Adhara una joven de 19 años acepta casarse con un desconocido por cumplir con la última voluntad de su padre.
¿Podrá ella cumplir con lo pactado en el tiempo estipulado? ¿Su corazón saldrá ileso? ¿O caerá en las garras del amor?
NovelToon tiene autorización de Pau klis para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
#9
Dentro del estudio y después de varios tragos, Alejandro tomo su teléfono he hizo una llamada.
Bueno! - contestaron del otro lado de la linea.
- Tienes tiempo? - preguntó Alejandro.
- Para ti siempre lo tendré, pasa algo?
- Nos vemos en una hora en el mismo lugar de siempre - dijo Alejandro.
- Esta bien, voy saliendo para allá.
Al salir del estudio, el Alejandro se topo con la empleada.
- Buenas noches joven - saludo la empleada
- Buenas noches, escuche! saldré de la mansión, si algo pasa con la señorita me avisas de inmediato.
- Esta bien joven.
Luego de esto Alejandro se fue.
Adhara saliendo de la bañera,se coloco una pijama de pantalón largo y blusa de mangas y bajó para cenar, sin ganas de ver a Alejandro, fue directo a la cocina.
- Señorita, ya le sirvo la cena.
- Muchas gracias.
- Puede esperar en la mesa, en un momento se la llevo.
- No por favor, yo comeré aquí .
- En la cocina? Pregunta la empleada un poco sorprendida.
.- Sí, la verdad no quiero compartir la mesa hoy con Alejandro - dijo Adhara con un tono de voz molesto.
- Puede estar tranquila señorita, el joven salio.
- Entonces si fue a verse con su novia - murmuro Adhara.
- Disculpé señorita, que dijo? No le escuche.
- Nada, tranquila!- Dijo Adhara con algo de tristeza en sus ojos.
Frente al Bar Agua azul, Alejandro estacionaba su auto, una vez estando dentro, se dirigió a una sala VIP que había reservado, donde lo esperaba su acompañante de esa noche.
-Amigo, que gusto verte, pensé que ser el nuevo presidente de Rivero Exports no te daría tiempo de compartir con tu único amigo - dijo Esteban .
- La verdad es que he estado muy ocupado pero siempre habrá tiempo para tomar un whisky y tener una buena conversación.
- En que lío de faldas estas metido ahora, no me digas que te metiste con Silvia.
- No, no claro que no, sabes que meterme con esa mujer seria matrimonio fijo y no estoy para eso o bueno no estaba para eso - dijo Alejandro con un fuerte suspiro a la vez que se pasa su mano por su rostro.
- como que no estabas?.. Acaso ya te casaste y no me invitaste - dijo con burla Esteban, a lo que Alejandro lo quedo mirando y levanto una de sus cejas y se recostó bruscamente en el sillón con las manos en la parte atrás de su cabeza, haciendo que el pobre hombre casi se ahogara con el trago que había bebido.
- Alejandro te casaste!?..
- Sí, hace varias semanas me case.
- Que!!! Pero como no me invitaste? con quien te casaste? Tu no eras el que no querías nada serio con ninguna chica por ahora? Explícame!
- Esteban la verdad es que he tenido mucho trabajo, por eso no te había podido contar nada, a demás tu estabas fuera del país y estas no son cosas que se hablen por teléfono.
- Si, llegue apenas ayer, cuando te escribí, solo hasta ayer me entere de la muerte de don José.
- Precisamente me case con su hija! - Alejandro le contó todo a Esteban, quien casi pierde los ojos al estos querer salirse de sus cuencas ante la impresión ante lo que le contaba su amigo.
- No puedo creer lo que me cuentas Alejandro, no sabia que don José tuviera una hija, pero comprendo las razones que tuvo para pedirte que te casaras con ella.
amigo pero realmente no le veo el problema si es solo un contrato por unos años, o el contrato te prohíbe estar con otras chicas?
- No, no dice nada de eso, solo especifica que le debo enseñar a manejar la empresa y debo cuidarla por cinco años, pero la verdad es que no se si pueda lograrlo.
- Porque? así de fea es? o lo que te preocupa es que ninguna mujer quiera estar contigo sabiendo que estas casado?
- no, nada de eso, ella es muy hermosa, tanto que hoy no pude evitar besarla y siempre hay mujeres dispuestas a estar hasta con hombres casados.
- Alejandro no puedes jugar con la hija del hombre que fue como tu padre, te lo digo porque nunca te he visto más de dos semanas con la misma mujer.
- Lo se! Y tampoco lo pretendo, jamas le haría eso a Don José.
- O es que mi amigo se esta enamorando de su esposa.
- No seas payaso! Sabes lo que pienso de eso.
- Bueno que tal que ella sea la que ponga el bozal a este perro.
- Deja de decir estupideces.
La conversación siguió entre tragos y risas y es que Esteban y Alejandro eran amigos desde la universidad, eran como hermanos, se conocían muy bien el uno al otro y aunque Esteban ya estaba casado y nunca fue tan mujeriego, siempre apoyaba a su mejor amigo en sus líos de faltas y demás.
