Una Luz En La Oscuridad

Rosa- ¿Hola, ¿cómo estás?

Hanna- Hola, bien ¿y usted?

Rosa- Bien, bien

Hanna- Me alegro

Rosa- Toma asiento, ya vamos a servir la comida

Hanna- ¿Necesita ayuda?

Rosa- No, tranquila mi hija me ayuda

Diego- Abuela, ¿mi madre está enojada?

Rosa- ¡Ja, como siempre!, hija deja de tener esa cara, tienes que acostumbrarte, ya que está chica es el destino de tu hijo

Diego- ¡Salud por eso abuela!

- Habían pasado siete años al lado de Diego y aunque teníamos un noviazgo formal no me había pedido tener intimidad con él y la verdad eso a mí no me molestaba.

- Me preguntaba a mi misma si realmente sentía algo por él o sí el motivo de estar a su lado era solo por tener a alguien con quien hablar y pasar el rato.

- Lo que más me entristecía era tener que saber que la única persona que quería tener a mi lado todos los días era Alex, no había un solo día que no pensará en él, realmente lo extrañaba y me resultaba algo tonto que a pesar de tanto tiempo seguía sintiendo el mismo amor de cuando nos conocimos.

- Pero debía seguir escondiendo éste sentimiento para no lastimar a Diego.

- Cuando Carlos se fue cumplió y me avisó cuando llego a su casa, pero también fue la última vez que hablamos porque por sus estudios no podía llamarme, su padre era muy estricto con respecto a eso, no lo dejaba comunicarse porque para él si seguíamos en contacto Carlos no se concentraría en su carrera.

- Pero una tarde sonó mi teléfono y era un número que no tenía registrado, de todas formas contesté y era él.

Hanna- ¿Hola?

Carlos- ¡Hola solecito!, ¿cómo estás?

Hanna- ¡Carlos!, qué alegría escucharte

Carlos- ¡Lo mismo digo!

Hanna- ¿Este es tu nuevo número?

Carlos- ¡No!, es de un amigo, me lo presto

Hanna- ¿Cómo vas con tus estudios?

Carlos- Mm, bien

Hanna- ¿Estás seguro?, y ese mm?

Carlos- Es porque no respondiste si estás bien o no

Hanna- Lo siento, no me di cuenta, pero sí lo estoy, no te preocupes

Carlos- ¡Me alegro mucho!, tengo algo que decirte Hanna por eso te llamo

Hanna- ¿Sucedió algo?, ¿estás bien y tus padres?

Carlos- Hanna, ¡escucha!, estamos bien no te preocupes, es de Alex de quién quiero hablar

Hanna- ¿Qué?

Carlos- Alex está aquí conmigo, se va a quedar en esta ciudad con su padre

Hanna- Y porque me cuentas eso a mí, no entiendo

Carlos- Es porque... sé que suena loco lo que voy a decir, pero él no ha dejado de pensar en vos y la verdad es que está buscando una manera de solucionar todo, él te ama más de lo que imaginas, así que está decidido a no renunciar a vos

Hanna- No entiendo nada Carlos, ¿qué es lo que va a solucionar?, ¿está con vos?, ¿por qué no me lo explica él?, ¿qué pasa?

Carlos- Porque no puede, si te contacta más bien si te habla él sufrirá

Hanna- Carlos, ¡cuídate Adiós!

- No entendí nada de lo que Carlos me hablaba, pero cuando colgué mis lágrimas empezaron a caer y un dolor fuerte en el pecho empezó a asfixiarme.

Hanna- ¡Papá!

Pedro- ¡Hanna!, ¡papá, mamá!

- En ese instante todo se oscureció y lo único que escuchaba era a mi madre hablando pidiendo ayuda,

cuando desperté estaba en el hospital y mis padres llorando.

Sol- Hija, gracias a Dios despertaste

Fran- Voy a llamar al médico

Hanna- ¿Por qué estoy aquí mamá?

Sol- Perdiste el conocimiento y cuando caíste te golpeaste la cabeza

Pedro- ¿Cómo te sientes?

Hanna- Me duele la cabeza

Sami- Es por el golpe

Sol- Ya viene el médico con tu padre

Fran- ¡Aquí estamos!

Sol- Doctor, ¿qué es lo que tiene mi hija?, ¿qué salió en los análisis?

Doctor- Su hija está bien, quizás no se alimentó bien al mediodía por eso sé descompuso se lo digo por qué no sale nada malo en los análisis todos los valores dan normales

Fran- Pero algo debe estar pasando doctor, ¿no puede de la nada sentirse tan mal?

Sol- ¡Así es!, además al mediodía almorzó como es debido

Doctor- Sí les parece la tendremos en observación hoy, pero su hija está sana

Fran- No hace falta ahora mismo me la llevo a casa y después iré con otro médico para que la trate

Sol- ¡Vamos, Sami ayuda a tu hermana!

Sami- Sí, mamá

Hanna- Gracias

Pedro- Después llama a tu novio, se quedó esperando afuera de casa, porque papá no lo dejó venir al hospital

Hanna- Está bien

- No tenía ganas de nada así que simplemente le escribí un mensaje a Diego para que se quedara tranquilo, también tenía un mensaje del número que había utilizado Carlos el cual decía (lo siento).

- Esa noche me terminé durmiendo de tanto llorar, por primera vez sentí que ya no quería seguir sintiendo tanto amor por Alex, sentía que no debía porque solo me estaba haciendo daño a mi misma y a Diego que a pesar de todo seguía a mi lado.

- En la mañana siguiente Diego se presentó en mi casa, mi madre fue quien lo invito a pasar porque quería hablar con él.

Sol- Hola, ¿cómo estás?

Diego- Hola, bien ¿y usted?

Sol- Bien, escucha, yo en realidad quería agradecerte por estar siempre con mi hija cuando te necesita

Diego- Lo hago porque la amo, así que no es necesario que me lo agradezca

Sol- Pasa está en su habitación

Diego- Gracias

- Cuando entró lo primero que hice fue abrazarlo y le dije;

Hanna- Gracias por estar pendiente de mí

- Él me miró y sonrió luego me dijo;

Diego- ¡Nunca te dejaré!

- Después de lo que sucedió decidí olvidarme de Alex para siempre y pensar solo en mi relación con Diego.

- Paso una semana y la madre de Diego me invito a su casa para almorzar.

Hanna- Mamá estoy invitada a almorzar en casa de Diego

Sol- Bueno

Fran- Después te volves a casa

Son- Déjala disfrutar, Diego está con ella