Elizabeth es una enfermera que es contratada para cuidar a un empresario arrogante y de mal carácter.
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Promesa cumplida
Por un momento Danilo recapacito, no quería que Elizabeth luego se arrepintiera, por lo que apoyando su frente en la de ella y con la respiración agitada dijo
- Elizabeth te amo y te deseo con todo mí ser, no quiero que te sientas presionada, podemos detenernos ahora sí así lo deseas.
- Danilo, mí amor, traigo puesto el body negro.
Danilo sonrió ampliamente tomo de la mano a su novia y se dirigieron a un cuarto que hasta ahora no era utilizando. Al entrar Elizabeth pudo ver lo hermoso que era todo. una antigua cama rodeada de cortinas, múltiples velas, pétalos de rosas dispersas por toda la habitación, Elizabeth no podía creer que Danilo preparó todo ésto para ella y se sintió mal por no tener nada para el.
- Danilo todo esto es muy hermoso, me siento en un sueño, se que no es lo mismo pero tengo esto para ti.
...dijo con una voz seductora para luego quitarse el vestido y quedar con el body de encaje negro que a Danilo tanto le había gustado, Danilo no podía creer lo que veía,...
- esto es mucho más Elizabeth, esto no tiene precio.
dijo abrazándola y besándola profundamente, Elizabeth pudo sentir la excitación de su novio y el deseo la consumió obligándola a dar un fuerte gemido, sus deseo ya no pudieron detenerlo disfrutaron de sus cuerpos durante toda la noche hasta quedar exhaustos.
A la mañana siguiente Elizabeth con mucho esfuerzo se levantó temprano, aún estaba muy cansada, se puso una bata y salió de la habitación, tiempo después Danilo despertó y busco a su novia pero no la hayó.
- Elizabeth, Elizabeth amor estás en el baño?
pero Elizabeth no contestabas lo que preocupo a Danilo, cuando se dispuso a levantarse en busca de su amada, Elizabeth entro con una enorme bandeja de desayuno, Danilo al verla sonrió ampliamente.
- amor aquí estás, te extrañé.
- solo cumplo con mí promesa Danilo.
y poniendo la bandeja en la amplia cama agrego.
- aquí tienes tu café y todo lo que te gusta y no has podido comer.
- lo que me gusta y no había podido comer ya lo probé varias veces durante la noche.
dijo Danilo con una sonrisa pícara, estás palabras sonrojaron a Elizabeth aunque también le dibujaron una amplia sonrisa en el rostro, mientras servir el café Elizabeth dijo.
- bien, mí promesa está cumplida.
- Elizabeth en primer lugar tu promesa aún no está cumplida, en segundo lugar aún no estoy satisfecho con lo que probé anoche.
- mí promesa era un buen desayuno y aquí está.
- tu promesa era un buen desayuno y tu desnuda en mí cama así que ven aquí y cumple con tu promesa.
dijo Danilo risueño.
Danilo tomo un poco de fruta y la puso en la boca de su novia luego soltó el nudo de su bata y se la quitó, Elizabeth sabía bien a qué se refería Danilo pero estando un poco avergonzada de metió bajo las sábanas.
- bien ahora sí Danilo? mí promesa está cumplida, desayunemos antes que se enfríe.
mientras desayunaban y se daban de comer uno al otro entre besos y caricias Danilo recordó los sonidos de Elizabeth realizaba en el restorán degustando la deliciosa comida que les habían servido por lo que pregunto.
- amor acaso no te gusta el desayuno?
- si Danilo está delicioso.
- y porque no haces esos tus ruidos?
Elizabeth río, sabía a qué se refería.
- Danilo dijiste que no lo hiciera.
- Elizabeth, mí amor, amor tus ruidos, adore tus ruidos en el restorán solo que no era un lugar apropiado para eso.
- si ya se un lugar tan elegante no admite que uno se expresé jaja.
- no Elizabeth, no era eso, tus ruidos son demasiado sexis para mí y me estabas perjudicando.
Elizabeth al entender lo que Danilo le decía abrió los ojos ampliamente y agrego.
- Danilo, como puede ser? estás mintiendo.
- no amor, no miento.
- en serio? entonces te gustan?
pregunto Elizabeth pensativa.
- tus ruidos me encantan mí amor.
- ok...
dijo Elizabeth tomando una tostada con queso crema y le dio una mordida para luego agregar.
- mmmm... me rico... si
dijo estirándose.
Danilo que ya hacía rato estaba en llamas sonrió y inclinándose hacia si novia le dio una mordida a la tostada manchando sus labios con queso, Elizabeth lamió la boca de su amado y agrego.
- aaaa.... si delicioso.
y de inmediato Danilo llego a lo más profundo de Elizabeth para consumar el deseo de ambos, No hubo lugar en la habitación donde no hicieran el amor, la tupida alfombra de piel, el sillón, la cómoda, el baño y obviamente la cama donde lo que quedaba del desayuno quedó completamente desparramado aunque no desaprovechar el probar los alimentos en el cuerpo del otro, cuando se encontraron completamente exhaustos durmieron desnudos y sin taparse ya que las sábanas y colchas se habían ensuciado con el desayuno, el día era cálido por lo que no les importó.
A las seis de la tarde Elizabeth despertó y al ver el desastre que había hecho sus respiración se agitó, fue la mejor noche y día que había pasado en su vida, sus músculos le dolían como si hubiera realizado una larga rutina en el gimnasio luego de no haber ido por unos cuantos meses. Elizabeth decidió darse un baño para luego limpiar la habitación no permitiría que nadie la viera así y dedujera lo que habían hecho. Al salir de la ducha se vistió con la misma ropa que traía, no sabía si el personal que trabajaba en la casa había vuelto y tenía que alguien la viera, sigilosamente acomodo algunas cosas luego tomo las sábanas y colcha, camino hacia la puerta y muy despacio la abrió, observó hacia todos lados, alno ver a nadie rápidamente se dirigió al cuarto de lavados puso en el lavarropas las prendas, tomo unas limpias, todo lo necesario para limpiar la habitación y de dirigió nuevamente a la habitación donde Danilo se encontraba.
- amor que haces? pensé que estabas en el baño.
- solo fui a hacer unas cosas.
- ya veo, pero ya no te vallas, no me gusta despertar y que no estés, además ¿que haces con esas cosas? tenemos personal que se ocupa de eso.
- no es necesario yo lo haré.
- claro que no, tu solo debes ocuparte de mi y yo de ti.
dijo Danilo seductoramente.
- no Danilo debemos limpiar todo antes que alguien entre ¿ sino que pensaran?
- pensaran que nos amamos y nos demostramos cuánto- dijo acercándose y tomándola de la cintura - durante toda la noche - y de dió un beso en los labios - toda la mañana - y beso su cuello - todo el día - y levantó su vestido - y toda la noche - dijo para luego levantarla y recostar la en la cama.
La seductora voz de Danilo nublaban la mente de Elizabeth, ella ya no podía pensar, el mundo entero desaparecía y solo podía pensar en Danilo y su bello cuerpo, sus brazos que la sujetaban, sus manos que la acariciaban, sus piernas entre las de ella, su enorme espalda y su boca, su hermosa boca que recorría todo su cuerpo dejando humedad por dónde pasaba, su exitacion llegando a lo más profundo de su ser arrancando gemidos de tortura y placer, un placer que jamás había alcanzado con nadie, nunca antes, un placer al que sin querer se estaba volviendo adicta.