Unidos Por La Luna

Gastón apretó el móvil con fuerza mientras esperaba en la fila para abordar el avión. Era un momento decisivo, un salto hacia un futuro que sus padres habían soñado para él, pero que lo alejaba de lo más importante en su vida, Williams. Mientras los altavoces del aeropuerto llamaban a los pasajeros de su vuelo, Gastón sintió una punzada en el corazón. Con manos temblorosas, escribió un mensaje.

"Will, estoy partiendo a Nueva Jersey para entrar a la universidad. Mis padres dicen que es para que me acepten. Cuando llegue, te haré una videollamada y prometo estar en comunicación todos los días. No olvides que te amo."

Envió el mensaje y miró la pantalla durante unos segundos, como si esperara que el dispositivo le devolviera un poco de calma. Pero nada lo tranquilizaba. Subió al avión con una mezcla de emociones que no podía expresar.

Mientras tanto, en su habitación, Williams sostenía su propio teléfono con las manos temblorosas. Había leído el mensaje de Gastón más de una vez, tratando de procesar cada palabra. Sentía una punzada de dolor en el pecho al pensar en la distancia que los separaría, pero también un calor reconfortante al leer la promesa de mantenerse en contacto.

Las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas mientras escribía su respuesta.

"Yo también te amo, Gastón. Y aunque la distancia sea difícil, te voy a esperar. Mi padre está planeando un compromiso, pero no voy a aceptar."

Enviarlo fue un acto de valentía. Era la primera vez que se rebelaba, aunque fuera con palabras, contra los deseos de su padre. Williams suspiró, sintiendo una mezcla de miedo y determinación.

El mensaje llegó a Gastón mientras el avión aún estaba en tierra. Al leerlo, su pecho se llenó de ira y frustración. Apretó la mandíbula, intentando calmarse. Sabía que la situación de Williams no era fácil, respiró hondo y escribió.

"Mi amor, solo sigue la corriente. Un compromiso no es una boda. En cuanto me gradúe, estaré ahí para sacarte de esa casa y escapar juntos."

Cuando Williams leyó esas palabras, algo en su interior cambió. La oscuridad que lo había rodeado ese días comenzó a disiparse. Una sonrisa tímida apareció en su rostro mientras releía el mensaje una y otra vez. Podía sentir el amor y la determinación de Gastón en cada palabra.

Pasaron las horas, y Gastón finalmente llegó a Nueva Jersey. La universidad era tan imponente como él había imaginado, con edificios de piedra antigua y estudiantes que caminaban con prisa, cargados de libros. Pero a pesar de la belleza del campus, su mente estaba en otro lugar. Tan pronto como dejó sus maletas en la sala del apartamento, sacó su móvil y marcó el número de Williams.

Cuando la videollamada se conectó, Gastón sintió un alivio inmediato al ver el rostro familiar de su amor. Williams estaba en su habitación, con el cabello despeinado y los ojos aún un poco hinchados por las lágrimas.

—Hola, mi amor —dijo Gastón con una sonrisa cansada.

—Hola, Gastón —respondió Williams, con una mezcla de alegría y tristeza en su voz.

Ambos se miraron en silencio durante unos segundos, dejando que sus miradas transmitieran lo que las palabras no podían.

—Esto no será fácil, lo sé. Pero todo esto lo hago por nosotros. Quiero darte el futuro que mereces, lejos de todo lo que te hace daño.--- dice Gastón

Williams asintió, sus ojos llenándose de lágrimas nuevamente.

—Lo sé. Solo… prométeme que no te olvidarás de mí, que siempre estaremos juntos.--- dice Williams

—Eso nunca lo dudes, Will. Eres mi vida.--- responde Gastón

Los días comenzaron a pasar, y ambos hicieron un esfuerzo titánico por mantenerse en contacto. Las llamadas nocturnas se convirtieron en su refugio, un momento del día en el que podían olvidar la distancia y hablar como si estuvieran juntos en el mismo lugar. Sin embargo, las cosas en casa de Williams comenzaron a complicarse.

--- No sé cuánto más puedo aguantar esto. Mi padre… no me escucha. Solo habla de honor y tradiciones.--- dice Williams

Gastón sintió que la rabia hervía dentro de él, pero intentó mantener la calma por el bien de Williams.

—Escúchame bien, Will, se que es difícil, pero tienes que ser fuerte. Yo estoy aquí contigo, aunque sea a la distancia.--- responde Gastón

Las palabras de Gastón le dieron a Williams la fuerza que necesitaba para seguir adelante. Durante las semanas siguientes, Williams aceptó asistir a reuniones familiares y fingió interés en el compromiso, todo mientras mantenía en secreto sus planes de futuro con Gastón.

Por su parte, Gastón trabajaba incansablemente en sus estudios. Sabía que cada examen aprobado, cada proyecto terminado, lo acercaba un paso más a su objetivo de reunirse con Williams. Las noches eran las más difíciles, cuando el cansancio y la soledad lo golpeaban con fuerza. Pero cada vez que sentía que no podía más, miraba una foto de Williams en su móvil y recordaba por qué estaba haciendo todo esto.

Diego y Lujan cada vez que podían iban de visita a casa de Williams, con la excusa de pasar tiempo entre amigos, observaban al chico, todo estaba bien y su rostro pálido pensaron qué era debido a sus estudios y a que estaba lleno a la empresa con su padre.

Pamela no perdió tiempo en la secundaria todos sabían que era la prometida de Williams, algo que enojo a muchas Chicas, ya que Williams es muy atractivo.

Estaban en clases de educación física, entrenando Williams es el capitán del equipo de basquetbol de su secundaria, pronto tendrán un encuentro contra la secundaria rival, en las gradas Pamela, estaba hablando con unas chicas, cuando ven un alboroto.

Williams se había desmayado, el entrenador llamó a emergencia, ya que no despertaba, y luego a sus padres.

Al llegar la ambulancia, que traslada a Williams, Pamela aprovecho y subió para acompañarlo, al llegar los padres del chico están esperando.

Williams ingresa a emergencia, su rostro estaba muy pálido, eso asusta a Verónica, Santiago estaba ansioso, su hijo siempre fue muy sano.

Las horas pasan y ningún médico da noticias de Williams, hasta qué...

--- familia de Williams Santillana, --- dice un médico su rostro serio y se puede ver sus años.

--- somos nosotros, --- responde Santiago

--- iremos a mi oficina a hablar en privado, ---"dice el médico

Santiago y Verónica intercambian miradas de preocupación.

Al llegar a la oficina, se dan cuenta de que es el director del hospital, entran y toman asiento.

--- señores Santillana, su hijo tiene una condición poco frecuente en la que una persona tiene características sexuales masculinas y femeninas desde el nacimiento,---- dice el médico

--- ¿doctor que esta diciendo?, mi hijo no es un maldito fenómeno, --- grita Santiago

--- señor Santillana, su hijo no es un fenómeno, solo tiene una condición diferente, y esta embarazado de un mes,--- dice el médico

---ESO ES IMPOSIBLE, MI HIJO TIENE PROMETIDA, SE VA A CASAR CON UNA MUJER, QUITE ESA COSA DE SU CUERPO, --- gira Santiago

--- señor Santillana, su hijo es estéril por su parte masculina, y en este hospital no hacemos esa atrocidad,--- responde el médico

--- Verónica vamos a casa y nos llevamos a Williams, ---- dice Santiago

El padre de Williams estaba furioso, firma los documentos y se lleva a Williams a su casa, el chico no entiende el motivo por el que su padre está enojado, su madre llora sin parar, en el hospital los médicos no le habían dicho nada.