Un Amor Que Sana

Tiago

Este tipo que conocí, se llama Clay, bueno, es increíble, un caballero completo.

Ya es la tercera vez que salimos juntos y hoy fue la primera vez que me besó. Me mima, me llena de cariño y cuidado y siempre está preocupado por mi bienestar, sería muy fácil enamorarme de él, si no amara a otro.

Me dio la copia de un contrato, uno con reglas y normas que nosotros dos elegimos, me dijo que lo pensara y luego lo firmara, y es lo que voy a hacer, si hay alguien que puede hacerme olvidar a Iván, ese alguien es Clay.

Ya hace un mes que sucedió todo aquí entre Iván y yo, cuando nos encontramos él siempre intenta acercarse para hablar conmigo pero siempre consigo escapar. No quiero saber nada más sobre él, quiero vivir mi vida y olvidar que un día me enamoré de ese idiota.

Malik

Ya llevo dos semanas en la universidad, está siendo genial. Estoy aprendiendo muchas cosas que sé que puedo usar para ayudar a mis alumnos en el futuro. Como siempre, he creado mi propia rutina los días de universidad: me despierto, paso por la cafetería, tomo mi café, voy a la universidad más temprano y paso un tiempo en la biblioteca antes de que comiencen las clases.

Todo va como siempre, pero justo hoy Tiago se empeñó en que hay algo mal, dijo que tiene un presentimiento malo, pero ya le dije que eso es superstición, esas cosas no existen.

Hoy en la cafetería había un empleado nuevo muy simpático, me dio un café grande por el precio de uno pequeño, ya me cayó bien, no es que el dinero sea un problema para mí ahora, pero es bueno cuando alguien es amable contigo sin pedir nada a cambio.

Salí con mi café grande todo contento y fui a la biblioteca, comencé a leer un libro sobre un trastorno llamado TDAH que afecta a muchos niños. El libro era superinteresante, pero pronto comencé a sentir mucho sueño, tomé más café para ver si el sueño se pasaba, pero parece que solo empeoró.

Tiago, que siempre estaba cerca, recibió la llamada de un coche sospechoso rondando la escuela y fue hasta la puerta para verificar.

En cuanto salió, un hombre con uniforme de conserje se acercó y me agarró del brazo, intenté zafarme pero mi cuerpo no respondía, sentía la cabeza pesada y el cuerpo hormiguear.

- Usted viene conmigo, profesor, mi jefe tiene asuntos que tratar con usted.

Sin poder luchar, me llevaron a una sala que daba a otro pasillo, y este pasillo daba a la parte trasera de la universidad donde se colocaba la basura, allí había una furgoneta escolar estacionada con varios niños dentro, me metieron en uno de los asientos, y finalmente me desmayé con las miradas curiosas de los niños sobre mí.

Cuando abrí los ojos de nuevo estaba en una habitación temática con estilo del viejo oeste, parecía uno de esos moteles baratos, el miedo ya se había apoderado de mí, y no paraba de pensar en todas las cosas horribles que esta gente podría hacerme.

Tiago

Uno de los hombres que estaba de guardia en la puerta de la universidad me dijo que una minivan negra llevaba un rato parada en la calle de la escuela después de dar varias vueltas a la manzana.

Como Malik está bien leyendo aquí en la biblioteca, decidí ir a ver de qué se trataba, pero cuando llegué no había ningún conductor, esperé un rato y nada, como ya había dejado a Malik solo mucho tiempo volví y di órdenes de que me avisaran si había algún movimiento.

Cuando volví a la biblioteca, ya no había nadie, los libros de Malik seguían en la mesa, y el móvil tirado en el suelo un poco más adelante. El pánico se apoderó de mí, y no sabía cómo encontrar a mi amigo, el teléfono sonó y unos hombres dijeron que la furgoneta negra había salido a toda velocidad por las calles, salí corriendo hacia allí, subí al coche y comencé a seguir a la furgoneta, mientras llamaba a Iván, que era el jefe de seguridad y nuestro superior, no era muy atractivo para mí hablar con el jefe.

- ¡Pero qué mierda, chico! ¿Cómo has dejado que pase esto?

- Mira, no sé si lo sabes, ¡pero nadie me pidió permiso!

Estoy demasiado preocupado por mi amigo como para recordar que él es mi jefe.

- Sigue a la furgoneta, voy hacia allá.

Dios mío, nunca te he pedido nada, pero ahora necesito tu ayuda, ayúdame a salvar a mi amigo por favor. Le prometí que nunca le soltaría la mano, le prometí que estaría a su lado para siempre, él es mi única familia, no puedo perderle, ¡ahora no!

Dimitri

Estos gusanos de la mafia Palermo no se cansan de irritarme con estos inútiles intentos de sabotear mis negocios, pero hoy han interrumpido algo importante que tenía que hacer, así que me lo estoy tomando como algo personal.

En cuanto llegué a los muelles, mis hombres ya habían rodeado a Luigi y a sus hombres, era patético.

- ¿Sabes lo ridículo que eres ahora, Palermo? ¿De verdad creías que ibas a invadir mis muelles y robar mi mercancía sin que yo me enterara? ¿Cuántas veces tengo que decírtelo, siempre estaré un paso por delante de ti, por qué no te rindes de una vez?

- Nunca, Romanov, mientras respire lucharé para destruirte y vengar a mi hijo.

- Ya me cansé de esto, Palermo, te lo advierto, me cansé de jugar, en tu próxima arremetida acabaré contigo, y haré lo mismo con toda tu gente, todos morderéis el polvo, así que piénsatelo muy bien antes de dar el siguiente paso.

Me di la vuelta y dejé que mis hombres terminaran de descargar toda la mercancía antes de dejar marchar a los italianos.

Cuando todo terminó, por fin pude ir a casa, necesito hablar con mi marido, y hoy no puede pasar.