tengo que contar ¿Nos podemos ver en el bar?

- Sí, claro voy para allá.

Javier está preocupado, no sabe si él también va a perder su empleo, pero también tiene que avisarle a Alejandro de que él también haga su carta pidiendo clemencia al superintendente de Interpol. Asimismo, también tiene que contarle que Klea Vergara es la intendente y nunca la agente que siempre se creyó.

Ya en el bar, reunido los dos amigos empiezan su conversación, pero Javier no sabe por dónde empezar.

- Cuéntame ¿Qué fue lo que dijo la intendente?

- Bueno, - se tomas unos segundos - nada bueno en realidad no sé por dónde empezar.

- ¿Qué tan difícil puede ser repetir lo que dijo la intendente en una reunión?

- Vale, Alejandro, es que es Vergara, la intendente de Interpol.

- ¿Vergara? ¿Interpol? ¿Está seguro lo que dices? ¿Interpol? - Alejandro no lo cree y lo toma como una broma de muy mal gusto.

- Aunque tú no lo creas, pero es la verdad; ella efectivamente es intendente en la Interpol y ella ha declarado que van a volar cabezas porque nadie ha hecho el mínimo esfuerzo para cambiar y dar mejor servicio a los migrantes.

- Te juro que no sé si reír, gritar o llorar. Me estoy… me siento confundido.

- Todos nos hemos sentido de la misma manera y no hay clemencia con ella, no es flexible. Dado que la mayoría de nosotros no hemos hecho ningún cambio para mejorar nuestra manera de tratar al migrante.

- Recuerdo que ella, muchas veces decía calor humano, ella siempre decía que hay que escuchar a la persona, siempre estaba repitiendo esas cosas y debo admitir que yo tampoco he hecho nada para cambiar.

- Y que por ese motivo no va a haber curso de capacitación para la policía en la oficina de extranjería aquí en Almería, por lo tanto, los que quieren permanecer aquí tienen que pedir clemencia al superintendente de Interpol.

- Esto sí que no me lo esperaba. Me gustaría poder hablar con ella y explicarle lo que me pasó, pero si está inflexible, creo que será inútil.

- Con el trato que le has dado bajo los efectos del veneno de Victoria, no sé qué pensar, ella no creo que te vaya a dejar explicar, si te deja, dudo muchísimo que te crea. – Javier no se muestra muy optimista.

¿Qué puede hacer Alejandro? ¿Cómo explicarle a Klea lo que en realidad pasó? ¿Le creerá que está haciendo cambios para liberarse de Victoria?