Catalina Miranda es una joven deslumbrante que persigue con fervor sus sueños, a pesar de las adversidades que la rodean. Su familia no cuenta con grandes recursos económicos ni ocupa un alto estrato social, pero cada día luchan con valentía para salir adelante. Para Catalina, su madre y su hermana menor son el centro de su mundo; sueña con conseguir un buen trabajo que les brinde la vida digna que merecen, convirtiéndolas en verdaderas reinas.
Catalina es una soñadora incansable, siempre dispuesta a extender su mano a quienes la rodean. Sin embargo, su vida da un giro inesperado en una oscura noche. Al escuchar murmullos inquietantes provenientes de las afueras de su hogar, se siente atraída por la multitud de vecinos congregados. Con el corazón en un puño y temiendo lo peor, se acerca lentamente, solo para encontrarse con una escena desgarradora que cambiará su vida para siempre.
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Capítulo XX Confusión
Punto de vista de Gabriel
Seguí investigando la muerte de la familia de Catalina, había muchos casos sueltos, lo que dijo ese tipo antes de morir me dejó pensando algunas cosas y es que era obvio que Catalina no parecía hija de los señores Miranda, por eso estaba seguro de que en esa historia faltaba un fragmento.
"He investigado lo que me pidió, aquí tiene los documentos de su esposa", dijo Natanael con seriedad.
Tome el sobre y saque los documentos que este contenía, no había mayor cosa, nada que me diera una respuesta concreta. Me sentí frustrado por no obtener lo que buscaba, quería darle respuesta a mi esposa, quería que ella respirara en paz.
"Gracias por tu ayuda. Por favor sigue investigando algo debes encontrar", dije mientras guardaba los documentos nuevamente en el sobre.
Natanael se retiró de mi oficina dejándome con más preguntas que respuestas, me levante de mi silla y camine hacia la ventana, algo esta faltando solo tengo que encontrar ese algo y todo este misterio se resolvera, pensé.
Escuche que la puerta de mi oficina se abrió voltee a ver quien era y ahí estaba ella mi Catalina, sonreí al verla ella venia hacia mi caminando coqueta, eso me pareció extraño, ya que Cata no era así.
"Hola cariño", saludo en un tono de voz muy extraño.
"Hola amor, que agradable sorpresa", respondí tomándola entre mis brazos.
Su olor no era el mismo de siempre y eso me desconcertó un poco "¿cambiaste de loción?", pregunté confundido.
"No cariño, estoy usando la de siempre" respondió ella alejándose de mí. "Perdón por no avisar que venía, es solo que te extrañaba mucho".
Aunque su voz sonaba como mi Catalina, mi corazón me decía que algo no andaba bien, pero como siempre he sido un hombre racional no preste atención a las señales. "Tranquila mi amor, sabes que me encanta verte y que seas tú quien tome la iniciativa.
Volví a acercarme a ella y la tome entre mis brazos, la bese con pasión a lo que ella respondió de la misma manera. Algo despertó en mí, era como un mecanismo de defensa, no entendía porque mi cuerpo rechazaba el contacto hacia Catalina.
"Estás muy tenso y yo tengo el remedio para eso", empezó a desabrochar mi camisa; sin embargo, la detuve.
"Ahora no puedo, mejor nos vemos en la casa", respondí" mi cuerpo no respondió a sus caricias estaba confundido porque yo amaba a Catalina, pero por esta mujer que tenía frente a mí no sentía nada.
"Está bien. Me voy", dijo saliendo de la oficina muy molesta, volví a mi silla tratando de entender que había pasado.
Después de un rato continué trabajando, necesitaba distraer mi mente porque me estaba volviendo loco. Al terminar los pendientes fui directo a casa, respire hondo antes de entrar estaba convencido de que Catalina estaba molesta por lo ocurrido en la tarde.
"Hola, que bueno que llegas", sonrió y camino hasta mí.
"Lo siento por llegar tarde, tuve bastante trabajo", respondí casual.
"Tranquilo entiendo que no es fácil llevar dos vidas". Me pareció extraño que ella actuara así, no mencionó nada de lo que paso en la oficina y eso me tenía preocupado.
La tome de la cintura y la pegue a mí y ahí estaba de nuevo su olor, mi cuerpo reacciono sin dudas y la bese llevándola en mis brazos a nuestra habitación donde la hice mía varias veces.
Estaba confundido al principio, pero luego olvide todo lo ocurrido horas antes. "Estás muy activo el día de hoy", susurro Catalina con picardía.
Pensé que sería mejor no tocar lo ocurrido en la oficina, pero sé que si ella no se acordaba o no le dio importancia yo debía hacer lo mismo.
"Estoy agotada, quiero dormir", susurró Cata adormecida.
"Descansa princesa, tengo que hacer algunas llamadas y ya vuelvo contigo".
Después de vestirme salí de la habitación para poder hablar con Natanael, tenía varias llamadas suyas perdidas y quería saber que estaba pasando, ya que él no era hombre de llamar por nada. Intente varias veces comunicarme con mi mano derecha, pero no hubo respuesta de su parte, empecé a preocuparme, pues sabia que estábamos buscando algo que era muy peligroso.
Seguí insistiendo hasta que finalmente la llamada se conecto. "Deja de meter las narices en mis asuntos o si no terminarás como tu amigo", la llamada fue colgada y acto seguido lleho un archivo que venia del número telefónico de Natanael. Al abrirlo había un video de como lo habían torturado para sacarle información. El rostro de los hombres que ejecutaban las acciones contra Natanael no eran visibles; sin embargo, descargué rápidamente el video para mandar a analizarlo. Esto se estaba saliendo de control y era obvio que esa gente quería destruir todo lo que tenia que ver con Catalina.