Es la historia de una traición familiar por el poder económico, sin importar cómo acabar con la vida de la familia.
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Perdiendo
Llegó a mi casa, me doy un baño y bajo a cenar con mi padre, me visto deportivamente, ya que después iré a jugar pool con unos amigos cuando suena mi teléfono y me informa uno de los guardaespaldas de mi ángel que salió con unos amigos y que uno de ellos le dio un beso en la mejilla y que salieron al cine. La sangre me ardía por dentro, me pare de la mesa y salí como alma que lleva el diablo, mi padre me llamo, pero no le hice caso salí a buscar a mi mujer, no podía permitir que nadie que no fuera yo la tocara y más que le diera un beso.
Llegué al centro comercial, fui a la zona donde está el cine y la veo haciendo cola comprando dulces
y veo como un chico le da en la boca un pedazo de chocolate y ella sonríe, eso me dio más rabia y sin preguntar la tomo cargada y me la llevo del lugar, ella me pegaba, pero nadie se acercó, porque la orden que tenía mi gente era que todos a distancia de nosotros, la monte en mi carro y le dije que porque ella se dejaba besar con otro hombre que si acaso era algo de ella, mi ángel solo abrió los ojos y se quedó en silencio como si yo le daba miedo, la abrace y le dije al oído, perdóname,, pero yo te amo y no te quiero perder, quiero que seas mi esposa y la madre de mis hijos. Ella únicamente me dijo no quiero problemas con tú mujer y yo le respondí sin soltarla de mi pecho, yo no tengo mujer, tú eres la persona con la que quiero compartir mi vida para siempre. Abrí la guantera del carro y saque una caja de chocolates que compré para ella, ya sé que le gustan los dulces, únicamente me dijo como sabes que estos son mis preferidos, me quedé viéndola y le robe su primer beso me está asiendo el hombre más feliz del mundo, me di cuenta que este fue su primer beso y fue mío, ya que no sabía besar, esto me gustó mucho, ya que séría el primero en todo. Le pedi perdón y le conté todo lo que había pasado en el restaurante con Suset y le dije que ella no era nada mío, que le juraba que únicamente ella era la dueña de mi corazón y nadie más y también le dije lo celoso que me había puesto en pensar que andará con otra persona. Le pedí que fuera mi novia, ella únicamente bajo su cabeza y me pidió conocernos mejor yo acepte y le di un beso; sin embargo, le dije que era solo conmigo que saldría de ahora en adelante ella solo se rio y me dijo que no que ella me respetaba, pero que yo tenía que respetarla igual y que tenía que hablar con su abuelo y su tío Javier.
Yo le dije que eso significaba que oficialmente sería mi novia, ella se puso roja y se quedó en silencio, esa actitud me puso feliz, mi niña me aceptó como su novio y juro que la are mi esposa y madre de mis hijos.