Lejos de aquel Bar, estaba Adhara sentada en el balcón de la ventana de su habitación, tomando aire puro ya que no podía dormir, pensaba en su padre, la falta que le hacia y en todo el tiempo que no pudo disfrutar de él, por estar lejos. Las lágrimas acompañaban su pensar y sin notarlo se quedo dormida en aquella silla.
Al día siguiente, se despertó Adhara envuelta en sabanas en su deliciosa cama, sin acordarse de como había llegado hasta allí, si lo último que recordaba era estar sentada en el balcón, sin darle mucha importancia se levanto y se metió a ducharse rápidamente al notar la hora, se le había hecho tarde para ir a la empresa, tenia que aprender rápido como manejar todo para terminar con ese matrimonio absurdo aunque estuvieran estipulados los cinco años en aquel bendito contrato.
Adhara bajo las escaleras corriendo por lo que su pie resbalo haciéndola perder el equilibrio cayendo en los brazos de Alejandro.
- Buen día esposa.
- Buen día - dijo Adhara recuperándose rápidamente y arreglándose su vestido con las manos, al terminar de bajar las escaleras observo a todos los empleados reunidos en la sala lo que le pareció extraño.
- Buen día - los saludo Adhara
- Buen día señorita - respondieron todos al tiempo.
- Pasa algo? Porque están todos aquí? -indagó la joven
- Yo les pedí que vinieran - respondió Alejandro acercándose y tomando a Adhara de la mano.
- Es momento de que todos ustedes sepan que Adhara es mi esposa así que desde hoy sera la señora Miller para todos ustedes - dijo Alejandro fuerte y claro.
todos estaban en silencio, lo que produjo que Adhara bajara su cabeza un poco avergonzada.
Este hombre a todo el mundo le estaba diciendo que ella era su esposa y ni siquiera un anillo digno tenia en su dedo - pensaba la chica.
- Como usted diga señor - Rompió el silencio uno de los hombres.
- Pueden volver a sus quehaceres - ordeno Alejandro.
- Desayune, saldremos en 40 minutos, estaré en el estudio - dijo Alejandro mirando a Adhara quien no pronuncio ninguna palabra.
Pasado ese tiempo, salieron de la mansión, los dos iban en silencio absoluto. Adhara estaba molesta no podía entender como era que la noche anterior había estado con Silvia y en la mañana la estaba presentando como su esposa.
Iba tan sumergida en sus pensamientos que no se fijo que habían tomado un camino diferente al que los lleva a la empresa.
- Hemos llegado dijo Alejandro al parquear el auto, haciendo salir a Adhara de sus pensamientos.
- Donde estamos?
- En un concesionario, no querías comprar tu auto hoy?
Adhara levanto sus cejas en señal de asombro, no pensó que el la trajera hacer eso ya hasta lo había olvidado.
- Bienvenido señor, que necesita de mi - dijo una joven coqueta, dirigiéndose a Alejandro e ignorando a Adhara.
- Por favor atienda a mi esposa, muestrele los mejor autos que tengan.
- Acompáñeme señora - dijo la joven vendedora con algo de fastidio. Lo que hizo sonreír a Adhara.
La chica les mostró vario modelos en diferentes colores, pero seguía ignorando a Adhara ya que siempre se dirigía hacia Alejandro lo que la molesto, si ella quería fastidiarla ya iban a ver quien fastidiaba a a quien.
- Mi amor no me gusto ninguno de estos autos, creo que deberíamos ira otro lugar donde los vendedores estén más atentos a vender y no a coquetear, que mal servicio - dijo Adhara con mucha tranquilidad tomando la mano de Alejandro, haciendo que la chica se colocara pálida si eso llegaba a oídos de sus jefes perdería inmediatamente su empleo.
- Lo que tu digas mi reina, yo vivo para complacerte - respondió Alejandro entendiendo la situación y quien no desaprovecho el momento para dar un fugas beso a Adhara en sus labios, haciendo que ella se sonrojara al instante.
- Vamos, creo que presentaremos una queja formal.
- No por favor, esperen, les pido disculpas por mi comportamiento señor y señora - dijo la chica muerta del miedo de perder su empleo si colocaban la queja.
- Que dices mi reina, todavía quieres marcharte?
- Acepto sus disculpas y que no vuelva a suceder, aquí venimos a compara autos no a que pretendan quitarnos a nuestros maridos - dijo Adhara mostrando enojo pero la verdad es que estaba a punto de estallar en una fuerte carcajada al ver lo tonta que era esa chica.
En un rato más salieron del lugar con el auto nuevo.
- Vas a ir manejando detrás de mí, mi reina!..
- Ya no estamos dentro del concesionario, señor Miller, eso lo hice por como me trato esa chica, nada más.
- Lastima, me gusto como se le escucho ese "mi amor" - dijo Alejandro con burla, haciendo que Adhara rodara los ojos y entrara en el auto.