Christian Moltanba es el principal sospechoso de cometer tres asesinatos, por esta causa, es llevado a la pena de muerte. El muere sin conocer a su hijo, Mathias, el cuál también es hijo de Ana Lucia, una joven abogada que luchó hasta el último momento junto a Christian, pero la muerte del joven la deja a ella en peligro, y se ve obligada a casarse con el más longevo de la familia Montalbán. El señor William. quién después de la muerte de Christian, reaparece luciendo mucho más joven.
lo cierto es que el deceso de Christian no quedará impune, pues Moltanba regresará del mismo infierno para hacer pagar a todos sus enemigos y así poder demostrar que es inocente.
NovelToon tiene autorización de yeimy mora para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
No se haga ilusiones.
El niño no ha dicho ni una sola palabra, pero si procesaba todo lo ha escuchado. Una cosa sí es clara, y es que no es nada tonto, sabe lo que significa la palabra CEO, y las obligaciones y laborales que conlleva tal cargo.
—¡Mamá, ahora puedo tener ese juego que tanto quiero! Podemos comprar la casa que anhelas.
¡Mathias! La joven lo fulminó con la mirada. Si tan solo el niño supiera que se está por desatar el infierno...
—¡No sabes lo que dices, el dinero ciega a las personas!
—¡Por supuesto que los ciegas, también los inmuta, ese hombre! El astuto niño, señaló al anciano y continuó diciendo… Él tiene guardaespaldas, y ahuyentaron a los malos. Sus subordinados estaban allí afuera, esperando por él. Si entra alguna de esas sabandijas, ellos los exterminan.
—¡Mathias! Ana Lucía quedó perpleja, pero en realidad el niño sí pudo percibir el peligro que quizás ella no sintió. Y por eso cree que es bueno aceptar la ayuda del viejo; además, ese hombre le inspira confianza.
—¡Me agrada ese niño! Ven conmigo. El anciano sonrió y caminó hasta Mathias, luego lo tomó de la mano y lo condujo hasta la masa, mientras decía.
—No hay nada mejor que la comida de mamá, ellas lo hacen con mucho amor y devoción. El anciano se tomó la libertad de servir la pasta en el plato del niño. ¡Come, un niño necesita crecer fuerte!
A decir verdad, Ana Lucia ha perdido el apetito, y después de limpiar la sangre de su rostro, solamente se sentó y observó con detenimiento los rasgos que tienen en común.
—¡Mi hijo se parecía más a su padre, pero también comparte rasgos con este viejo, claro, él tiene esas canas, y esa gran barba blanca! De joven debió ser muy guapo y elegante, así como su nieto. Ana Lucia se distrajo en sus pensamientos y, de repente, sintió una calidez en su espalda. Era la mano del anciano que se despedía de ella.
—¡Señorita Méndez! Ahora me voy a retirar, pero dejaré a unos de mis hombres, se lo comento para que no tenga miedo. Pero no olvides que lo del matrimonio es un hecho. El abuelo nunca había hablado más en serio. —¡Debes terminar con Richard antes de que te unas a la familia Montalbán!
La jovencita abrió gradualmente sus ojos, pues el viejo ya no tenía que fingir. Los hombres malos ya no están, no tienen que seguir con la farsa si así lo fuera.
—Señor, no se haga ilusiones… fue lo que dijo antes de que William señalará al niño. Y le daba a entender que la vida de ese niño era primero.
Lejos de ellos, Margarita no sale de su depresión, ella pasa durmiendo y con pastillas que le ayudan a controlar su estado.
Simor, por favor, déjame ir. Quiero reunirme con mi hijo, después de su muerte ya nada me queda, lo he perdido todo. Dijo con debilidad y con un gran nudo en la garganta.
Simor sentía tanta pena por Margarita, una señora de 45 años. Anteriormente, se veía muy joven y rigurosa, ahora solamente muestra que ese vigor se fue con la partida de su hijo.
—¿Qué hago? ¿Dios debo hablar? Dame una señal, no quiero que ella perezca, sabes que yo la amo.
Este hombre era el guardaespaldas de William, él estuvo presente cuando Ana Lucia contó lo del hijo de Christian, pero dio un voto de silencio, su lealtad siempre fue a William; sin embargo, el día de la ejecución, él no pudo acompañar al viejo, hizo lo que le dictó su corazón, y dejó su trabajo por estar y acompañar a su amor imposible.
El hombre acarició la frente de Margarita, la miraba con tanto amor y cariño, en los últimos meses la ha estado cuidando, de hecho, la llevó a su casa y es ahí donde ha permanecido todo este tiempo.
—¡Por ti sería capaz de contar lo que sé! Si supieras la existencia de ese niño, no estaría así. Mathias te puede cambiar la vida, puede cambiar la vida de muchos. Margarita cayó dormida debido al medicamento, y no escuchó lo que dijo el hombre. Él mismo sabe y es consciente de los riesgos que traerá la existencia de Mathias. El hombre se aferró con fuerza a la mano de Margarita y reza por tomar la mejor decisión.
Por otra parte, William llegó a su recámara y no dejó entrar a nadie más que a su hombre de confianza.
¿Recuerdas lo que sucedió esta tarde, después de que esa chica se marchara del edificio?
Lo recuerdo, señor, ¿acaso tiene otro cuadro de amnesia? Preguntó el hombre un tanto preocupado.
No… Me siento perfectamente bien, es solo que cuando encontré ese documento, mi cabeza voló, y me invadieron muchos pensamientos negativos. William contestó con la mirada puesta en el suelo. Y su mano apoyada en el bastón.
¿Sabes cómo fue que Samir consiguió esas acciones?
¿Cómo es que la señorita Ana Lucía tiene el 75 % de ellas? Por lo visto, la amnesia del viejo es mucho más severa.
—¡Señor, el día en que ustedes hablaron, solamente Simor estuvo presente! La verdad es que me gustaría poder darle una respuesta, pero no la tengo. Olivier inclinó la cabeza y se disculpó.
En ese momento, el viejo tiró su saco sobre la cama y añadió.
No me preocupa la respuesta, me preocupa ella, y después de lo que vi hoy, también me preocupa Samir.
Él tiene algo que no me gusta, ¿por qué amenazaba a Ana? Le quise preguntar, pero no lo hice por ese niño.